César Antón dibuja un nuevo escenario de mejoras en el sector sociosanitario tras esta crisis del coronavirus

"Definamos cómo Atención Primaria presta su asistencia en residencias"
César Antón Beltrán.


6 may. 2020 17:10H
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La pandemia mundial de Covid-19 ha tenido en España, desgraciadamente, una incidencia especial. Hospitales, centros de salud y sociosanitarios han visto en pocos días desbordadas sus capacidades, quedando al borde del colapso.

César Antón Beltrán ha sido consejero de Sanidad y de Servicios Sociales en Castilla y León, y en el ámbito estatal fue director general del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso). Ahora está al frente de Sergesa Asiste. Su experiencia en el ámbito sanitario y sociosanitario hace de su testimonio una valiosa aportación a 'Lecciones del Covid-19 (qué ha aprendido el sector sanitario español ante la crisis)', un documento que Redacción Médica ofrece a sus lectores y a la Administración como herramienta de reflexión profesional ante el futuro.


¿Cuáles son los aciertos y errores que considera que se han cometido durante esta crisis?

El principal y fundamental acierto ha sido la decisión personal y valiente de cada uno de los profesionales del cuidado, a pesar del riesgo, incertidumbre y ante la falta de información y protección para su salud, de seguir cuidando a las personas que lo necesitan (pacientes residentes beneficiarios) y donde lo necesitaban.

En esa misma línea la decisión de los responsables de la gestión y organización (Responsables de la Dirección de las Residencias de Personas Mayores y Personas con Discapacidad) de ponerse al frente en la misma situación descrita anteriormente en su ámbito de actuación.

Y en ambos casos sin ninguna distinción del ámbito público o privado.

En cuanto a los errores desde mi punto de vista el primero ha sido esas primeras actuaciones que intentaban trasladarnos desde el Gobierno de la Nación a la sociedad una tranquilidad incierta e inexistente cuando ya había que empezar a actuar y sobre todo en las medidas básicas de protección de profesionales y pacientes.


"A un responsable público se le pide mesura antes de informar y actuar en situaciones de tan alta sensibilidad social y personal"


También ha habido errores de olvidos, por el desconocimiento de lo que son los contenidos y competencias de algunos ministerios, que en los momentos clave de la toma de decisión se olvidaron de las Residencias de Personas Mayores y Personas con Discapacidad.

Errores de imprudencia y de inoportunidad de no estar a la altura para ayudar a quien te lo está pidiendo y lo necesita, como fue el caso de los fallecidos en los centros residenciales. A un responsable público se le pide mesura antes de informar y actuar en situaciones de tan alta sensibilidad social y personal.

Y errores por parte de algunas formaciones políticas que cuando el sector de la atención y cuidado de las personas mayores está respondiendo favorablemente en las condiciones más adversas y de la manera que lo está haciendo, sin distinción entre público o privado, con lucro o sin lucro; plantean y reabran un debate superado.

El debate de enfrentar lo público y lo privado en un sector que llevan conviviendo más de 25 años no solo es antiguo y totalmente superado. Además, ha demostrado que gracias a la colaboración público privada tenemos el nivel de cobertura que nunca se habría logrado si no es por la confluencia de ambos. Colaboración recogida en normas de rango de ley, tanto en el ámbito de asistencia sanitaria como de atención social.

Quien quiera reabrir este debate que no aporta nada no quiere contribuir en el avance y compromiso con lo que requiere nuestra sociedad en este momento. En vez de aportar lo que quiere es enredar. Y todo ello sin una manifestación clara del Gobierno de España en defensa del sector.


Ante una crisis similar futura, ¿qué medidas deberían adoptarse ya de forma preventiva en cuanto a recursos humanos, recursos materiales, y gestión/organización?

Previamente quiero decir que en todo lo que haga referencia a los contenidos más directos de la atención y cuidados, por un lado el de las personas que los prestan, los profesionales (sanitarios, sociales y en general de todos los que participan en estos cuidados) y por otro lado el de las personas que los reciben y sus familiares; son ellos los que están en las mejores condiciones, por su conocimiento experiencia y valoración de la atención que reciben, para podernos ayudar a acertar en lo que se necesita adaptar, cambiar e innovar para el presente y el futuro; y más si tenemos en cuenta cómo nos están sacando adelante de esta crisis sanitaria que casi nadie habíamos conocido ni vivido en situaciones precedentes.

Por lo tanto, vaya por delante mi respeto y admiración a todos los profesionales y por supuesto a las demandas e inquietudes que los beneficiarios y familiares puedan plantear para enriquecer las propuestas y opiniones que a todos nos toca en este momento proponer como corresponsabilidad social.

