La sanidad privada, 'ajena' a la reforma del despido: "Queremos contratar"

El Gobierno trabaja ya en una ampliación de la reforma laboral, donde plantea una nueva herramienta de flexibilidad interna para las empresas como alternativa a los despidos: el Mecanismo de Sostenibilidad de Empleo (MSE). Según adelanta Eldiario.es, este protocolo prioriza las reducciones de jornada frente a los despidos, especialmente cuando las empresas afronten situaciones imprevisibles como la pandemia del Covid-19. 

Una opción que en la sanidad privada creen que tiene poca afectación, porque el sector se encuentra ahora mismo “con necesidad de contratación y no de despidos”, tal y como explica Alfonso de la Lama-Noriega, secretario general de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), a Redacción Médica.

Más de 5.000 sanitarios contratados en el año Covid

En concreto, y a pesar de que “el despido objetivo es una herramienta común, en sus distintas variantes, en toda la economía”, esta reforma no tiene una afectación diferenciada en la sanidad, según De la Lama. Y menos en la actual situación, tras haber superado los momentos más complicados de la pandemia del Covid-19.

De hecho, el secretario general de ASPE explica que, durante la crisis sanitaria del coronavirus, el 99 por ciento de los centros sanitarios privados no realizó ningún ajuste de sus plantillas a través de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), y el 94 por ciento de ellos no realizó ningún Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

Por el contrario, la sanidad privada ha aumentado su plantilla desde 2020 con 5.000 profesionales sanitarios, un 6 por ciento más que el año anterior, y sigue precisando de la incorporación de más trabajadores, especialmente de personal de Enfermería y de médicos.

“En la sanidad privada hablaríamos, por tanto, de escasez de profesionales y necesidad de contratación y no de despidos”, asevera De la Lama.

La reforma laboral del Gobierno

En términos generales, el MSE que plantea el Gobierno tiene como objetivo ser un recurso permanente con las mismas funciones que, hasta el momento, han tenido los ERTE en la pandemia del coronavirus, tal y como ha explicado el Ministerio de Trabajo a los agentes sociales.

La intención es que este mecanismo sea prioritario por encima de todas las formas de despido objetivo y que, ante otra crisis similar, el empresario recurra a las reducciones de jornada antes que al despido.