Las más jóvenes se quejan del trato recibido por los pacientes, quienes siguen prefiriendo a un médico

Las barreras machistas en sanidad no tienen edad: "Tener hijos es crítico"
Laura Martínez, presidenta del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, y Gracia Álvarez, secretaria de Salud, Servicios Sociosanitarios y Dependencia de FeSP-UGT.


9 mar. 2019 17:50H
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POR ÀLEX LÁZARO
Las médicas siguen enfrentándose a multitud de barreras de género a lo largo de su carrera, desde el momento en el que se decantan por Medicina hasta que llega el momento de su jubilación. Sin embargo, no son las mismas las dificultades con las que se encuentran las actuales estudiantes de Medicina, que representan el 66 por ciento del total de alumnos en las aulas, que aquellas que comenzaron a estudiar en los años ochenta y que llevan 30 años al servicio de la ciudadanía.

Las aulas de Medicina son el primer espacio en el que las futuras médicas se forman y es allí mismo donde deben luchar 

"Ante una violación es mejor relajar la pelvis", le dijo un profesor a una alumna


contra las primeras barreras de género. Según ha señalado Laura Martínez, presidenta del Consejo del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, a Redacción Médica, es en la facultad dónde escuchamos por primera vez "si pensamos tener hijos" o "cómo vamos a conciliar la vida laboral con la familiar".

Es más, las estudiantes se enfrentan a tantos prejuicios que han creado una plataforma en la que van documentando los comentarios que escuchan a lo largo del curso. Martínez ha destacado que hace poco, un profesor de Medicina Forense le espetó a una alumna que "ante una violación era mejor relajar la pelvis" y a otra le insinuaron una cita si quería ver su aprobado reflejado en el tablero de notas.

Por todo ello, Laura destaca que para que se llegue a la igualdad con sus compañeros, es necesario que se legisle para conseguir una mayor conciliación entre la vida laboral y la familiar de las mujeres, para que puedan optar a las mismas oportunidades y los mismos cargos directivos, que en su mayoría se encuentran en manos de hombres.


"Chata, nena"


Laura Guzmán, residente de Aparato Digestivo en el Hospital Arnau de Vilanova de Valencia, ha explicado a Redacción Médica que en los dos años que lleva cursando la residencia no se ha encontrado con ninguna barrera respecto a sus compañeros, pero sí con los pacientes, que en muchas ocasiones prefieren las opiniones de un médico frente a las de una facultativa, por el simple hecho de ser hombres.

Guzmán, al igual que Martínez ha asegurado que en multitud de ocasiones la han llamado "chata, nena o lo que sea que no llaman a tus compañeros hombres". Sin embargo, la residente ha apuntado que son barreras sociales, en absoluto laborales, dado que, por el momento, tiene las mismas condiciones de sus compañeros, aunque pueden variar si se queda embarazada, uno de los momentos críticos para las facultativas.


La maternidad en Medicina


Precisamente, Soledad Guillén, médica de Urgencias en el Hospital de Caravaca de la Cruz y delegada del Sindicato Médico de 

"Dejar de realizar guardias supone que se pierda un complemento económico", ha afirmado Soledad


Murcia, ha querido reflexionar sobre la maternidad en la Medicina, un escenario en el que sí que se observan discriminaciones respecto a los compañeros masculinos. Guillén, que lleva 30 años ejerciendo la Medicina, ha explicado que en su caso, nunca ha tenido ningún tipo de problema laboral, aunque sí que ha encontrado situaciones en las que las mujeres se han topado con las barreras que todavía existen en la profesión.

La médica ha afirmado que uno de los problemas a los que se enfrentan las facultativas embarazadas es el problema de dejar de realizar guardias, "lo que supone que se pierda un complemento económico muy importante". Sin embargo, la cosa no queda ahí, dado que las mujeres suelen ser las que acaban ocupándose de los mayores en caso, otro de los supuestos en los que "dejan el trabajo durante un tiempo mediante una excedencia y no perciben sueldo. Es más, hasta 1997 ni siquiera cotizaban, por lo que el agravio para ellas era doble", ha puntualizado la especialista.


Más habilidades


Por su parte, Gracia Álvarez, enfermera y secretaria de Salud, Servicios Sociosanitarios y Dependencia de FeSP-UGT, ha asegurado a Redacción Médica que en su carrera como enfermera ha podido comprobar como a las mujeres, teniendo el mismo curriculum que los hombres, se las posterga porque los mandos consideran que "van a dedicar más tiempo a los cuidados de los hijos y a la vida familiar que al trabajo".

Álvarez ha afirmado que todos los valores adquiridos en casa, en cuanto al cuidado familiar, resulta de ayuda en el trabajo. "Son habilidades de las que disponen las mujeres y que se suman al curriculum, por lo que las hacen muy válidas para asumir puestos de dirección". Por todo ello, hace un llamamiento para que las mujeres tengan muchos más cargos en profesiones como la Enfermería, donde el "70 por ciento son mujeres y solo ocupan el 30 por ciento de los cargos".  
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