Las decisiones de Cataluña y Comunidad Valenciana de cuestionar el modelo plantean un panorama dudoso en las demás CCAA

La sanidad española sin conciertos: de lo sostenible a lo desastroso
Francisco Miralles, Manuel Vilches, Mariano Guerrero y María Emilia Carretero


8 may. 2016 19:50H
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POR REDACCIÓN
El sistema de colaboración entre los ámbitos públicos y privados es uno de los polvorines mediáticos de los últimos tiempos, sobre todo a raíz de las decisiones de dos comunidades, Cataluña y Comunidad Valenciana, de cuestionar el modelo. Sanitaria 2000 ha reunido a médicos, sector privado y pacientes, a través de las voces de Francisco Miralles, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Manuel Vilches, director general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), Mariano Guerrero, director de Planificación y Proyectos de Ribera Salud, y Emilia Carretero, directora técnica de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermedades Respiratorias (Fenaer), para debatir acerca de 'La sanidad privada ante el nuevo panorama político en España'.

Francisco Miralles (CESM), Manuel Vilches (IDIS), Leire Sopuerta (moderadora), Mariano Guerrero (Ribera Salud) y Emilia Carretero (Fenaer).


¿Cuál es el papel de la sanidad privada dentro del sistema transferido de las comunidades autónomas?

Francisco Miralles: Es un derecho que tienen todos los ciudadanos y una prestación más dentro del sistema. Está integrada dentro del Sistema Nacional de Salud y aporta una competencia y una actividad que es absolutamente necesaria. Deberíamos previamente definir los conceptos, lo que es la provisión de servicios y lo que es la gestión, pues es ahí donde suele haber debate. Si se mezclan estos dos ámbitos, en concreto, si es financiación pública o gestión privada, los conceptos se difuminan.

Manuel Vilches: La sanidad privada es el complemento imprescindible que en este momento tiene el SNS. Estamos hablando del 2,5 por ciento del PIB. Pero es que la colaboración público-privada es otro 0,7 por ciento. En total, 3,2 por ciento, más de 34.000 millones de euros, y que afecta a 250.000 profesionales entre médicos, enfermeros, auxiliares, celadores, que realizan casi el 30 por ciento de la actividad quirúrgica o el 25 por ciento de las urgencias del país.

Miralles aboga por definir sanidad pública y privada. 


Mariano Guerrero: La sanidad privada en España es de muy alta calidad, y así lo ha demostrado en todas las evaluaciones que se han hecho a nivel español y europeo. La pública y la privada con conciertos conforma en su totalidad la sanidad de nuestro país. Y por tanto, los debates a su alrededor lo único que hacen es daño al modelo sanitario español en el que ambas partes tienen cabida, y donde su bondad reside en la diversidad a la hora de proveer los servicios sanitarios.

Emilia Carretero: Desde el punto de vista del paciente, lo que nos interesa es que se nos trate teniendo en cuenta los criterios basados en la medicina: eficiencia, con independencia de la titularidad o de quien sea el pagador de la persona que tenemos enfrente. Entendemos que el Estado es el que debe velar porque los servicios presten las mejores condiciones. En nuestro criterio, la sanidad privada y pública deben de convivir, aunar recursos y ponerse de acuerdo para que el paciente se encuentre con una situación clínica mejorada.

Sin embargo, tras las últimas elecciones autonómicas, esa colaboración público-privada se ha visto en la picota en muchas comunidades, como en el caso de Cataluña y Comunidad Valenciana.

Francisco Miralles: La sanidad debería despolitizarse. Soy partidario de la gestión pública, porque si desde lo público ponemos dinero, instalaciones y la gestión a la privada, estamos reconociendo que no somos capaces de hacerlo bien. ¿Qué plantean algunas comunidades ahora, como Cataluña o Valencia? Que planean revertir ese modelo de concesiones y sería diferente. 

