La intervención del Ministerio logra reducir los precios respecto a la compra individual pero llevando los plazos al límite



13 sept. 2011 21:43H
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Javier Leo. Madrid

Leire Pajín, ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, y José Martínez Olmos, secretario general de Sanidad, han sido los grandes artífices del proyecto.

La central de compras de vacunas ha publicado, con poco más de una semana de margen para que comience la distribución, el resultado del concurso para la adquisición de las vacunas antigripales de la campaña 2011-2012. Con un presupuesto de casi 19 millones de euros, el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad ha logrado negociar la compra de 3,65 millones de dosis para Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura y Madrid, las ocho comunidades adheridas a la central.

Sin embargo, las críticas a la gestión, a la puesta en marcha y a las “prisas” por obtener rentabilidad política del proyecto le han llovido a Sanidad desde todos los frentes. Por un lado, los proveedores afirman que hubo errores en la redacción de los pliegos, que generaron algún que otro recurso interpuesto, así como unos plazos marcados por la urgencia de una “decisión política” que han puesto en riesgo la disponibilidad real de las vacunas para este invierno. Según explican los laboratorios, los meses de febrero o marzo son los indicados para comenzar con la producción de vacunas, pero el Ministerio no ha cerrado el proceso hasta el mes de julio, dejando “pendiente de un hilo” la disposición de las dosis.

Esta precipitación ha hecho que varias comunidades, como Canarias y Murcia, cerraran sus concursos a principios de año con precios más altos, pero garantizando, dentro de los plazos estimados, la disponibilidad de vacunas para su población. Otras, adheridas a la central, también tenían preparada la convocatoria por si el proyecto de Sanidad se descalabraba, mientras que autonomías como País Vasco y Cataluña se han aprovechado de los precios obtenidos por la central para bajarles el precio a las compañías farmacéuticas y apuntarse un tanto frente al Gobierno central.

En total, han sido cuatro los laboratorios que han pasado el corte de Sanidad. Para el primer lote de vacunas antigripales (las normales) se han adquirido a Sanofi Pasteur MSD y GlaxoSmithKline (GSK) 1,86 millones de dosis, con un precio que ha oscilado entre los 3,8 y los 3,99 euros por vacuna. El lote dos (virosómicas), 320.000 dosis, ha ido a parar a manos de Crucell, en monopolio, por 6,03 euros cada vacuna. El último lote, 1,47 millones de vacunas con inmunogenicidad reforzada (para población de riesgo), ha sido para Novartis y Sanofi Pasteur MSD, con precios entre los 4,8 y los 5,9 euros. La vacuna que Crucell presentó para el lote dos también fue admitida para este tercero, aunque no ha sido comprada por ninguna comunidad en esta modalidad.


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