Cirujanos destacan cómo esta tecnología y la IA mejoran la precisión, reducen complicaciones y aceleran la recuperación

Elena Martín, del Hospital La Princesa, Óscar Alonso, de Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten y Manuel Barrera Hospital Universitario Hospiten Rambla.


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La cirugía de alta complejidad, especialmente en el ámbito hepatobiliopancreático, está experimentando una transformación significativa gracias a la incorporación de tecnologías avanzadas como la cirugía robótica, la inteligencia artificial (IA) y la imagen 3D. Estos avances no solo mejoran la precisión técnica y la recuperación del paciente, sino que también redefinen los estándares de formación y colaboración multidisciplinar en los equipos quirúrgicos.

Elena Martín Pérez, jefa del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital La Princesa (Madrid).

“La cirugía robótica y laparoscópica nos ha hecho que tengamos más precisión técnica y los pacientes tengan mínima invasión, menos cicatrices y se recuperen antes y podamos acceder a lugares anatómicos que nos permita hacer esa cirugía con más precisión y con más habilidades y que va a repercutir de forma clara en el paciente”,  explica Elena Martín Pérez, jefa del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital La Princesa, quien valora así la evolución del concepto de alta complejidad  en cirugía con la entrada de las nuevas tecnologías.

En este sentido, Manuel Barrera Gómez, jefe del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Universitario Hospiten Rambla, recalca que la cirugía de alta complejidad “requiere una especialización muy importante a lo largo de muchos años, y esta tecnología (IA, robótica) nos permite poder trabajar en espacios muy reducidos, con una visión perfecta, con pérdidas de sangre mínimas’’.

Por su parte, Óscar Alonso Casado, jefe del Servicio de Cirugía Hepatobiliopancreática y responsable de la Unidad de Cirugía Robótica de Aparato Digestivo de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten, destaca que “esa especialización y el alto nivel técnico necesario para este tipo de cirugía también la necesitamos en los compañeros que nos acompañan, en el abordaje multidisciplinar de cualquier enfermedad y sobre todo del cáncer. Ese desarrollo tecnológico y ese crecimiento también ha sucedido en la imagen, en la endoscopia. Y todo eso ayuda mucho a la planificación y a la realización de estas técnicas quirúrgicas.

Debate

Debate "Avances en cirugía de alta complejidad: integración de inteligencia artificial y robótica quirúrgica".


Principales retos de la cirugía pancreática en el entorno actual


Esta especialización tecnológica también conlleva retos técnicos, logísticos y clínicos, especialmente cuando se trata de cirugías como la pancreática, abordadas de una forma mínimamente invasiva. Para Martín Pérez, declarada fan de la cirugía robótica, “es importante que este reto técnico tenga una capacitación, una formación de los profesionales que lo hacen. Para ello hay múltiples publicaciones que están diciendo que para hacer la cirugía duodenopancreática, incluida la cefálica, hagan falta un número específico de 20, 40 o incluso más intervenciones para poder ser un experto”. En su opinión, desde el punto de vista clínico “predecir las complicaciones” a las que se van a enfrentar en una cirugía compleja es un punto en el que la tecnología puede ayudar mucho, mientras que el punto de vista logístico, matiza que dicha ayuda “implica un coste elevado”.

Para Alonso Casado, uno de los principales retos clínicos en la cirugía compleja es la adecuada selección de pacientes, especialmente en el contexto oncológico. Tal como explica, en los últimos años ha cobrado relevancia el concepto de “futilidad”, es decir, la realización de procedimientos que finalmente no aportan un beneficio real para el paciente. “Cuando analizas los resultados de los estudios, te sorprendes de la cantidad de procedimientos que luego ves que no han aportado al paciente beneficio desde el punto de vista oncológico o de calidad de vida”, señala. “En eso es donde creo que la inteligencia artificial y sus modelos personalizados y dirigidos a patologías concretas nos pueden ayudar mucho", matiza.

Óscar Alonso Casado, jefe del Servicio de Cirugía Hepatobiliopancreática y responsable de la Unidad de Cirugía Robótica de Aparato Digestivo de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten.

