Un estudio de CSIF pone cifras a mejorar la jubilación anticipada voluntaria al personal de los servicios de salud

Plan para jubilar voluntariamente a 21.000 médicos y ahorrar 400 millones
Javier Martínez, presidente del sector Sanidad de CSIF.


25 mar. 2018 20:20H
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POR MARCOS DOMÍNGUEZ
En la actualidad hay algo más de 20.000 médicos entre los 60 y 64 años que, si se prejubilaran de forma voluntaria con el 100 por ciento de su retribución y respetando la tasa de reposición del 100 por ciento, ahorrarían al Sistema Nacional de Salud más de 378 millones de euros. Son los cálculos que el sindicato CSIF ha elaborado para presentar al Gobierno como propuesta de recuperación de los derechos perdidos por la reforma de la jubilación anticipada de 2012, y al que Redacción Médica ha tenido acceso en exclusiva.


En la propuesta de CSIF, el personal sanitario puede jubilarse voluntariamente a partir de los 60 años recibiendo el 100 por ciento de su retribución


“El personal del SNS se puede jubilar de forma voluntaria a partir de los 63 años, con una pérdida del 1,3 o 1,4 por ciento al trimestre según los años de cotización”, explica el presidente del sector Sanidad de CSIF Aragón y uno de los autores del informe, Evangelino Navarro. “Esto supone un descuente de entre el 12,5 y el 14 por ciento sobre la pensión de la persona que se jubila a los 65 años”.

En la propuesta de CSIF, el personal de este sector (tanto médicos como el resto de trabajadores de otras categorías profesionales) se podrá jubilar de forma voluntaria a partir de los 60 años recibiendo íntegramente su retribución. Estiman en 78.770 los profesionales estatutarios de los servicios de salud que se encuentran entre los 60 y 64 años. Calculando la diferencia de salarios con el personal que entraría con su jubilación anticipada (sin trienios y sin carrera profesional), el ahorro obtenido por el SNS se elevaría a unos 836 millones de euros.

El informe del sindicato tiene en cuenta que los licenciados sanitarios, categoría ocupada mayoritariamente por médicos, “aunque tendrían la posibilidad de acceder a la jubilación anticipada voluntaria, la realidad es que no lo hacen y además resulta necesario que no lo hagan ante la escasez de personal que en estos momentos existe”.

Así que realiza un nuevo cálculo: sin la categoría A1, serían 57.574 los profesionales que podrían acceder a la jubilación anticipada voluntaria y, de ser así, ahorrarían 457,8 millones al SNS. A esa cifra hay que añadirle otra serie de ahorros, explica Navarro: “El complemento de empresa, que es de un 23,6 por ciento; el complemento de Formación Profesional y Fogasa, que es del 0,6 por ciento, y el complemento de empresa para situaciones de incapacidad temporal, que es del 1,5 por ciento”. El ahorro generado con estos conceptos asciende a 117,6 millones de euros, con lo que el ahorro total sin tener en cuenta a los médicos alcanzaría los 575 millones de euros.

Sanitarios que pasan a pensionistas

La otra cara de la cuestión es que, con la retirada del profesional sanitario de la vida activa, el Estado tiene que pagar la pensión. El presidente de Sanidad de CSIF Aragón matiza: “Crearíamos 57.000 pensionistas, pero también 57.000 puestos de trabajo, con unos sueldos que no están en la media de los que se retiran. Y las aportaciones a la Seguridad Social van a ser mayores que si tenemos a estos profesionales con sueldos precarios o en desempleo”.

En la propuesta del sindicato al Gobierno se calcula también la pensión que tendría que pagar con la jubilación anticipada voluntaria de las plantillas. “Si calculásemos que los 57.000 profesionales [el total menos la categoría A1] se jubilasen, haciendo un cálculo de pensión al alza de 1.500 euros –y hemos tirado muy al alza para que el Gobierno no nos pueda decir que nos hemos quedado cortos–, esto supondrían 86,3 millones de euros brutos al mes que habría que pagar en pensiones”. Multiplicado por las 14 pagas de un pensionista y descontando el 12 por ciento de retención, la cifra se quedarían en 1.064 millones de euros de pensión anual.

Evangelino Navarro considera que la propuesta “favorece la renovación del personal sanitario, que está bastante cascado”. “Aunque a algunos les parezca que trabajar en la sanidad pública es un chollo, si miramos las tasas de procesos por incapacidad temporal vemos que cada vez hay un número más elevado de patologías asociadas a estos profesionales, lo que hace que este ahorro sea mayor, porque se entiende que los que entran son gente joven y no está machacada”.
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