Su consulta y participación resultan fundamentales. Desde mi punto de vista escuchar su voz, la de profesionales del cuidado de personas y familias, así como la de quienes reciben y necesitan ser cuidados (Asociaciones de Familiares de Enfermos, de Pacientes, de Personas Mayores y Personas con Discapacidad………) será una aportación necesaria para acertar en las medidas que debemos tomar.


"Toca reforzar y actualizar la protección de la salud, individual y por supuesto del conjunto de la sociedad, con una consecuencia directa e inseparable de reordenación en la asistencia sanitaria y atención social"


En cuanto a la pregunta, creo que primero tenemos que salir de ésta y ya estamos en el momento de que cada uno en nuestro ámbito de responsabilidad formulemos las propuestas que consideremos que claramente nos han de servir para superarla y si es el caso, ojalá no se den más o que tarde mucho, nos sirvan para otra similar.

Desde mi humilde conocimiento y experiencia formulo algunas propuestas siempre para el debate y por supuesto discrepancia en su caso.

Pienso que toca reforzar y actualizar la protección de la salud, individual y por supuesto del conjunto de la sociedad, con una consecuencia directa e inseparable de reordenación en la asistencia sanitaria y atención social, en definitiva, del cuidado son la clave. Tenemos que actualizar y repensar qué Modelo de Cuidados queremos para el momento actual y para futuro inmediato.

Con todo ello planteo tres grandes líneas de actuación para innovar en las nuevas formas de cuidar:

1. Qué hacer de forma inmediata en el ámbito más prioritario, la protección de la salud.
  • Se hace imprescindible establecer protocolos claros para la prevención y actuaciones a seguir por los profesionales del cuidado en sus tareas protegiéndose y a la vez protegiendo a quien tienen que cuidar y en función de donde se realizan la atención y cuidados (Centros Sanitarios y Sociales, consultas……. Y por supuesto en la atención a domicilio).
  • Será preciso establecer sistemas de dotación y aprovisionamiento de material y equipos que garanticen esta protección y poder responder ante situaciones de emergencia o similares a las que estamos viviendo.
  • ¿Necesitamos reforzar medidas de Educación en Salud Pública al conjunto de la población?

A título de ejemplo en España según los datos públicos y publicados hay 381.158 Personas Mayores que tienen como vivienda habitual su centro residencial (desde 25 plazas, de 80 plazas de 180 plazas o de más de 200 plazas). Pero también debemos tener en cuenta que 96.499 acude a un centro de día, y 451.507 son beneficiarios del servicio social de Atención a Domicilio. Y otro dato importante es que 426.938 personas en situación de dependencia reciben la prestación económica por cuidados de un familiar en su hogar (cuidados no
profesionales). Más las Personas con algún tipo de Discapacidad que disfrutan de estos mismos servicios o de
servicios similares (residencias y atención a domicilio). También tener en cuenta que en los últimos años hay personas que reciben cuidados personales a través de una cuidadora por nivel y decisión de relación privada de los cuales no tengo datos.

2. Propuestas a corto plazo.
  • Analizar todas aquellas situaciones de asistencia a las que puedan serles de aplicación las nuevas tecnologías de la información y la comunicación que permitan facilitar la atención y cuidados a la vez que evitan desplazamientos y contactos directos, pero permitan la accesibilidad y acercamiento entre profesionales y pacientes/beneficiarios.
  • Es imprescindible definir claramente y determinar la mejor forma y manera posibles de cómo prestar la asistencia sanitaria de Atención Primaria en los centros residenciales.
  • Abordar los cambios y adaptaciones imprescindibles en el medio rural.
Para ello es básico utilizar la experiencia los resultados y sobre todo utilizar todos los recursos existentes fundamentalmente de profesionales médicos de enfermería de nuestro Sistema Nacional de Salud, de los Centros Residenciales y de los que prestan atención y cuidados en el domicilio. Y en una muestra y ejercicio de mayor transparencia calcular el coste de esta asistencia en el conjunto de la atención residencial que actualmente se está prestando.
  • A su vez resulta necesario dar solución a la prestación sanitaria de atención farmacéutica, en el ámbito tanto del domicilio individual sobre todo para las personas que no pueden acudir habitualmente a la farmacia y por supuesto del domicilio en un centro residencial.
No solo es una necesidad pensando en las personas, pacientes que más necesitan y usan esta prestación si no que está demostrado que una buena adherencia al tratamiento y un buen cumplimiento del tratamiento farmacológico mejora las condiciones de salud de los pacientes de las familias de los cuidadores y es beneficioso para el conjunto del Sistema en la mejor utilización de las consultas, las visitas a urgencias y los ingresos hospitalarios.

