ResMed ha optado por 'pasar palabra' a pesar de la gravedad de la demanda interpuesta por Fractus en el Tribunal del Distrito Sur de California, en la que la firma española acusa al fabricante estadounidense de infringir varias de sus patentes sobre antenas multibanda miniaturizadas utilizadas en dispositivos de terapia conectada para la apnea del sueño.
Redacción Médica trasladó a ResMed tres cuestiones específicas sobre el caso, referidas al uso de tecnología patentada, la política de propiedad intelectual y el impacto del litigio en su negocio de salud conectada, pero la compañía ha evitado responder a ninguna de ellas en concreto.
Así, ResMed se limita a remitir una declaración genérica en la que se define como líder en innovación sanitaria, con más de 10 000 patentes y diseños concedidos o en trámite, y se limita a señalar que “ResMed no comenta sobre litigios en curso” y que “defenderá sus innovaciones para garantizar que los pacientes sigan recibiendo una atención de alta calidad”.
Con esta posición, ResMed deja en el aire cuestiones de calado como las medidas que adoptarán para garantizar la continuidad de su línea de dispositivos conectados para la apnea del sueño ante un litigio de este alcance. O qué mensaje transmiten a los pacientes que utilizan su tecnología para tratar sus patologías.
ResMed: ¿uso de tecnología sin licencia?
Fractus, empresa española especializada en el diseño de antenas mediante geometría fractal, ha presentado una demanda por infracción de patente contra la multinacional ResMed ante el Tribunal del Distrito Sur de California. Según la compañía catalana, los dispositivos para la apnea del sueño y las soluciones de terapia conectada de ResMed infringen varias de sus patentes relacionadas con antenas multibanda miniaturizadas de alto rendimiento, una tecnología que permite la conectividad inalámbrica fiable en equipos compactos.
El consejero delegado de Fractus, Jordi Ilario, sostiene que la compañía lleva “décadas invirtiendo en investigación” y que actúa para proteger su propiedad intelectual “cuando otras empresas utilizan su tecnología patentada sin licencia”. Por su parte, el presidente ejecutivo, Rubén Bonet, subraya que la conectividad es esencial en la salud digital y que el objetivo de Fractus es “salvaguardar el valor de sus invenciones para garantizar un mercado justo”.
La demanda busca compensaciones económicas y el reconocimiento de la titularidad de las patentes. Fractus mantiene que su tecnología está licenciada a múltiples empresas líderes, y que este litigio persigue garantizar la igualdad de condiciones en el uso de propiedad intelectual dentro del sector de la salud conectada.
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