La patronal propone mecanismos para poner la vigilancia tecnológica al alcance de todos



18 abr. 2014 13:59H
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Enrique Pita. Madrid
La transferencia de la innovación al tejido productivo es uno de los grandes retos de la innovación española. A este déficit no escapa el sector sanitario, en el que desde hace años se trabaja para afianzar la cooperación entre las pequeñas y medianas empresas de forma que se logre dar un mayor impulso a la investigación biomédica. Precisamente este es uno de los objetivos de la Plataforma Española de Innovación en Tecnología Sanitaria, una iniciativa auspiciada por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) que trabaja en el diseño de herramientas que permitan avanzar en este terreno, así como en el desarrollo de foros que permitan acercar a las pymes, centros de investigación, hospitales y grandes empresas.

Ángel Lanuza, coordinador de la Plataforma Española de Innovación en Tecnología Sanitaria.

Esta apuesta de la plataforma parte de tres puntos relacionados de forma consecutiva y que Ángel Lanuza, coordinador de la plataforma resume como “la promoción de la inventiva y el emprendimiento, con la gestión de oportunidades y proyectos y con la vigilancia tecnológica”. En términos prácticos, el primero de esos puntos serían los foros, mientras que el segundo y el tercero son más etéreos, si bien desde la plataforma se trabaja en el desarrollo de herramientas que los acerquen y los hagan tangibles.

De esta forma, el año pasado Lanuza anunciaba el desarrollo de Medintech, una herramienta que permite que los agentes del sistema ofrezcan información sobre sus desarrollos, pero a través de la que también pueden identificar oportunidades de colaboración con otras empresas o grupos de investigación. Es decir, una herramienta para conectar a los distintos agentes, que permita definir quién es quién, pero que no se articula como una plataforma de venta. Además, permitirá analizar tendencias, lo que facilitará la toma de decisiones.

“Ya hemos acabado la programación”, explica Lanuza, que espera tener lista la herramienta para mitad de año. “Hasta ahora hemos hecho una serie de pruebas internas y estamos en el proceso de volcar información real” y, a partir de ahí, se podrá avanzar hacia su definitiva puesta en marcha. En todo caso, Lanuza puntualiza que no es una plataforma de venta, sino que es una herramienta que permite analizar tendencias “y puede servir para tomar decisiones”.

Vigilancia tecnológica al alcance de todos

El segundo de los proyectos, el Observatorio de Vigilancia Tecnológica y Competitividad, va un paso más allá. Según explica Lanuza, esta herramienta ofrecerá información sobre el entorno, es decir, la empresa podrá valorar si su proyecto es viable tecnológicamente, si es novedoso, si existe un mercado donde poder venderlo o si hay otras empresas que tengan un producto similar.

En este sentido, el Observatorio que diseña el equipo coordinado por Lanuza “acude automáticamente a las fuentes, identifica la información y la clasifica en función de los criterios parametrizados”, que podrán ser diferentes para cada usuario, lo que supone una novedad muy atractiva en comparación con otras ya existentes, que son “muy específicas”.

“Una herramienta de vigilancia tecnológica hecha a medida cuesta en torno a 50.000 o 70.000 euros”, ha explicado Lanuza, que opina que hacer frente a un sistema de estas características individualmente es complicado. Así, con la financiación del Ministerio de Economía y Hacienda se está diseñando una herramienta que, una vez desarrollada, se pondrá al servicio de las empresas, que podrán acceder por suscripción, lo que la diferencia de las existentes en países como Inglaterra, donde existen sistemas similares que funcionan bajo demanda, sin ofrecer la herramienta en su conjunto.

“Tendremos que ofrecer formación a aquellas empresas que quieran utilizarla” ha asegurado Lanuza, que calcula que una primera versión funcional estará disponible en verano, si bien la herramienta definitiva y para uso generalizado no estará disponible hasta final de 2014 o comienzo de 2015.

Ana Arce, directora de Internacional e Innovación de Fenin.

Lo cierto es que hasta ahora la vigilancia tecnológica se hace, pero sin profundizar en exceso, por lo que esta oportunidad se presenta excelente. Según ha explicado Lanuza a Redacción Médica, tanto unidades de innovación de hospitales como empresas de capital riesgo o centros tecnológicos han contactado con la plataforma y le han mostrado su apoyo. Además, una de las ventajas que tendrá este Observatorio en relación con otras herramientas es que continuará con un modelo de open innovation, es decir, cada usuario la podrá hacer a su medida y podrá sumar fuentes a las ya existentes.

Apuesta por la internacionalización

Ambas iniciativas, que complementan a los tradicionales foros de empresas, deben servir para facilitar la internacionalización de las compañías, otro de los grandes retos. En este sentido, Lanuza señala que ambas herramientas se están diseñando en castellano e inglés y se van a presentar a nivel internacional en distintas ferias. De hecho, en el caso del Observatorio, cuanto más se logre difundir y más compañías participen más útil será, porque más y mejor información podrá ir captando.

Por su parte, Ana Arce, directora de Internacional e Innovación de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), que es la entidad que ha impulsado la Plataforma coordinada por Lanuza, considera que estas iniciativas ayudarán a las empresas a identificar posibles socios nacionales e internacionales para concurrir a programas de financiación como por ejemplo los incluidos en Horizonte 2020.
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