No debiéramos quedarnos en que se trata de otro ejemplo de necesidad que se haya manifestado más patente por esta situación y volver a mirar para otro lado. 


"Hay que abordar los cambios y adaptaciones imprescindibles en el medio rural"


Vemos con absoluta normalidad una videoconsulta con profesionales sanitarios y sociales y por qué no con nuestra Farmacéutica/o para dar continuidad a la prestación de atención farmacéutica, en los casos que sea necesario; asimismo admitimos que preparar por ejemplo los pastilleros lo pueden realizar y por tanto manipular las cuidadoras o los familiares, cuando con muchas más garantías las farmacias serían las más adecuadas para preparar las dosificaciones personalizadas, en muchas situaciones.

Con absoluto respeto y puedo estar equivocado, por mi parte está claramente prohibida en la normativa al respecto la venta a domicilio de medicamentos con receta oficial, pero no veo con esa rotundidad la prohibición expresa a la atención farmacéutica y dentro de ella la dispensación a quien teniendo derecho no pueda acudir a su oficina de farmacia. Entiendo que en una misma norma cuando el legislador quiere diferenciar venta y prohibirla y no referirse en estos mismos términos a la dispensación es un motivo para reflexionar.

En este caso además deberíamos hacer un gran ejercicio del sentido común y reflexionar conjuntamente de que la primera vez que se ha querido regular esta prestación en los centros residenciales, con una normativa publicada en el año 2012, es cierto que, con un objetivo distinto al puramente asistencial, ocho años después no se esté aplicando y por mucho que miremos a otro lado es una prueba palpable de que de esa manera no se puede hacer.
  • Analizar si será necesaria la existencia, obviamente para algunas situaciones personales, del seguimiento y tratamiento de pacientes residentes a través de la hospitalización a domicilio desde el hospital de referencia y para el tiempo que se precise.
Del análisis de estos 10 últimos años, hay un dato significativo en el cambio del perfil. de las personas que reciben atención residencial. Según su edad. En el año 2010 las personas que recibían atención residencial, el 67 % eran mayores de 80 años y el 66 % mujeres. Con los datos del año 2018, el 81,2 % son mayores de 80 años y el 70 % son mujeres.
  • Innovación, actualización y adaptación del nuevo concepto de Cuidados a las necesidades actuales de cuidar a las personas los efectos en sus familias y la figura del cuidador.
En los procesos e instrumentos de valoración de las necesidades personales de cuidado, tiene que realizarse desde un punto de vista integral de la salud y cuidados que necesita las personas y relacionados con su calidad de vida. Es necesario plantear los cuidados desde el punto de vista tanto de asistencia sanitaria, social de las
personas que lo necesitan de la familia de apoyo a los cuidadores y por supuesto teniendo en cuenta el aspecto emocional y de relaciones personales ante las prevenciones de situaciones de aislamiento y soledad no deseados.
  • Innovación en el catálogo o cartera de servicios que den una respuesta adecuada a las necesidades valoradas de acuerdo con los apartados anteriores.
Debemos reflexionar porque algunos de los servicios conocidos como clásicos de la atención fundamentalmente a personas mayores como puede ser la ayuda a domicilio o incluso la atención residencia, sistemáticamente en los últimos años está reduciéndose su grado de cobertura cuando la población a proteger aumenta. Creo que debemos tener presente también que están surgiendo nuevas demandas y formas de prestar la atención y cuidados, considero que paralelas o al margen de la cartera de servicios tradicionalmente entendida, fundamentalmente a través del acuerdo bilateral entre persona y familiar con un cuidado más personalizado.
  • La prioridad real y efectiva de la atención y cuidados debe ser a través de servicios profesionales, con criterios de cualificación, preparación profesional, formación y prestados siempre a través de servicios públicos, empresas y entidades debidamente autorizadas y que cumplen todos los requisitos exigidos para la adecuada prestación de estos servicios y la atención a las personas.
Considero que es la forma, además demostrada, en la que además de realizar la atención mejor adaptada a las necesidades de cada persona y familia, no se trasladan pesos fundamentalmente a las mujeres como cuidadoras familiares y se les puede apoyar en su tarea de cuidadoras.

Creo que nuestra sociedad tiene muy claramente diferenciadas lo que son las relaciones laborales y sus obligaciones de las relaciones familiares y sus compromisos.

