Redacción / E. P. Sevilla
La consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero, ha visitado este miércoles la nueva Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Valme (Sevilla), donde ha resaltado que, en estos momentos, “es la mejor UCI que existe en Andalucía, y también una de las mejores de España”. Tras visitar las instalaciones, Montero ha destacado que los 3,5 millones de euros invertidos para la nueva UCI “han permitido duplicar su superficie, hasta alcanzar los 1.060 metros cuadrados, además de renovar toda la tecnología que habitualmente se utiliza en este tipo de unidades”.
![]() María Jesús Montero, durante su visita a la UCI del Hospital de Valme. |
De hecho, la titular de Salud ha aclarado que la nueva UCI no estará operativa “hasta dentro de unas dos semanas”, ya que, según ha explicado, “hay mucho equipo nuevo que requiere hacer más pruebas de conexión y aparataje”.
“No en vano estamos hablando de una UCI que funcionará sin papeles, ya que a los pies de cada box (habitación individual) hay una pantalla que permite recoger todas las incidencias y constantes que tenga que anotar el personal sanitario en la evaluación de cada enfermo”, ha enfatizado Montero.
La consejera ha indicado que este grado de tecnificación “permitirá incorporar directamente los datos de cada paciente a la historia clínica, facilitando también el trabajo a otras unidades donde el paciente pueda ser derivado con posterioridad”.
La nueva UCI, que dirige Antonio Lesmes, se ha construido en la primera planta de este centro hospitalario, próxima a los dispositivos de mayor relación con su actividad: Hemodinámica, Bloque Quirúrgico y Urgencias. En total, sus instalaciones albergan el mismo número de puestos asistenciales que la unidad anterior (14 boxes), si bien cada uno es más espacioso. Además, cuatro de ellos están dotados de cuarto de baño para las patologías que permitan su uso.
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Montero también ha resaltado que la creación de la nueva UCI ha incorporado diferentes dispositivos “que extreman la seguridad del paciente crítico”, cuyo perfil destaca por su comprometida inmunidad. De este modo, tanto el diseño de la estructura arquitectónica (diáfana y sin espacios muertos), como el mobiliario e instalación de equipamiento tecnológico son fácilmente lavables para su desinfección, garantizan la bioseguridad ambiental “y disminuyendo el riesgo de contraer infecciones nosocomiales”.
También destaca la disponibilidad de dos de los boxes con dobles puertas para pacientes que precisan aislamiento, permitiendo disponer de presiones positivas o negativas, dependiendo de las patologías. Asimismo, la instalación dispone de un moderno sistema de climatización que regula las condiciones óptimas de presión y temperatura de este tipo de pacientes, con sellado de puertas y ventanas.
Por otro lado, se ha incorporado una circulación especial del área crítica con el establecimiento de entradas y salidas diferenciadas de profesionales y familiares. Esta medida permite la entrada correcta con ropa sanitaria de las visitas a fin de minimizar infecciones, y, además, evita interferencias en el desarrollo asistencial.
Más seguridad gracias a una farmacia y un almacén inteligentes
Otro recurso que incrementa la seguridad en esta unidad clínica es la creación de una farmacia y un almacén inteligentes. Se trata de procesos de gestión de medicamentos y almacenaje de material clínico basado en sistemas informáticos que minimizan los errores. Registran las peticiones, controlan el ‘stock’, detectan las necesidades y reponen los recursos de forma automatizada.
Concretamente, la farmacia inteligente, o dispensador automatizado de medicamentos, registra todo el proceso de gestión y administración de los fármacos; identifica al profesional que realiza la petición del fármaco concreto, la selección del paciente al que se le administra, el facultativo que lo prescribe y el horario de administración. Además de potenciar la seguridad del paciente, es una herramienta que optimiza la gestión del suministro de material farmacológico y clínico. Otra de las medidas incorporadas para garantizar la seguridad del paciente en este entorno hospitalario es la dotación de 14 tomas equipotenciales (derivaciones a tierra) en cada box para evitar accidentes.