Prevé beneficios para el 20% de los pacientes con Síndrome de Cirugía de Espalda Fallida que no responde a terapia

Finaliza el ensayo Chronic Pain para la toma de decisiones en dolor crónico
María Vila.


24 jun. 2021 9:50H
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Hasta un 20 por ciento de los pacientes con Síndrome de Cirugía de Espalda Fallida (FBSS) no responden a la terapia de estimulación de la médula espinal (SCS). De ahí es donde parte el proyecto Chronic Pain que, tiene como objetivo el desarrollo de un dispositivo médico que ayudará a la evaluación del dolor y los trastornos sensoriales en este tipo de personas. 

El sistema ha sido probado a través de un ensayo, finalizado en mayo, con más de 30 pacientes en la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Ramón y Cajal. Además del Servicio Madrileño de Salud, que participa a través de la Fundación de Investigación Biomédica del Hospital Ramón y Cajal, el consorcio del proyecto incluye a Tecnalia, específicamente a su unidad de Neurorrehabilitación, Tecnalia Ventures y a Fesia Technology, una start-up especialista en el desarrollo de soluciones en electroestimulación funcional para la rehabilitación de personas con enfermedades o lesiones en el sistema nervioso central. Finalmente, el área de Innova dentro de la unidad de Integrated Health Solutions de Medtronic Ibérica participa en este proyecto para facilitar la escalabilidad del dispositivo EQSA. 

Este plan, financiado por el programa EIT Health de la Unión Europea con una duración de dos años y un presupuesto total de casi un millón de euros, pretende dar respuesta al dolor crónico que perciben algunos pacientes con FBSS, normalmente en la parte baja de la espalda y que a menudo se origina después de una cirugía de column. Esta puede habertenido éxito desde el punto de vista técnico y anatómico, pero que no se consigue paliar el dolor del paciente por circunstancias desconocidas. 

Una de las opciones para tratar esta condición es a través de la terapia SCS, que consiste en implantar unos electrodos a nivel de la médula que envían una corriente eléctrica suave y continua para "enmascarar" la señal de dolor. Antes de su implantación, los pacientes deben someterse a una fase de prueba para evaluar la respuesta al implante. Los pacientes que experimentan un alivio del dolor notable en la fase de prueba pueden ser candidatos para un sistema de neuroestimulación implantable. Sin embargo, dado que los sistemas de diagnóstico empleados actualmente son subjetivos, hay casos en los que los pacientes no responden bien al tratamiento a pesar de que haya habido éxito en la fase de prueba.  

Estimulador portátil de electrodos 


Para atacar este problema, el consorcio está desarrollando el sistema EQSA, un estimulador portátil de electrodos multi-campo con una interfaz de usuario integrada, capaz de estimular diferentes fibras nerviosas del paciente con estímulos eléctricos según las indicaciones del profesional médico, de forma que permitirá ayudarles a tomar decisiones más precisas acerca de la elegibilidad de un paciente a la terapia SCS. De esta manera se espera reducir el ratio de no respondedores al tratamiento de SCS de pacientescon dolor crónico originado por el FBSS y reducir el número de intervenciones quirúrgicas, aumentando el valor de cara al paciente, con el correspondiente ahorro de recursos económicos y hospitalarios.
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