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9 oct. 2019 13:00H
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MADRID, 9 (EUROPA PRESS)

El jefe del servicio de Neurología del Hospital La Luz, el doctor Francisco Villarejo, sostiene que la cirugía de la columna vertebral y del cerebro es la especialidad que ha desarrollado los cambios más revolucionarios en los últimos años, gracias a la irrupción de la resonancia magnética, el microscopio y la endoscopia.

Estas técnicas poco invasivas si se comparan con las cirugías convencionales han logrado revolucionar la medicina, según el doctor Villarejo, que ha indicado que cuando se realiza una intervención quirúrgica aparecen diferentes dilemas, y uno de ellos está en la forma de abordarla. En este sentido, ha afirmado, la resonancia ha sido clave, ya que permite ver la estructura y la composición interna del cuerpo gracias a un procesamiento por ordenador que convierte la información en imágenes.

El doctor Villarejo ha indicado cuáles son las técnicas para operar que se adaptan mejor a las necesidades del paciente, matizando que la microcirugía y la endoscopia son dos técnicas totalmente distintas. Villarejo ha exlicado que microcirugía significa realizar una cirugía a través de un microscopio con una luz muy potente que multiplica hasta por 25 el campo quirúrgico. Una de sus ventajas es que permite realizar pequeñas incisiones en la piel, por donde se introduce el material médico. No tienen por qué ser necesariamente instrumentos pequeños, aunque la incisión es mínima.

"Para ello es necesario un planteamiento preoperatorio muy meticuloso, una correcta colocación del paciente y una localización apropiada del área quirúrgica", ha insistido el especialista.

Respecto a la endoscopia, el procedimiento es distinto. Tal y como ha explicado el doctor, se inserta un tubo a través del cual se introducen los instrumentos necesarios para operar. Este conducto, a su vez, permite introducir una cámara con una luz muy potente que puede ser rígida o flexible, y que permite ver en una pantalla de televisión cómo trabajan los instrumentos que se han introducido en el tubo.

La primera diferencia entre ellas, ha indicado, es que, mientras la endoscopia solo permite ver la ejecución de la operación en dos dimensiones, la microcirugía permite trabajar en tres dimensiones. A la hora de tratar posibles complicaciones en la intervención resulta mucho más eficaz usar el microscopio. "Si durante la intervención te encuentras, por ejemplo, con una fístula de líquido, es muy difícil resolverla con la endoscopia, ya que esta modalidad no permite realizar ciertos movimientos. La microcirugía, en cambio, te deja mayor margen de maniobra", ha asegurado Villarejo.

TÉCNICAS CON "PRESENTE Y FUTURO"

El jefe de Neurocirugía del Hospital La Luz ha subrayado que, en la cirugía cerebral, la endoscopia se utiliza normalmente en los ventrículos para realizar biopsias, operar tumores y tratar hidrocefalias, mientras que en la columna vertebral se pueden intervenir tumores, patologías degenerativas y malformaciones. Sin embargo, en muchas ocasiones, para extirpar un tumor por completo hay que echar mano de la microcirugía, ya que el sistema de la endoscopia limita los movimientos durante la intervención. "Con el microscopio se puede operar cualquier patología y es más completo, pero cada técnica tiene sus indicaciones", ha revelado el doctor.

Villarejo ha afirmado que la utilidad de la microcirugía es total. "Es imposible pensar que algo no se puede o no se debe realizar con microcirugía en la patología del cerebro o de la columna vertebral; una patología tumoral, degenerativa, traumática o congética, todos son susceptibles de un abordaje microquirúrgico", ha resaltado.

En opinión de este especialista, el microscopio quirúrgico es un elemento imprescindible para realizar estas cirugías, gracias a su capacidad de trabajar con diversas lentes, hasta de 400 milímetros. Para su desarrollo se necesitan dos tubos binoculares, uno de ellos para el ayudante, y una cámara para grabar. La iluminación, con luces de halógeno o xenón, es fundamental, ha detallado.

En ninguna de estas dos técnicas existe transfusión de sangre ni pérdida de ésta, los pacientes no sangran, ha asegurado. En ambos casos, además, se trata de una intervención mínimamente invasiva, con incisiones muy pequeñas que garantizan el mínimo trauma y el consiguiente resultado estético. Gracias a ellas disminuyen los riesgos quirúrgicos y postquirúrgicos. "La recuperación es muy rápida", ha confirmado Villarejo.

El doctor ha afirmado que ambas técnicas tienen "presente y futuro". Sin embargo, ha señalado que en el futuro, para problemas cerebrales y patologías degenerativas de la columna, las investigaciones se dirigen hacia la utilización de células madres. "Hay que estudiar todavía mucho para desarrollar la técnica, pero en las lesiones de médula ya han comenzado a implantarse células madre en tetrapléjicos", ha concluido.

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