26 jul. 2012 0:07H
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la entrevista de redacción médica
ISABEL MONTOYA, PRESIDENTA DEL COLEGIO OFICIAL DE MÉDICOS DE MURCIA
La unidad de acción entre Colegio y Sindicato Médico debe ser la “fórmula a seguir” en toda España
Presidenta del Colegio de Murcia y vicepresidenta del Sindicato Médico de la Región, Montoya hace balance sobre la situación actual y los retos de futuro para la profesión

Javier Leo / Imagen: Diego S. Villasante / Pablo Eguizábal. Madrid
Isabel Montoya, la novena mujer que entra en la Asamblea de la Organización Médica Colegial (OMC) tras alcanzar la presidencia del Colegio de Médicos de Murcia, explica para Redacción Médica las líneas principales de su mandato para los próximos cuatro años. La unidad de acción junto al Sindicato Médico, del que es vicepresidenta en Murcia, es una de las claves de su programa, centrado en la consecución del Consejo de la Profesión Médica y en la defensa de los derechos de los Facultativos murcianos frente a los “abusos” de la crisis. La “mutua vigilancia” con la Administración y la visión de género de la profesión definen la labor de Montoya al frente de los médicos murcianos.

Isabel Montoya, presidenta del Colegio de Médicos de Murcia.

¿Nos puede hacer un pequeño balance de estos primeros meses de mandato?

Realmente es poco tiempo, desde primeros de abril que tomó posesión la nueva Junta Directiva. Pero, aún así, creo que ha habido pocos tiempos más convulsos en los temas sanitarios que estos tres últimos meses. El balance es de inseguridades, búsqueda de soluciones, de que estamos peleando siempre por mejorar la profesión y por las condiciones de los profesionales.

¿Cuáles son los principales obstáculos que se ha encontrado en estos dos meses; las principales quejas y reivindicaciones de los profesionales?

Los médicos son conscientes de la situación general de la sociedad española y europea. Pertenecemos a esta sociedad, no estamos en una burbuja, somos conscientes de eso. Pero los médicos lo que quieren asegurar, y por ello estamos peleando, es la calidad en la asistencia; luchar porque no cambie el acto médico fruto de los recortes, porque los ajustes no nos lleven a un deterioro respecto a la asistencia que recibe el paciente ni a la relación médico-paciente.

¿Se están traspasando esas líneas rojas?

Sí, en algunos casos se traspasan líneas rojas. Y el paciente lo puede notar, por ejemplo, al ver que las listas de espera aumentan. Sabemos que los casos graves o que realmente exigen un tratamiento urgente hay que adelantarlos, pero lo que no podemos hacer es que, si ahora disminuimos los servicios de transporte a enfermos, se pretenda que sigan entrando los mismos pacientes. Eso conlleva retrasos y, desde luego, de ese tipo de circunstancias no es responsable el médico.

¿En algún momento se han llegado a plantear la objeción de conciencia contra alguno de estos ajustes?

La objeción de conciencia es un derecho que tiene el médico, un deber en algunos casos y puede ser sobrevenida, así lo cita nuestra Código Deontológico. El médico, cuando vea condiciones en la asistencia sanitaria que pueden perjudicar a la salud de un paciente, debe de ponerlo en conocimiento de las autoridades y debe denunciarlo. No es algo que haya surgido ahora con motivo de los recortes, aunque puede haber un mayor número de médicos que recurran a la objeción de conciencia frente a algún recorte.

Montoya defiende la unión entre Sindicato Médico y Colegio.

Los médicos tienen derecho a objetar frente a los recortes.


¿Como por ejemplo en no negarse a atender a pacientes inmigrantes en situación irregular? ¿El Colegio defendería a un médico que objetara por esta causa?

El Colegio siempre va a apoyar al médico, siempre que este opte por cumplir el Código Deontológico. Las circunstancias pueden ser múltiples. Sí que es verdad que el médico que trabaja en el Sistema Nacional de Salud (SNS) trabaja para una empresa, tiene unos objetivos y tiene unos medios. Hay cosas que se escapan a la organización y a la capacidad de decisión del médico.

La marcha de Francisco Miralles a la secretaria general nacional de CESM ¿cómo influye en el Sindicato y el Colegio de Murcia?

El doctor Miralles ha asumido mucho trabajo, mucha responsabilidad a nivel nacional. Se le ha pedido por parte de la organización de CESM que asumiera esa labor y la ha aceptado porque había un consenso para que lo hiciera. La relación del sindicato con el Colegio es la de una marcha en paralelo con objetivos comunes. Nosotros, desde el Colegio, que es la casa común de los más de 6.400 médicos de Murcia, defendemos todos los valores de la profesión, y desde el sindicato defienden las condiciones laborales de todos los médicos.

¿Esta relación tan estrecha entre Colegio y Sindicato Médico debe ser la fórmula a seguir en el resto de España?

Si, en estos tiempos debe ser la fórmula. Es una fórmula que es positiva y que en todos los sitios donde se ha adoptado lo único que ha dado han sido ventajas y buenos resultados. El ánimo de que las dos instituciones trabajen en conjunto tiene como único objetivo luchar por la profesión y que ésta siga teniendo el aprecio que tiene en la sociedad en general. En la última encuesta de Demoscopia los médicos salían como los profesionales más valorados. Y todo eso realmente solo se consigue con transparencia y con la búsqueda de la calidad en la atención, consiguiendo que el ciudadano lo perciba así, que sepa que su médico lucha por ello.

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