Además, considera que son seis las inversiones clave que deben hacer los estados para reforzar sus sistemas de salud

Europa propone aumentar el PIB sanitario para reforzar los sistemas de salud de los países miembros.
Mathias Cormann, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos​ (OCDE).


26 oct. 2023 17:30H
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POR EVA IGLESIAS
Los efectos adversos de la pandemia continúan teniendo un gran impacto en los sistemas de salud de todos los países europeos. Por este motivo, consolidar los cimientos en materia sanitaria se ha convertido en uno de los focos de todas las instituciones. A raíz de esta necesidad, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD por sus siglas en inglés), ha identificado seis inversiones clave para mejorar la resiliencia de los sistemas sanitarios, que se enmarcan bajo tres pilares, que se basan en proteger la salud, fortalecer las bases de los sistemas y reforzar a los profesionales que trabajan en primera línea.

En conjunto, según la OECD, las seis inversiones representan aproximadamente un 1,4 del Producto Interior Bruto (PIB) en promedio entre los países europeos, con un rango entre ellos del 0,6 por ciento al 2,5 por ciento. Este intervalo depende del gasto que haga en la actualidad cada uno de los países en estas inversiones. Los datos han sido publicados recientemente en el informe ‘Invertir en sistemas de salud para proteger a la sociedad e impulsar la economía: inversiones prioritarias y estimaciones de costes por orden de magnitud’.


Seis inversiones necesarias en los sistemas sanitarios


Las dos primeras inversiones que se deben llevar a cabo para fortalecer los sistemas de salud se enmarcan dentro del primer pilar que se centra en proteger la salud subyacente de las personas. En primer lugar, la OECD señala que se debe invertir en mejorar la atención preventiva para limitar la aparición de nuevas enfermedades, trastornos o afecciones. Junto a esta, medida, es necesario financiar programas poblacionales masivos para proteger “la salud subyacente de las personas” y ayudar a los países “durante las fases agudas de shock de salud”.

El segundo pilar, que se centra en fortalecer las bases de los sistemas de salud, recoge dos inversiones más. Por una parte, disponer del equipo básico suficiente se considera un requisito previo para fortalecer la resiliencia general del sistema de salud, que servirá, según esta organización, para “seguir cumpliendo con los estándares de atención durante una crisis sanitaria”. Por otra parte, más allá de las inversiones de capital, el informe señala que “es fundamental hacer un mejor uso de los datos de salud producidos”.

En este sentido, el documento refleja que existen una serie de deficiencias actuales en el sector de la salud, al que califica como "rico en datos pero pobre en información". "Se necesitan mejores vínculos de TI para trasladar la información, no solo dentro del sistema de salud, sino también externamente", explican,

Las dos últimas inversiones se recogen en el tercer pilar, que busca reforzar a los profesionales de la salud que trabajan en primera línea. La quinta demanda va enfocada a tener como recurso a suficientes profesionales sanitarios y de cuidados a largo plazo. “Una laboral reforzada fortalece la prestación de servicios”, señalan. Para ello, tal y como explican, es necesario “crear una fuerza laboral sanitaria adecuada” y “aumentar la competitividad de los salarios de los enfermeros y trabajadores sanitarios”.

Por último, la sexta inversión se centra disponer de una “reserva médica” que pueda ofrecer “una capacidad de refuerzo flexible y rentable a la que se puede recurrir en momentos de gran necesidad”. En este sentido, los costes se relacionan principalmente con la capacitación periódica, “para garantizar que las personas alistadas en la reserva médica de un país mantengan las actividades necesarias para apoyar a los profesionales de la salud a tiempo completo”.


¿Cómo se deben financiar estas inversiones en sanidad?


Según la OECD, financiar tales inversiones requiere la aceptación y la unión de varios ministerios, no únicamente el de salud. “En el futuro, es probable que el rendimiento de estas inversiones específicas en sistemas de salud supere con creces el coste. Por ejemplo, intervenciones efectivas en atención preventiva eventualmente reducirían la necesidad de atención médica, con el consiguiente ahorro de costes”, detalla el informe.

Dentro del sector de la salud, estas inversiones evitarían, además, que el sistema se pueda ver “abrumado”. “A medio plazo, también pueden aumentar la eficiencia al reducir el gasto ineficaz y despilfarrador”, añaden. Además, desde la OECD señalan que estas inversiones impulsarán la economía en otros sectores. “Un sistema de salud más fuerte y resiliente ayudará a reducir la rigurosidad de las medidas de contención y mitigación en el futuro. Fortalece el capital humano tanto ahora, a través de una fuerza laboral más saludable y productiva, como en el futuro, a través de sociedades menos perturbadas” concluye.
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