Víricö

Un hilo de Twitter reivindica la experiencia positiva de la especialidad frente a la visión negativa imperante

"Estoy encantada de ser médico de Familia y cansada de tanto lloriqueo"


16 sept. 2019 13:50H
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Muchos profesionales sanitarios de todas las especialidades utilizan las redes sociales para desahogarse de los sinsabores del día a día. Médicos, enfermeros y farmacéuticos acuden a Facebook, Instagram y –sobre todo– Twitter para sentirse arropados por compañeros que pasan por las mismas situaciones.

Lo queramos o no, esto extiende una percepción negativa sobre la profesión que a algunos no termina de convencer. Sobre todo ocurre en algunas de las especialidades más damnificadas por los cambios en el SNS de la última década, como Medicina de Familia. Por eso hay gente que quiere ofrecer la otra cara de un trabajo que es la base de la Medicina.

Como, por ejemplo, Beatriz Sa Va, médica de Familia usuaria de Twitter que afirma estar encantada con su trabajo. “Pues chicos, aunque parezca mentira y no os lo creáis, yo estoy encantada de ser médico [sic] de Familia y me empiezo a cansar de tanto lloriqueo”. Se explica: “Es que es entrar en Twitter y que todo sean quejas, llantos pantallazos…”

En un hilo, cuenta cómo ella no quería trabajar en Atención Primaria y (las mayúsculas son suyas) “aquí estoy ENCANTADA” y “FELIZ de haber descubierto este ámbito”. Y añade: “El hospital me llenaba y ahora lo hace una consulta de pueblo y no me voy a ir a no ser que me echen”.



Beatriz Sa Va explica que es la jefa de estudios de la unidad docente de Medicina Familiar y comunitaria de Tortosa “y me alegra decir que ‘mis’ chicos son felices en un 80 por ciento de sus momentos laborales”. Y matiza: algunos más y otros menos, “pero no son lloricas”. Y hace un llamamiento: “Gente, ya vale de llorar todo el día Hay muchos sitios donde trabajar felices”.

Su hilo tiene más de 70 retuits y de 300 ‘me gusta’, así como un buen puñado de respuestas que se mueven entre el apoyo a cada una de sus palabras y la crítica por no empatizar con la situación laboral de muchos compañeros, con una carga asistencial excesiva y unas condiciones lejos de lo deseable.

Por ejemplo, la usuaria de Twitter Albiku, que apunta que “todos amamos nuestra profesión. Lo que no amamos son las condiciones laborales, y eso, aparte de ser MUY respetable, no tiene nada que ver con ‘lloriquear’”.

Continúa: “Cuando hay compañeros pasando consultas de 60 pacientes diarios, encadenando hasta 72 horas de guardia, haciendo 60 horas semanales (cotizando 40), firmando del orden de 50 contratos anuales, cobrando una miseria… no se puede hablar de lloriqueos”.



Otros han jaleado a Beatriz Sa Va. “Muy bien, Beatriz, muchos colegas están sistemáticamente quejándose de esto y aquello, nuestra profesión es apasionante y no quieres jubilarte nunca”, dice Antonio Naranjo.

Luego hay otros que entienden ambas partes y se identifican con ellas. Por ejemplo, Fernando Guzón, que reconoce estar “en una dicotomía”. Aunque opina de forma similar que Beatriz Sa Va, “cada vez entiendo más a los hartos”. Y concluye: “El nuevo modelo de Atención Primaria iba a ser la salvación del SNS, y cada vez más es el hijo pobre”.



Opiniones hay para todos los gustos y, muy posiblemente, todas tengan algo de razón. Las redes sociales a veces juegan la mala pasada de aparecérsenos como espejo de la realidad, pero en realidad es más bien como uno  de aquellos que deforman la figura del que se planta delante de ellos, estirándola o achatándola, agrandando algunas partes y reduciendo otras.
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