El área de Cáncer del Ciber (Ciberonc) desarrolla terapias celulares avanzadas dirigidas a sarcomas pediátricos.
Aunque los sarcomas representan solo un pequeño porcentaje del total de tumores malignos, su diagnóstico y tratamiento siguen siendo un reto.
La biotecnología está abriendo nuevas vías terapéuticas, especialmente en el desarrollo de inmunoterapias celulares avanzadas adaptadas a estos tumores poco frecuentes.
Los sarcomas son tumores malignos originados en el tejido conectivo de partes blandas, es decir, excluyendo huesos y cartílagos. Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), este grupo engloba
tejidos con función de sostén o relleno del organismo: tejido adiposo, muscular, tendinoso, vasos sanguíneos, nervios y tejidos profundos de la piel.
Se trata de una enfermedad rara, motivo por el cual
cada 13 de julio se conmemora el Día Internacional del Sarcoma, una fecha clave para visibilizar y generar conciencia sobre este tipo de tumor de origen mesenquimal.
“Dentro del Ciberonc se está desarrollando un
ambicioso proyecto centrado en el desarrollo de inmunoterapias celulares avanzadas para sarcomas pediátricos, en particular el sarcoma de Ewing”, explica
Enrique de Álava, jefe de grupo del área de Cáncer del Ciber(Ciberonc), consorcio socio de AseBio.
Este proyecto reúne a grupos líderes en investigación biomédica traslacional con el objetivo de generar nuevas estrategias terapéuticas basadas en células CAR-T adaptadas a las características biológicas de estos tumores, que
son poco frecuentes y de mal pronóstico. “La investigación combina biología molecular, modelos preclínicos, ingeniería genética e inmunoterapia, con una
fuerte vocación traslacional”, añade el investigador.
El sarcoma en cifras
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido más de
150 variedades de sarcomas. En España, se diagnostican cerca de 2.600 casos nuevos al año. Aunque su incidencia es baja (alrededor del 1 por ciento de los tumores malignos en adultos y del 13-15 por ciento en la infancia), representan
aproximadamente el 2 por ciento de la mortalidad por cáncer.
Según datos de la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER), en torno al 40 por ciento de los diagnósticos suelen ser tardíos o incorrectos, y uno de cada cuatro pacientes recibe inicialmente tratamiento para otra patología.
Biotecnología para terapias personalizadas
Gracias a las
herramientas biotecnológicas actuales, es posible analizar con precisión el perfil de expresión
de proteínas y genes tanto en tumores como en tejidos sanos. Esto permite identificar posibles dianas terapéuticas que sean tumor-específicas y seguras.
En el caso del sarcoma, se han detectado nuevas proteínas en la superficie de las células tumorales que podrían servir como blanco para terapias inmunológicas altamente selectivas. “Estos hallazgos están sirviendo de
base para diseñar terapias celulares personalizadas que reconocen y atacan exclusivamente a las células tumorales, minimizando los efectos secundarios”, explica De Álava.
El equipo trabaja actualmente en la validación de estas terapias en modelos preclínicos y en su futura traslación clínica, incluyendo estrategias para superar las barreras del microambiente tumoral, que frecuentemente limita la eficacia de las inmunoterapias en tumores sólidos. Estas terapias CAR-T se basan en dianas
tumorales novedosas, identificadas mediante análisis transcriptómicos y proteómicos avanzados.
Barreras técnicas, regulatorias y económicas
Traducción clínica, financiación y regulación son algunos de los obstáculos que enfrentan los tratamientos dirigidos a enfermedades raras como los sarcomas.
Convertir una terapia experimental en una opción disponible para pacientes requiere superar un proceso complejo que incluye validación preclínica, producción bajo condiciones GMP, autorizaciones éticas y regulatorias, y una infraestructura hospitalaria adecuada.
A pesar de estos desafíos, desde el Ciberonc se están realizando esfuerzos para acortar los tiempos de desarrollo, como demuestra el reciente uso compasivo excepcional de una de estas terapias celulares en un paciente pediátrico con sarcoma de Ewing sin otras opciones terapéuticas.
“La colaboración es clave”, afirma De Álava. “En nuestro proyecto participan centros clínicos, grupos académicos y empresas biotecnológicas, combinando experiencia en diagnóstico molecular, inmunoterapia, modelos preclínicos y transferencia tecnológica”.
Esta sinergia permite compartir recursos, acelerar la generación de conocimiento y avanzar hacia una medicina más personalizada.
Uno de los hitos más recientes del consorcio, socio de AseBio, ha sido el desarrollo de una nueva generación de terapias CAR-T dirigidas a sarcomas pediátricos,
con resultados prometedores en modelos preclínicos y que ya han dado lugar a una solicitud de uso compasivo. Este avance ha sido liderado de forma conjunta por el grupo de Enrique de Álava (Instituto de Biomedicina de Sevilla, IBiS-HUVR) y el grupo de Pablo Menéndez (Institut Josep Carreras, en el grupo de la Dra. Anna Bigas), en el marco del Ciberonc.
Este proyecto, con un fuerte componente traslacional, ha sido posible gracias al apoyo del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades a través de la convocatoria de
Colaboración en Líneas Estratégicas 2022, con cofinanciación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y fondos europeos NextGenerationEU.
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