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30 abr. 2019 13:56H
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MADRID, 30 (EUROPA PRESS)

El profesor Giuseppe Curigliano ha destacado, con motivo del Congreso ESMO sobre Cáncer de Mama 1 que tendrá lugar del 2 al 4 de mayo de 2019 en Berlín (Alemania), el papel de los cardiólogos y nutricionistas en el tratamiento multidisciplinar del cáncer de mama.

El cáncer de mama es una enfermedad multifacética cuyo tratamiento puede afectar a la vida de las mujeres de muchas maneras diferentes. La quimioterapia, la radioterapia y los tratamientos personalizados son componentes clave del tratamiento estándar del cáncer de mama.

"Entre los posibles efectos secundarios de estos tratamientos está la toxicidad cardiovascular, que debemos vigilar con especial atención. Las guías de práctica clínica de ESMO sobre la toxicidad cardiovascular inducida por el tratamiento, que fueron diseñadas como una hoja de ruta para controlar el riesgo cardiaco en pacientes con cáncer, han hecho una contribución significativa en este campo", ha dicho el experto.

En este sentido, prosigue, el cardiólogo es uno de los diversos especialistas que debería formar parte del equipo médico de cualquier paciente con cáncer de mama y siempre se debería realizar una evaluación cardiaca antes del inicio del tratamiento para identificar trastornos o factores de riesgo preexistentes.

Se sabe que entre estos factores de riesgo figuran patologías como la diabetes y la hipertensión, pero también factores relacionados con el estilo de vida como el tabaquismo o la obesidad. "Tener sobrepeso u obesidad son factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, no sólo para los pacientes con cáncer, sino para la población en general. Por lo tanto, cuando una mujer con sobrepeso es diagnosticada de cáncer de mama, es esencial que además de consultar a un cardiólogo sea remitida de inmediato a un nutricionista cualificado que pueda ayudarla a perder peso, llevar un estilo de vida saludable y mejorar su estado físico general", ha enfatizado Curigliano.

Aunque herramientas como las guías de la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN, por sus siglas en inglés) sobre nutrición en pacientes con cáncer han ayudado a estandarizar las prácticas en este ámbito de la atención a los pacientes, los datos científicos sobre la eficacia de la intervención nutricional en mujeres con cáncer de mama siguen siendo escasos.

CUMPLIMIENTO DE LAS PAUTAS DIETÉTICAS EN PACIENTES CON CÁNCER DE MAMA

De hecho, en un estudio se sometió a seguimiento a 204 pacientes con cáncer de mama precoz que recibieron recomendaciones dietéticas de un nutricionista poco después de que se les diagnosticara la enfermedad. "Los dos objetivos principales de este ensayo clínico prospectivo eran evaluar el cumplimiento de las directrices dietéticas por parte de las pacientes con cáncer de mama precoz y evaluar la eficacia de la intervención nutricional para perder peso o mantenerlo durante el tratamiento", ha recalcado la autora del trabajo, Luisa Carbognin.

De la muestra de pacientes estudiada, más del 60 por ciento de las mujeres tenía sobrepeso o eran obesas y presentaban patrones alimenticios altos en grasas y bajos en fibra. Además, casi la mitad de las participantes en el ensayo tenían en el momento del diagnóstico un peso un 5 por ciento superior a su peso corporal habitual y la mayoría presentaba síntomas relacionados con la nutrición como estreñimiento o indigestión.

Se prescribió quimioterapia neoadyuvante a 56 pacientes y quimioterapia adyuvante a 92 de ellas. En conjunto, alrededor del 80 por ciento de las pacientes recibieron tratamiento endocrino. "La intervención dietética que recibieron las pacientes consistió en contactos mensuales con el especialista en Nutrición. Se realizaron evaluaciones nutricionales en el periodo basal y seis meses después de la inclusión en el estudio, y todavía se están llevando a cabo otros seguimientos", ha explicado Carbognin.

En este punto, prosigue, los análisis preliminares mostraron una correlación estadísticamente significativa entre un alto nivel de cumplimiento de las pautas dietéticas y la pérdida de peso. A su vez, la pérdida de peso pareció correlacionarse con menores tasas de depresión, las cuales las evaluamos usando el Cuestionario de calidad de vida de la Organización para la Investigación y el Tratamiento del Cáncer (EORTC QLQ-C30).

A su juicio, el pequeño tamaño de la muestra y los diferentes tratamientos administrados a las participantes en el estudio constituyen un obstáculo para sacar conclusiones de sus resultados. "Sin embargo, como el estudio todavía sigue en curso, esperamos aumentar el tamaño de la muestra y llegar a realizar análisis de subgrupos para comparar los diferentes tipos de tratamiento y evaluar las posibles diferencias entre ellos", ha apostillado.

Dicho esto, Carbognin ha comentado que estos resultados iniciales indican que el cumplimiento de las pautas dietéticas puede ser una herramienta eficaz para controlar el peso corporal. "Para las mujeres con un peso corporal basal normal, el objetivo es mantener un peso y una forma física saludables durante el transcurso del tratamiento oncológico; por lo tanto, tiene sentido ofrecerles el apoyo de un nutricionista independientemente de su peso en el momento del diagnóstico", ha zanjado.

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