Profesional sanitario realizando una extracción de sangre como parte de un control preventivo cubierto por un seguro de salud sin copagos
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La salud puede ser un tema complicado para muchos, sobre todo si consideramos también la parte financiera. Existen maneras de tratar a tiempo estos problemas sin sacrificar realmente comodidades o incluso poner en peligro la situación económica del individuo. Y para ello tenemos los seguros de salud sin copagos, perfectos para quienes priorizan su salud sin tener que gastar demasiado dinero en ello.

La importancia de la prevención médica


Lo normal es que un problema de salud se complique a medida que avanza, lo que incrementa normalmente los costes tanto en bienestar como en dinero. Incluso podemos llegar a hablar de situaciones en las que es muy difícil volver atrás si no se tratan a tiempo o se evitan directamente. Y es aquí donde tiene un rol la prevención médica.

La OMS define a la prevención en salud como “medidas destinadas no solamente a prevenir la aparición de la enfermedad, tales como la reducción de factores de riesgo, sino también a detener su avance y atenuar sus consecuencias una vez establecidas”. Esto se ha logrado a través del estudio de las enfermedades y cómo se desarrollan, lo que ha permitido prevenirlas, tratarlas en etapas tempranas y reducir sus complicaciones en caso de que ya el individuo padezca de una.

De hecho, se puede entender mejor si pensamos en los diferentes tipos de prevención médica:

  1. Prevención primaria. Es el conjunto de todas las acciones destinadas a evitar adquirir algún problema de salud o dolencia. Se aplica en personas sanas para evitar que estén expuestas al padecimiento de alguna complicación de salud. Abarca desde los hábitos hasta la mejora de condiciones ambientales o económicas y factores de riesgo que rodean a la persona.
  2. Prevención secundaria. Busca detectar la posible enfermedad o padecimiento en etapas tempranas para un tratamiento precoz. Su objetivo es intentar evitar el progreso o establecer unas buenas bases para el tratamiento en caso de que se desarrolle.
  3. Prevención terciaria. Ya es la etapa en la que se hace el tratamiento de la enfermedad mientras se reducen sus complicaciones y las secuelas que pueda traer una vez superada la situación.
Para una persona por cuenta propia podría sentirse abrumador incluso pensar en todo lo relacionado con la prevención médica porque conlleva gastos y compromisos difíciles de asumir. Sin embargo, el camino se vuelve más sencillo de la mano de un seguro de salud apropiado.

Se convierte en una herramienta a la que acudir incluso para personas sanas que quieren cuidar de su salud porque les permite actuar activamente en pro de su bienestar. Al final, el mejor problema de salud es el que se evita, pero para ello se tiene que actuar desde el principio.

Atención médica de calidad sin sorpresas


No sirve de nada tener atención médica constante si no es realmente efectiva, es decir, de calidad. Y todos tenemos derecho a ella, sin excepciones. El problema con esto es que suele ser costosa por sí misma, pero para ello tenemos subvenciones, atención pública, la herramienta del seguro médico y las estimaciones de buena fe de los costes junto con pruebas, honorarios, equipos, medicamentos y demás.

El conjunto de estos elementos hace que la persona obtenga un presupuesto real por la atención que va a recibir, y los medios para pagarla a través del seguro si decide acudir a un centro médico privado. Y, en caso de no tener un seguro, seguirá pagando por un servicio valorado en un precio real y justo. Por supuesto, también existe la atención pública junto con todos los servicios que ofrece, aunque es cierto que puede ser más lenta que una privada.

Incluso con todas estas consideraciones pueden surgir algunos gastos no estipulados previamente por complicaciones que no se tenían previstas. A menos que se cuente con un seguro de salud sin copagos.

Ventajas de un seguro de salud sin copagos


Lo realmente atractivo de este tipo de seguros es la tranquilidad del pago de una prima fija mensual o anual, sin costes adicionales no previstos. Como resultado, la persona tiene acceso a atención médica de calidad en cualquier momento, sin sorpresas, y con una planificación financiera sólida.

Podemos ver en detalle el valor de un seguro de salud sin copagos.

  • Cobertura amplia e integral.
  • Precio fijo de la prima, sin gastos adicionales.
  • Acceso ilimitado a los servicios médicos.
  • Mayor control de las finanzas.
Este conjunto de características hace que sea un tipo de seguro conveniente para personas con necesidades frecuentes o que simplemente prioriza la prevención de problemas de salud a través de controles regulares. Funciona porque es un modelo que incentiva a que cada uno acuda a tiempo al médico al no tener que preocuparse por precios elevados o gastos sorpresa. A mediano y largo plazo, este tipo de acciones se traduce en bienestar físico y económico.

Cuidar de la salud ya no tiene tanto que ver con un gasto grande, sino con una planificación que incluye tanto la prevención activa como una buena planificación financiera. Y ambos aspectos los puedes cubrir con un seguro de salud sin copagos.
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