El presidente de AMSE critica que las supuestas mejoras laborales anunciadas por el Gobierno están "estancadas"

Junta directiva de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior, que reclama mejores condiciones laborales
Junta directiva de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior.


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El Gobierno presume de mejoras en las condiciones de los médicos de la Sanidad Exterior, pero los propios profesionales advierten de que la realidad es muy distinta. En una respuesta parlamentaria al Grupo Popular, el Ejecutivo destacó recientemente varios logros en ese sentido: la cobertura de riesgos con un seguro de responsabilidad civil, la puesta en marcha de medidas de prevención de riesgos laborales y el diseño de un modelo de productividad por objetivos. Sin embargo, José Francisco Gallegos Braun, presidente de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (AMSE), asegura que parte de tales medidas, lejos de ser nuevas, “llevan anunciadas y estancadas tres o cuatro años”, o lo que es lo mismo: las condiciones laborales y salariales no mejoran, lo cual conlleva una fuga de profesionales y riesgos para el relevo generacional. “Están dejando extinguir este servicio”, lamenta. Para evitarlo propone, entre otras cosas, que la Sanidad Exterior vuelva a depender exclusivamente del Ministerio de Sanidad.

La última mejora laboral, según Gallegos, fue la cobertura del seguro de responsabilidad civil: “Era un agravio comparativo con médicos de otras administraciones, porque nos lo teníamos que costear de nuestro propio bolsillo. Después de pedir durante muchos años que nos lo cubriera el Estado, se consiguió, pero eso fue ya hace dos años”. Desde entonces no ha habido ningún cambio sustancial en las condiciones de trabajo, de acuerdo al presidente de AMSE: “Al contrario: seguimos estancados, con salarios nada competitivos y con el tema de las guardias localizadas instauradas hace un tiempo y cuya remuneración es indignante, de menos de un euro la hora”.

Esta situación, alerta, condiciona el relevo generacional porque muchos jóvenes médicos optan por otros puestos en comunidades autónomas con un mejor marco retributivo. De ahí que queden desiertas muchas de las plazas de Ofertas Públicas de Empleo (OPE), pese al aumento de convocatorias desde la pandemia de coronavirus. “Se está perdiendo una oportunidad, porque muchas veces ni siquiera se presentan aspirantes suficientes para cubrir todas las plazas. A veces una quinta parte y, si les toca un puesto que no les gusta, renuncian”, explica.

Respecto al modelo de productividad por objetivos en el que dice trabajar el Gobierno, Gallegos asegura que ya existe, pero que no cumple con las expectativas: “Se nos evalúa por la satisfacción de los pacientes en las consultas y por otro tipo de aspectos discutibles. El importe por productividad viene bien, pero no es muy alto. Además, es muy difícil contar con un sistema homogéneo en toda España”. El presidente de AMSE reconoce que el Ejecutivo se ha comprometido a mejorar el modelo, pero insiste en que no hay avances “desde hace tres o cuatro años”.

La dificultad de depender de dos ministerios


Uno de los principales problemas para solventar estas circunstancias, según Gallegos, es la complicada interlocución con la Administración. Los médicos de Sanidad Exterior dependen orgánicamente del Ministerio de Política Territorial, pero funcionalmente del Ministerio de Sanidad, una doble vinculación que genera trabas: “Política Territorial no nos conoce, no sabe lo que hacemos. Nosotros queremos depender sólo de Sanidad”. El médico asegura que, “con el tiempo”, su colectivo profesional ha logrado que el departamento que ahora dirige Ángel Víctor Torres conozca más de cerca las particularidades de su labor, pero afirma que, a pesar de ello, la Sanidad Exterior sigue siendo “algo ajeno” a esa área gubernamental en términos prácticos: “No entienden las prioridades sanitarias”. De hecho, explica que la propuesta de indicadores para evaluar la productividad en el trabajo es de Sanidad. De ahí, entre otros motivos, que AMSE reclame que sea este ministerio el único que se ocupe de su gestión.

Sobrecarga en los centros de vacunación internacional


En su respuesta parlamentaria, el Gobierno también sacaba pecho por Plan Estival 2025, con el que, como cada año, se buscó reducir los tiempos de espera en los Centros de Vacunación Internacional. Pero Gallegos relativiza su supuesta efectividad: “Esos planes se llevan implantando seis o siete años, no son una novedad. Consiste en que los que estamos trabajando veamos a más gente menos tiempo y en que nos cojamos menos vacaciones, porque se limitan permisos para adaptarlos a las necesidades de servicio”.

Sobre la teleconsulta, otra de las medidas resaltadas por Moncloa, considera Gallegos que alivia “parcialmente” esa sobrecarga asistencial, pero que no deja de ser “un parche”: “Nos sirve para atender a personas cuando los centros están saturados, pero, si necesitan vacunarse por fiebre amarilla o rabia, que son vacunas que no pueden encontrarse en farmacias, van a tener que ir a esos centros de vacunación sobrecargados”.

El futuro de la Sanidad Exterior, en riesgo


El presidente de AMSE concluye insistiendo en que el servicio de Sanidad Exterior se encuentra en un momento crítico a pesar de la importancia de su labor: “Aparte de trabajar en los centros de vacunación, tenemos que velar por que los medios de transporte tengan condiciones de seguridad contra enfermedades, además de analizar muestras biológicas. Ahora se pretende derivar ese trabajo a puntos de inspección fronteriza, pero no están formados para hacerlo”. Por todo ello, sentencia: “Los que quedamos estamos intentando que este servicio no se extinga. Es una pena”.
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