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2 oct. 2019 14:55H
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MADRID, 2 (EUROPA PRESS)

El uso de nuevos medicamentos no sólo genera ahorros, sino que permite liberar recursos sanitarios y no sanitarios para emplearlos en otros usos, señala un estudio internacional, dirigido por expertos españoles, que analiza las conclusiones de una treintena de investigaciones anteriores centradas en patologías concretas y la introducción de fármacos innovadores.

El estudio destaca los recursos directamente relacionados con el abordaje de la enfermedad cuyo consumo, explican, "se ve claramente reducido gracias a la aparición de nuevas terapias, como las consultas médicas, los análisis de laboratorio, el consumo de medicación concomitante o las hospitalizaciones". En cuanto a los ahorros de costes directos no sanitarios, están relacionados sobre todo con la reducción de los cuidados que los pacientes reciben en su domicilio, ya sean profesionales o prestados por familiares.

Publicado en 'Global & Regional Health Technology Assessment, muestra diferencias dependiendo del área terapéutica de que se trate. "Uno de los casos más claros es el de la oncología, donde existen numerosos ejemplos de una mayor eficiencia ligada al acceso a nuevos antitumorales", señalan desde Farmaindustria, que se hace eco de la investigación.

Entre otros datos, recuerdan que en Estados Unidos las nuevas terapias contra el cáncer lanzadas entre 1989 y 2005 evitaron 1,55 millones de días de hospitalización en 2013, reduciendo en 4.800 millones de dólares los costes de hospitalización en aquel año. En la misma línea, otro trabajo, desarrollado en Canadá, cifra en 4.700 millones de dólares canadienses y 1,7 millones de hospitalizaciones los retornos anuales logrados por los nuevos antitumorales comercializados entre 1980 y 1997, "una cuantía muy superior al gasto anual del país dedicado al tratamiento del cáncer".

Otros retornos para la sociedad derivados del uso de los nuevos medicamentos, según el estudio son los relativos a la mejora de la productividad de los pacientes que, gracias a los nuevos tratamientos, pueden volver antes a sus puestos de trabajo, al ver reducida la duración de sus bajas laborales.

"Todas estas evidencias reflejan hasta qué punto es necesario abordar la inversión en nuevos medicamentos desde una perspectiva más amplia que supere la visión cortoplacista ligada a la política presupuestaria y evalúe con rigor el valor clínico, económico y social de la innovación y cómo esta se traduce en importantes ahorros para el sistema sanitario a medio y largo plazo", destaca Pedro Luis Sánchez, director de Estudios de Farmaindustria.

"Para lograrlo es importante, como venimos insistiendo desde la industria farmacéutica, en seguir avanzando en la evaluación de los resultados en salud de las innovaciones, una herramienta que se nos antoja imprescindible para garantizar el acceso de los pacientes a los nuevos medicamentos en un marco de eficiencia y sostenibilidad del sistema sanitario", concluye.

RETORNO DE HASTA OCHO VECES EL COSTE INICIAL

Entre las conclusiones se cuantifican los ahorros de gasto sanitario derivados de la introducción de novedades terapéuticas en una proporción de entre 2,4 y 8,3 veces el gasto adicional realizado al incorporar los nuevos fármacos. La parte más importante de estas rebajas de gasto sanitario se corresponde con el descenso de las hospitalizaciones derivado del uso de los nuevos medicamentos.

Asimismo, otra de las conclusiones incorporadas en este análisis es que, en muchos casos, este efecto de reducción del gasto sanitario se registra sobre todo en el largo plazo. Un estudio que analiza el caso de Estados Unidos y seis países de la OCDE destaca cómo los ahorros marginales de la llegada de un nuevo fármaco se cifran en 5,9 dólares per cápita en el corto plazo, generando un ahorro global de 1.800 millones, retornos que, considerados a largo plazo, se elevan hasta los 11,4 dólares per cápita, o 3.400 millones de dólares en términos agregados.

La investigación recoge también datos de distintos países, entre ellos España, donde, según uno de los estudios incluidos en el trabajo, un aumento del 10% en el gasto farmacéutico hospitalario derivado de la llegada de las innovaciones puede generar un ahorro del gasto hospitalario total cifrado 1,1 euros per cápita.

En cuanto a los ahorros de costes no sanitarios derivados de la incorporación de las novedades terapéuticas, los autores no tienen dudas al señalar cómo, por ejemplo, los nuevos tratamientos "pueden reducir muchas de las limitaciones que tienen los pacientes cuando se enfrentan a las actividades de la vida diaria, así como reducir sus necesidades de contar con cuidadores".

En este sentido, ponen como ejemplo las conclusiones de un estudio sobre demencia que muestran cómo, gracias a las nuevas terapias, se puede reducir el tiempo de cuidados prestados por una tercera persona entre 25 y 58 minutos al día.

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