Aunque es cierto que la contención financiera afecta a los sistemas de salud autonómicos, no es necesario traspasar determinadas líneas para denunciar las estrecheces presupuestarias. Este ha sido el caso de Santiago Raba, vicepresidente del CESM, quien ha criticado que “el dinero se gasta en asuntos que poco a nada tienen que ver con lo público. Es el caso del Racing de Santander y de otras subvenciones a fondo perdido, cuando lo público debería primar”. Se trata de una acusación muy grave que necesita pruebas irrefutables detrás antes de ser hecha. Hay otras vías de denuncia menos llamativas pero más rigurosas para llevar a cabo la legítima labor crítica del sindicato médico cántabro...