Una revisión científica muestra nuevas evidencias, aunque destaca la heterogeneidad de los estudios sobre este mineral

El consumo de magnesio apunta a nuevos efectos sobre el colesterol
Los investigadores piden más estudios antes de recomendar el magnesio para tratar el colesterol. (Ilustración elaborada con IA)


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Una revisión científica publicada en Nutrition Journal ha confirmado que los suplementos de magnesio pueden ayudar a subir ligeramente el colesterol HDL, el conocido como 'colesterol bueno'. Sin embargo, el resto del perfil lipídico (colesterol total, LDL (el 'malo') y triglicéridos) no muestra cambios significativos con esta intervención.

El trabajo, liderado por investigadores iraníes, revisa y analiza los datos de 27 ensayos clínicos aleatorizados realizados en adultos de diferentes regiones del mundo. En total, se examinaron más de un centenar de grupos de pacientes que habían recibido suplementos de magnesio en distintas formas y dosis, durante periodos de entre cuatro y 24 semanas.

Los resultados son claros: solo el HDL sube, y lo hace de forma modesta, con una diferencia media de 1,21 miligramos por decilitro respecto al grupo de comparación. No es una cifra espectacular, pero sí estadísticamente significativa. Eso sí, el efecto no es uniforme. Se observó principalmente en personas con niveles bajos de HDL, en pacientes con alguna enfermedad o factor de riesgo, y en estudios donde se usaron dosis altas (300 miligramos o más al día) durante al menos 12 semanas.

Por el contrario, los niveles de colesterol total, triglicéridos y LDL no mostraron ninguna variación relevante. Los investigadores apuntan a varias posibles explicaciones: muchas personas estudiadas ya tenían niveles normales de magnesio, lo que limita el efecto del suplemento, y además el cuerpo tiende a eliminar por la orina el exceso de este mineral cuando no lo necesita. También influye la forma química del suplemento, ya que no todos los compuestos de magnesio se absorben igual.

El consumo de magnesio, con menos 'efecto' en Europa


A esto se suma una cuestión de fondo que los autores no esquivan en su análisis: la enorme heterogeneidad entre los estudios incluidos. Hay diferencias en los tipos de magnesio empleados, las dosis, la duración del tratamiento, las características de los participantes e incluso en los países donde se realizaron los ensayos. De hecho, los efectos positivos sobre el HDL se vieron sobre todo en estudios hechos en América, y no tanto en los realizados en Asia o Europa.

Pese a estas limitaciones, el estudio aporta datos valiosos en un campo donde la evidencia era confusa y a veces contradictoria. En 2017, una revisión similar no encontró ningún efecto claro del magnesio sobre el perfil lipídico. Esta nueva actualización incorpora estudios más recientes, amplía la muestra y afina el análisis. Aun así, los propios autores reconocen que no se puede recomendar el uso de magnesio como intervención clínica para mejorar el colesterol sin más investigaciones que confirmen y aclaren estos resultados.
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