Francisco Hevia: “Cualquier cosa que la compañía hiciese debería fomentar la salud de las personas”

Laura G. Rueda. Madrid
Francisco Hevia está al frente de la Dirección de Responsabilidad Corporativa y de Comunicación de Leche Pascual, creada en junio de 2013. La compañía ha iniciado ahora una etapa en la que, bajo el nombre de Calidad Pascual, hace de la salud y de la nutrición asuntos clave en su estrategia. Hevia, que ya había ejercido funciones similares en Grupo Siro, se incorporó a la compañía precisamente para acompañarla en este nuevo comienzo.

Francisco Hevia, director de RSC y Comunicación de Calidad Pascual.

Recientemente Leche Pascual ha cambiado su nombre por el de Calidad Pascual posicionándose como una compañía de salud y nutrición, y se ha unido a la Fundación Seres (Sociedad y Empresa Responsable).  ¿Es ahora más importante la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) para la compañía?

Una compañía familiar como es la nuestra se basa en los valores que la familia es capaz de trasladar a la empresa. En esta empresa los valores han sido siempre los mismos: cercanía, integración, calidad, innovación… Esos valores potencian muy bien estrategias de RSC. Lo que estamos haciendo ahora es dar un paso hacia la sistematización generando una estrategia de Valor Compartido con los grupos de interés, porque hasta ahora la compañía lo hacía pero no tenía sistematizada la estrategia global. Luego, no se ha producido un cambio en el nivel de importancia, lo que se ha producido es un cambio en el nivel de sistematización del proceso de trabajo.

¿Y cómo se integra ahora la RSC en Calidad Pascual?

Ahora mismo está en un nivel tan estratégico que la estrategia empieza en entender bien lo que necesita la gente para que luego lo que hace la compañía tenga sentido y sea capaz de responder bien sus necesidades.

¿Cuál sería el papel del Instituto Tomás Pascual?

El Instituto es una herramienta que la compañía tiene para un tema muy concreto: investigación y difusión de conocimiento en el entorno de la alimentación. Pero es sólo una herramienta más. En Calidad Pascual existe un comité de Valor Compartido, en el que están representadas todas las áreas de la compañía desde el punto de vista de la gestión de impactos –Finanzas, Recursos Humanos, Medio Ambiente, Responsabilidad Social, Secretaría General y Asesoría Jurídica–, en él se elabora el plan director de creación de valor compartido que después deben ejecutar las unidades de negocio.

Centrándonos en la parte sociosanitaria de la RSC, en lo que atañe a la promoción de la salud, ¿cuál sería el objetivo para 2014?

Más que en la promoción, nosotros deberíamos ser una compañía saludable en su conjunto, cualquier cosa que la compañía hiciese debería fomentar la salud de las personas. Generalmente nos centramos en la aportación de nuestros productos al consumidor y ahí estamos trabajando con todas las unidades de negocio para que nuestros productos sean saludables. Pero hay otras cosas que podemos hacer: fomentar la salud de nuestros trabajadores, transportistas, ganaderos, proveedores… A través del Instituto Tomás Pascual podemos generar información, investigación, formación sensibilización para hábitos saludables de vida, etc. Hay muchas cosas que la compañía puede hacer que mejoren el conjunto global de la salud, entendido no sólo desde el punto de vista de la nutrición, si no desde todos los puntos de vista y para todos los grupos de interés.

¿Queda mucho camino por delante en este sentido?

El mundo de la RSC, como dice Ramón Jáuregui, parafraseando a Santa Teresa de Jesús, es un camino de perfección. No hay meta, hay mucho que hacer y lo va a haber siempre porque la sociedad cambia, evoluciona y sus necesidades van transformándose. Hay grandísimos retos sociales encima de la mesa en los que las compañías como la nuestra pueden colaborar. Por ejemplo, ¿qué va a pasar con la población de cuarta edad? Desde el punto de vista nutricional, ¿las empresas de alimentación estamos ofertando productos adecuados y adaptados a este colectivo? ¿Qué va a pasar con el agua en el futuro? ¿Va a haber? Hay mucho que hacer ya, pero va a haber mucho que hacer siempre.

Desde su punto de vista, ¿cuál es el papel que tiene que asumir la industria alimentaria en la salud de la sociedad?

El más evidente es que el producto que se pone en la calle, mejore la salud de las personas; que sea un producto responsable con mayúsculas. En la propia definición del alimento, tenemos la responsabilidad en intentar cumplir que ese alimento, aparte de cumplir con la seguridad alimentaria, algo que en países como el nuestro ya es una asignatura superada; aporte valor desde el punto de vista nutricional. Además de esto, hay una parte de formación a la sociedad en buenos hábitos que tenemos que ejercer. Es decir, trabajamos en la industria alimentaria, damos de comer a la gente, ¿tenemos una responsabilidad con el mundo académico, con las Administraciones Públicas de fomentar que la alimentación y los hábitos de alimentación vayan mejorando? Claro que la tenemos.

¿Ejercer esta responsabilidad es compatible con ser rentable?

No es sólo que sea compatible, es que son partes de la misma realidad. Ser rentable, pero irresponsable no es el tipo de compañía que la familia Pascual quiere tener. Tenemos que ser una compañía que cree valor y lo reparta con sus grupos de interés, ese es el mandato que recibimos de la propiedad de la compañía. Queremos una compañía que genere legado, bienestar y desarrollo social.

¿Cómo es una empresa responsable?

Aquella que es capaz de crear valor y repartirlo, es una organización está compuesta por las personas que dedican su vida a hacer cosas que mejoran la sociedad.

Para finalizar, volviendo al terreno de la Responsabilidad Sociosanitaria, entre las últimas acciones llevadas a cabo por la compañía en este sentido se encuentra el desarrollo de la gama de productos para diabéticos DiaBalance a través de BalanceLabs, fruto de la unión de Grupo Leche Pascual y Esteve. Explíquenos en qué consiste este proyecto.

Hemos cogido el conocimiento de dos empresas, nosotros conocemos el mundo de la alimentación y Esteve el de la farmacia; hemos detectado un problema que hay en la sociedad, las personas con diabetes no tienen una oferta agroalimentaria que satisfaga sus necesidades; hemos cogido lo mejor de las dos empresas y lo hemos compartido para crear una oferta global y extensiva de productos que solucionen y mejoren la calidad de vida de ese colectivo y normalice la alimentación de las personas con diabetes. Esto hace que la sociedad avance y para ello hemos roto los esquemas, no nos hemos quedado dentro de la compañía, si hay alguien que sabe más que yo, por qué no voy a compartir mis recursos para hacer algo todavía mejor. Ese es el modelo de desarrollo de compañías que en futuro va a tener sentido.