Un estudio ofrece un punto de entrada prometedor para atacar un síntoma debilitante del trastorno

Los fallos en el ‘GPS’ del cerebro son síntoma de esquizofrenia
Uno de los coautores del estudio, Joseph Gogos.


4 sept. 2017 17:30H
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POR REDACCIÓN
Un equipo de científicos de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, ha descubierto que las interrupciones en el centro de navegación espacial del cerebro, el GPS interno, dan lugar a algunos de los graves déficit de memoria que se observan en la esquizofrenia.

Los hallazgos, publicados en Nature Neuroscience, ofrecen un punto de entrada prometedor para atacar un síntoma casi universal y debilitante del trastorno, que hasta ahora ha resistido todas las formas de tratamiento.

Para llevar a cabo la investigación, el laboratorio se centró en una región cerebral llamada CA1, ubicada en el hipocampo, que desempeña un papel tanto en la navegación como en la memoria episódica. Es el hogar de células de lugar, que en conjunto forman mapas internos en el cerebro críticas para navegar en el entorno actual. Asimimo, también codifican los aspectos espaciales de los recuerdos episódicos, como dónde estaba una persona cuando vio por última vez a su mejor amigo o el lugar en el que sus padres siempre guardaban las decoraciones navideñas.

Los científicos ubicaron a los dos grupos de roedores en una cinta de correr bajo un microscopio de dos fotones de alta resolución, donde fueron expuestos a una variedad de imágenes, sonidos y olores (incluyendo una recompensa de agua colocada en lugares no marcados en la cinta andadora).

Los animales mostraron diferencias sorprendentes en el comportamiento y en la actividad celular. Aunque ambos grupos pudieron navegar con éxito en un nuevo entorno, los ratones de tipo esquizofrenia tuvieron más problemas para recordar ambientes familiares de un día a otro, así como adaptarse cuando los aspectos de ese entorno cambiaban. Mediante el seguimiento simultáneo de las células de lugar de los animales a través del microscopio de dos fotones, el equipo detectó la diferencia.

Según uno de los autores principales del trabajo, Attila Losonczy, "cuando los ratones sanos se acercaron a algo familiar, como el agua, las células de lugar dispararon con creciente intensidad, y luego se tranquilizaron cuando los animales se alejaron. Y cuando movimos la ubicación del agua y dimos a los animales la oportunidad de volver a aprender dónde estaba, la actividad de sus células de lugar reflejó la nueva ubicación".

En palabras de su compañero en la investigación, Joseph Gogos, "estos estudios están ayudando a construir una comprensión de un trastorno que ha seguido siendo un misterio biológico. Al señalar las muchas causas de la esquizofrenia, estamos abriendo múltiples puntos de intervención para frenar, detener e, incluso, prevenir el trastorno, lo que significa mejorar dramáticamente la vida de los pacientes y sus familias".
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