Manuel Vilches: El problema es cómo vivimos en un permanente estado electoral. Porque tenemos 17 comunidades con 17 sistemas sanitarios diferentes, en las cuáles, la primera partida presupuestaria es la Sanidad. Es donde la Administración Central aporta fondos económicos no finalistas, y por ello, todo el mundo la va a utilizar como herramienta electoral. Los movimientos en Cataluña y en Valencia se deben simplemente a cambios de Gobierno, a movimientos con posiciones en este momento poco habituales y que quizá tengan ciertos compromisos adquiridos. El ser eficiente no es pecado ni es malo, pero hay que ajustar los costes. Estamos hablando de que en este momento, la sanidad privada gestiona 7.600 millones de euros de la sanidad pública. Es casi un 12 por ciento del presupuesto del gasto sanitario público y eso está generando una actividad que no podría darse de otra manera.

Mariano Guerrero: A veces tenemos una amnesia retrógrada enorme. La colaboración público privada, que ahora se quiere poner como un elemento de discordia, no puede ser más que una cuestión oportunista, porque desde hace más de 40 años hay conciertos en España. Lo que está ocurriendo últimamente es un gran proceso de politización, y eso se ve en la elección de los propios gestores sanitarios. Lo que sí quisiera adelantar y plantear son dos cuestiones. La primera es que en los sistemas de colaboración público-privada tiene que primar mayor control público. Es una máxima que habitualmente se cumple en todos los países donde existe el sistema. Lo importante es que se busque una fórmula en la que no nos tiremos los trastos a la cabeza, porque al fin y al cabo eso va a hacer daño al SNS.

¿Y cuál sería esa función a desempeñar por el ámbito público?

Manuel Vilches habla sobre los 17 sistemas sanitarios de las comunidades autónomas.

Manuel Vilches: Solo hay dos comunidades en este momento, que son Cataluña y Madrid, que presentan un Observatorio de resultados de salud. Con Madrid ya estamos trabajando para hacer un observatorio común, también con los resultados de la sanidad privada, pero en este ámbito se hace desde hace 4 años porque hay que demostrar que eres bueno, no solo decirlo.

Francisco Miralles: Los indicadores son lo más importante. Es bueno que haya medición, indicadores, que se compare y que compitan. Y ahí es donde saldremos ganando todos, fundamentalmente los ciudadanos.

Emilia Carretero: Lo que el paciente entiende es que debe haber una equidad en los distintos sistemas de salud, que haya una cartera de servicios uniforme para todos, que se parta de lo básico.

Manuel Vilches: Hay un factor añadido, aparte de las acreditaciones y el control que se siga: la fidelización de casi 10 millones de personas en el sistema privado. Esa gente que decide voluntariamente sacar de su bolsillo algo de dinero para dar a centros privados. Y eso después de haber puesto, como todos los españoles, en la caja única de la sanidad.

Todos están de acuerdo en que son decisiones políticas más que técnicas. ¿Es realmente factible llegar a prescindir de estos conciertos?

Manuel Vilches: Sería un desastre. Desgraciadamente el volumen de actividad que se está realizando en el ámbito de la cooperación o la colaboración público-privada, es en torno al 12 por ciento del presupuesto sanitario público. Son ejemplos el caso andaluz, donde la privada cubre áreas completas de salud; conciertos singulares como la Fundación Jiménez Díaz; el Oncológico de Galicia; el Hospital de Jove en Gijón; los nuevos conciertos que se acaban de firmar en el Campo de Gibraltar; o el Hospital de Chiclana, ¿por qué? Pues porque no hay infraestructuras que puedan dar estor servicios.

Guerrero habla sobre la "intranquilidad" en los pacientes al suprimir conciertos.

Mariano Guerrero: A mí lo que más me preocupa es la intranquilidad que da en los propios ciudadanos. Se debe plantear esa cuestión directamente hacia los pacientes, y además hacerse con muchísimo talento y muchísima cautela.

Emilia Carretero: Por ejemplo, en estos momentos en España hay alrededor de 600.000 pacientes respiratorios que están recibiendo prestación externalizada de terapia domiciliaria. En el caso de que haya otra idea por parte de la Administración Autonómica Central para tratar a esas personas, se debería conocer por parte de los ciudadanos porque les afecta.

