José Ignacio Echániz, quien le fichó como director de RRHH del Sescam, analiza el perfil del nuevo gerente del SAS

"Moreno Verdugo es un gran defensor y gestor de la sanidad pública"
José Ignacio Echániz y Manuel Moreno Verdugo.


12 feb. 2019 12:15H
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Miguel Moreno Verdugo ha sido nombrado como nuevo gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), la que muchos llaman (sin falta de razón) “la empresa más grande de Andalucía”. Antes de que el consejero Jesús Aguirre confiara en él para este cargo, otro consejero sanitario, José Ignacio Echániz, le confió la dirección de Recursos Humanos de la sanidad de Castilla-La Mancha. Un cargo que ostentó entre 2013 y 2015, y que demostró cómo se desenvuelve este gestor incluso en una época económica complicada para toda España. De todo ello responde el actual diputado y Secretario Nacional Sanidad y Asuntos Sociales del Partido Popular a Redacción Médica.

¿Por qué decidió contratar a Moreno Verdugo?

Buscaba a un director de Recursos Humanos que conociera bien el sector; y él resultó ser el candidato con mejores capacidades y experiencia.

¿Qué recuerda de aquellos años trabajando con él en la Consejería?

Nos enfrentábamos a una labor titánica para recuperar servicios, pagar deudas… y pagar las retribuciones de los profesionales. Con él tuve una ayuda importantísima pues conocía bien el sector y se reunió con todos los comités de personal. Al final, conseguimos una reforma importante de toda la Administración.

¿Fue determinante su trabajo en un contexto económico tan delicado?


"Priorizó los aspectos retributivos para poder pagar con regularidad"


Hay que pensar que cuando llegamos, recibimos un sistema sanitario quebrado que nos obligó a estar seis meses sin poder pagar las facturas. La sanidad en Castilla-La Mancha representa el 60% de todo el gasto de la Comunidad y, por tanto, él era el jefe de personal de la empresa más grande e importante de la región. A esa tarea se sumaba que había que hacer un proceso de reformas inteligente para no incurrir en déficit pero sin menoscabar la calidad asistencial. Fue, en resumen, una batalla por la regeneración y la reconstrucción.

¿Y cómo fue el trabajo de campo en Recursos Humanos?

Poniendo a la persona en el centro de las políticas, satisfaciendo sus necesidades sanitarias, y todo ello con un papel básico de los profesionales para que todo ello sea eficaz y eficiente. Hay que tener en cuenta que se enfrentó a momentos en los que no había dinero ni para pagar las nóminas.

¿Qué actitud tomó frente a los profesionales?

Explicar las cosas mientras transformaba el modelo para que el sistema volviera a ser capaz de financiarse.

¿Cuáles fueron sus grandes logros?

Sobre todo que priorizó los aspectos retributivos; como decía, sin dinero para pagar nóminas, se pasó a poder pagarlas con regularidad. Además supo establecer un diálogo con todos los estamentos profesionales y supo plantear un plan de Recursos Humanos a medio plazo para ir mejorando las condiciones. Supo contar mucho con los profesionales para establecer una toma de decisiones conjunta de cara al futuro.

Con todo ello, ¿cómo le definiría?

Como un magnífico defensor y gestor de la sanidad pública española.
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