Además, así se contribuye, por los retornos a través de la actividad económica, de consumos, de cotizaciones a la Seguridad Social, pago de impuestos; es decir en general a la financiación del coste de los cuidados a nivel de la sociedad en su conjunto.

Sin olvidar que el empleo es uno de nuestros principales bienes sociales. A través de él desarrollamos nuestro proyecto de vida personal, es una forma de sentirnos útiles como ciudadanos contribuyendo al bien común. Por otro lado, el sector del cuidado sostiene empleo y tiene capacidad para generar nuevos empleos, necesidad
imprescindible para la reconstrucción sanitaria social y económica de nuestro país.

En este sentido la colaboración pública privada en el sector, que llevan conviviendo más de 25 años ha demostrado que gracias a ella tenemos el nivel de cobertura que nunca se habría logrado si no es por la confluencia de ambos. Colaboración recogida en normas de rango de ley, tanto en el ámbito de asistencia sanitaria como de atención social.
  • En el ámbito de la legislación laboral y para complementar la prioridad del punto anterior incluso lo que realmente se establece por ejemplo en la ley de dependencia, aunque no haya sido lo que ha ocurrido después de estos últimos años, es necesario regular adecuadamente todas las posibilidades de modalidades de contratación que se aplican a otros sectores y en concreto un ejemplo de ello es el por qué no se ha desarrollado el cuidado de asistencia profesional a través de la figura de la asistente personal.
Es fundamental tener claro e identificar cuáles pueden ser los obstáculos que desde mi punto de vista pueden entorpecer estos planteamientos y que por supuesto todos ellos están sometidos a debate y por supuesto discrepancia.

En este sentido considero que el principal escollo para llevar a buen término estas propuestas y reflexiones últimas, es los efectos de la economía sumergida en el sector del cuidado. Cada uno desde nuestra parte de responsabilidad tenemos que ser capaces de combatirlo pues es fundamental para unas buenas bases de calidad y transparencia en el nuevo modelo de cuidar que necesitamos para nuestra sociedad.

En esta desagradable situación que nos ha provocado el coronavirus también hemos visto que es necesario proteger la salud de los que realizan cuidados de esta forma paralela y por supuesto de las personas y familiares que son cuidadas y en los protocolos y procedimientos a los que me refería que deben establecerse así como la dotación de material de equipos de protección siempre será más fácil realizar una buena cobertura y aplicación si tenemos una referencia transparente de quienes son las personas atendidas, donde y por qué profesionales a través de lo que es un procedimiento transparente.

Que la economía sumergida en el sector del cuidado no se convierta además en un problema de salud pública.
  • En los casos que exista financiación pública a través de los presupuestos de más de una Administración, para la financiación de la atención y cuidados, debía ser a través de un único instrumento y que permitiese reflejar de forma transparente la trazabilidad de estos ingresos y gastos públicos, en cada uno de los presupuestos de cada una de las Administraciones participantes, garantizando que se cumple la finalidad para la que han sido aprobados y facilitará conocer el coste de los servicios.

¿Qué podría haber aportado la iniciativa privada que no haya podido hacer por la premura en el estallido de la crisis actual?

Primer lugar el sector ha respondido en lo prioritario y necesario en estas circunstancias, como lo ya dicho que ha sido mantener la atención.

Debido a la premura del tiempo por la situación como se señala en la pregunta, quizá haya faltado en estos momentos, el haber tenido una voz “común”, no única, del conjunto del sector, al menos desde el ámbito social para realizar algunas contestaciones ante informaciones injustas y basadas en el desconocimiento de lo que estaba ocurriendo realmente y por supuesto de la atención que presta el sector a través de sus servicios.

Puede que la propia manera de cómo ha surgido el sector, cómo ha ido creciendo sus diversas formas de organización (es un dato, ningún reproche) hagan de ello una tarea que no es fácil.

Pero también es el momento de intentar tener una voz común y planteamientos básicos a compartir con independencia y con absoluto respeto a cada empresa o entidad de cómo organizar y desarrollar su actividad.

En el momento actual la sociedad reclama propuestas y participación en el necesario proceso de reconstrucción social, política y económica que nos demanda y que es imprescindible para nuestra convivencia.

Tenemos que estar a la altura de poder trasladar nuestra propuesta a quienes en nuestro sistema político, gobiernos, administraciones públicas y fuerzas políticas les corresponde la toma de las decisiones adecuadas para este proceso de reconstrucción, si creemos en el interés común. Considero que es bueno, habría sido bueno antes, sigue siendo bueno ahora y es bueno para después.
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