El neurólogo del HLA Montpellier destaca en una entrevista los avances en el tratamiento del Parkinson

Javier López del Val: “El 'leimotiv' de mi vida son los pacientes"
Javier López del Val, neurólogo del HLa Montpellier.


3 nov. 2017 13:50H
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POR REDACCIÓN
HLA Montpellier incorpora desde el pasado mes de agosto al doctor Javier López del Val a su cartera de especialistas. López del Val es neurólogo y cuenta con más de 40 años de experiencia. Con una predisposición natural para escuchar y ayudar, cuenta su cambio de  la sanidad pública a la privada, concretamente el cambio a HLA Montpellier.

Más de 5.000 personas padecen Parkinson en Aragón. Los tratamientos evolucionan para mejorar la calidad de vida de quiénes lo sufren, en espera de una cura a esta enfermedad. De la patología y de su tratamiento ha hablado este viernes Javier López del Val.

El doctor tiene como objetivo personal, seguir aprendiendo, mantener su nivel de excelencia en diagnóstico precoz y nuevos tratamientos de las enfermedades neurológicas en general y en especial aquellas que cursan con trastorno del movimiento a las que ha dedicado prácticamente toda su vida. Dentro de este amplio grupo, probablemente la más prevalente es la enfermedad del Parkinson.

La enfermedad del Parkinson ha dado un giro radical en la evolución de los pacientes en los últimos veinte años. “Han aparecido fármacos nuevos y hemos aprendido a utilizar los fármacos antiguos más racionalmente, lo que hace que el paciente pueda fallecer de cualquier otra cosa menos de su enfermedad de Parkinson. Por lo tanto la situación actual es evidentemente mejor y va a seguir mejorando, aunque aún no haya una curación definitiva”, apunta López del Val.

Actualmente no se conocen cuáles son las causas exactas de la enfermedad, se sabe que un 10% de los pacientes tienen Parkinson hereditario, pero en el otro 90% se desconoce la causa por completo. “Lo que sí se sabe es que favorece la aparición de esta enfermedad el beber agua de pozo o la exposición a pesticidas o herbicidas; pero para que a una persona le afecte se requiere, no solo estar expuestos a pesticidas, sino tener una predisposición que desencadene la enfermedad”, respalda.

En cuanto a la prevención de esta enfermedad, López del Val puntualiza que “de cara a la enfermedad del Parkinson, se sabe que el té verde y las habas tienen una gran cantidad de dopamina, lo que sirve para mejorar clínicamente al paciente una vez que ya se ha diagnosticado la enfermedad, pero no antes de haber sido analizado”.
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