Francisco Miralles: Si los conciertos se rompieran, sería una catástrofe importante para los usuarios. Otra coisa son las concesiones administrativas con empresas públicas, que siempre han sido decisiones políticas. Así, en un momento determinado, se toma la decisión política de sacar a concurso un concierto para, después, tomar la iniciativa contraria. 

Entonces, ¿habría que dar más protagonismo a los profesionales?

Manuel Vilches: Sin duda. Para que una unidad pueda ser gestionada por un profesional, tiene que tener responsabilidad a lo largo de todo el proceso. Se le debe dar un presupuesto, se le deban dar unos objetivos, se le deben marcar unas pautas de calidad, y los resultados deben revertir hacia esa unidad.

Francisco Miralles: Absolutamente de acuerdo. Llevamos muchos años peleándolo en el ámbito público. 

Carretero explica la necesidad de replantearse el modelo público-privado actual.

Mariano Guerrero: Se empezó a hablar de las unidades de gestión clínica en los años 90. De hecho las primeras se pusieron en macha en otros países en los años 92-93, ya de una forma estandarizada. La propia Administración Pública carece de las herramientas y de las posibilidades, que no de las intenciones, de poder desarrollar el modelo, ya que necesita potentísimos sistemas de información.

Emilia Carretero: Lo que el paciente entiende que no debe repercutir en él es la descoordinación asistencial. Creo que entre todos debemos procurar ir haciendo un engranaje más agradable, un entorno más amigable.

Ronda de conclusiones

Francisco Miralles: La salud es un derecho constitucional. La medicina en España ha sido siempre una medicina pública con la privada como complemento. Hay que profesionalizar la gestión, la pública y la privada, dejarla en manos de los que realmente saben. También tocar el tema de las exclusividades de los profesionales y no que cada comunidad vaya por su sitio. La colaboración público-privada en este momento, es un elemento de sostenibilidad y de solvencia que considero esencial.

Manuel Vilches: Nuestro sistema precisa de una reforma urgente, porque no es sostenible en este momento. Además, tenemos que participar absolutamente todos los agentes implicados. La colaboración público-privada en este momento, es un elemento de sostenibilidad y de solvencia que considero que es esencial. Además, la sanidad, debería estar fuera del debate y de la confrontación política. Precisa de un diálogo mucho más sereno, mucho más técnico y a mucho más largo plazo. También tenemos que afrontar el reto de la continuidad de la asistencia socio sanitaria. Y el mensaje que siempre transmitimos desde la Fundación IDIS, que no queremos cambiar nada, simplemente queremos colaborar, que sigamos juntos.

Conclusiones del debate.

Mariano Guerrero: En primer lugar es una irresponsabilidad que creemos tensiones en el sistema sanitario español, con debates internos y muchas veces interesados. En segundo lugar, yo tengo, quiero y deseo apostar porque el modelo de colaboración público privada pueda mantenerse en nuestro país como se está desarrollando en el resto de los países de nuestro entorno, eso sí, siempre y cuando seamos todos capaces de establecer resultados transparentes. Quiero dejar también constancia de que los ciudadanos nunca han discutido el modelo de provisión de los servicios sanitarios en nuestro país. Sí que han discutido claramente los resultados, y por tanto, la calidad, las demoras y la atención, que tienen que ser elementos fundamentales y tenidos en cuenta a la hora de tomar decisiones desde el punto de vista político.

Emilia Carretero: Los pacientes perciben a través de los medios de comunicación que hay algo que es mejorable y que hay discrepancias de criterio. Por ello nos planteamos si sería conveniente revisar ese modelo y su viabilidad a través de un foro en el que participe en la paciente en la medida que le corresponde, que es la parte de libertad que tiene para elegir opción pública u opción privada.

Debate “La sanidad privada ante el nuevo panorama político en España” parte 1.

Debate “La sanidad privada ante el nuevo panorama político en España” parte 2.


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