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3 oct. 2019 16:39H
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MADRID, 3 (EUROPA PRESS)

Investigadores del Centro de Sentidos Químicos Monell (Estados Unidos) han descubierto unas células sensoriales en las encías, denominadas células quimiosensoriales solitarias (CCS), que protegen la boca contra la periodontitis, una enfermedad que daña los tejidos blandos y destruye el hueso que sostiene los dientes.

Con la ayuda de receptores de sabor amargo que también detectan subproductos de bacterias dañinas, estas células especiales de las encías activan el sistema inmune para controlar la cantidad y el tipo de bacterias en la boca. Según explican los investigadores en un artículo en la revista 'Nature Communications', podrían algún día conducir a tratamientos dentales personalizados contra la enfermedad de las encías.

"Estas células sensoriales podrían proporcionar un nuevo enfoque para el tratamiento personalizado de la periodontitis al aprovechar el sistema inmunológico innato de una persona para regular su microbioma oral", asegura el autor principal del estudio, Robert Margolskee.

El equipo demostró que eliminar moléculas que señalan el sabor como la gustducina o eliminar genéticamente las CCS de la goma de mascar en los ratones conduce a un crecimiento excesivo de bacterias orales patógenas y periodontitis. Por el contrario, la estimulación de los receptores de sabor amargo en las CCS promueve la producción de moléculas antimicrobianas.

Los ratones sin gustducina en sus CSS tienen un conjunto de microbios más dañinos en sus bocas, en comparación con los ratones normales, lo que implica que la falta de gustducina desconecta la señal molecular de las células centinela a otros sistemas. Las diferencias en la composición bacteriana oral de los ratones sin ráfagas de mucosa en comparación con los ratones normales ocurrieron antes de que se produjera cualquier pérdida de hueso en las encías, lo que implica que las diferencias en el microbioma oral podrían utilizarse como presagio de la enfermedad.

En estudios previos con otros tejidos, los investigadores encontraron que la activación del receptor de sabor amargo 'TAS2R38', que se expresa en las CCS nasales humanas, estimula la secreción de péptidos antimicrobianos (AMP) que reprimen el crecimiento de patógenos respiratorios.

Para examinar los efectos de la estimulación repetida de las CCS de las encías sobre la periodontitis (y la liberación de AMP de las encías) en su estudio, los investigadores aplicaron un enjuague bucal que contenía la sustancia ultra amarga denatonium a las encías de los ratones dos veces al día. Esta goma activa CCS así como sus moléculas antimicrobianas, que redujeron la periodontitis en ratones normales, pero no en los animales susceptibles a la periodontitis sin gustducina.

Después de recibir el denatonium, los ratones normales mostraron una mayor liberación de un AMP llamado B-defensin, que fue producido en más del doble de los niveles observados en ratones de control tratados sólo con enjuague bucal salino. Por otro lado, cuando a los ratones sin ráfagas de mucosidad se les dio denatonium enjuague bucal, no hubo efecto sobre el nivel de B-defensin.

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