Desde el punto de vista logístico, continúa: "Podríamos hablar de la creación de unidades especializadas y de centralización que pueden hacer que esas unidades sean más eficientes y que esos cirujanos o médicos más especializados y no solo médicos, sino todo el personal de enfermería de todos los niveles, estén preparados para ese tipo de pacientes”, insiste el cirujano de MD Anderson Madrid - Hospiten.

Para Manuel Barrera es fundamental que los equipos sean multidisciplinares, ya que tratan patologías complejas que implican a muchos especialistas y dependen mucho de las técnicas de imagen. “Hoy en día tenemos las reconstrucciones 3D, que son fundamentales para preparar la intervención y decidir qué tipo de intervención o cuándo hay que hacerla". 

Ventajas de la cirugía robótica en intervenciones hepáticas y pancreáticas


Según Alonso Casado las ventajas son claras; visión y maniobrabilidad. “En el momento en que ves en tres dimensiones ya estás mejorando frente a las dos dimensiones, porque realmente en laparoscopia se nos acaba acostumbrando a ver en dos dimensiones, pero cuando ves en tres dimensiones ya la cosa cambia y te permite hacer ciertas maniobras que en dos dimensiones hay que hacerlas con mucho cuidado”, explica.

Para Martín Pérez la clave está en la comodidad, ya que el manejo de un robot les va a permitir “estar sentados” frente a operaciones de más de ocho horas de duración que anteriormente les produciría enorme fatiga y sería un factor importante en la reducción de precisión.

Manuel Barrera Gómez, jefe del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Universitario Hospiten Rambla (Santa Cruz de Tenerife).

Bajo la perspectiva de Barrera Gómez, la clave está en que “dominas todo, todo el campo quirúrgico, la cámara, los instrumentos de trabajo, el sellado vascular, dominas la coagulación. Y la verdad es que es espectacular. Y ganas en comodidad. Ganamos en seguridad. En precisión”.

En este sentido, para Alonso Casado hay un porcentaje de pacientes de estas cirugías de alta complejidad que “mientras que antes decidías hacer una cirugía abierta y descartar la laparoscopia por la complejidad del caso, ahora tienes la opción de poder hacerlo con el robot. Esta facilidad contribuye a democratizar ciertas cirugías, teniendo siempre una capacitación y una formación en cirugía robótica”.

Casos clínicos donde la tecnología fue diferencial


Para los tres especialistas la gran diferencia está en el estudio previo a la intervención y la planificación de la misma: “El modelo 3D es espectacular porque permite ver en tres dimensiones, permite navegar a través de las estructuras vasculares, permite ver los órganos implicados y su relación con las estructuras vecinas, ver el tumor en todas sus dimensiones y percibir situaciones en las cuales a veces puede ser necesario abortar una intervención previa o plantearse otro tipo de estrategias quirúrgicas”, destaca Barrera Gómez.

En ello coincide con Martín Pérez que afirma que el tener reconstrucciones 3D permite “desechar algún paciente que tuviera infiltraciones vasculares demasiado grandes y planificar, vas más confiado/a a la cirugía”, resume.

Para Alonso Casado, es importante "no encontrarte sorpresas porque si bien antes veías las imágenes en 2D y te hacías un esquema mental en 3D, ahora, la reconstrucción 3D te permite ver pequeños detalles que antes no podías saber a priori, como la distancia, la localización, etcétera”.

El modelo 3D es espectacular porque permite ver en tres dimensiones


La inteligencia artificial entra en el quirófano

La inteligencia artificial no solo ha llegado a la Medicina, sino que empieza a asentarse como una herramienta clave en la cirugía compleja. Elena Martín explica que ya se están utilizando algoritmos en la fase preoperatoria: "Desde el punto de vista preoperatorio, pues hay muchos algoritmos ya para planificación, incluso podemos hacerlo intraoperatorio". Destacó especialmente su utilidad en la predicción de complicaciones: "Te predicen de forma más compleja, tomando todos los datos que tienes de experiencias previas".

Barrera Gómez comparte su visión en este apartado: "La inteligencia artificial nos ayudará mucho más en esta fase. Seguro. A través de múltiples datos de todo tipo, analíticos o genéticos". No obstante, remarcó el papel insustituible del criterio humano: "Tenemos claro que nosotros somos los que tenemos que decidir, nuestra experiencia y nuestra intuición y todo eso no lo podemos perder".

Óscar Alonso, por su parte, subraya la capacidad de la IA para personalizar tanto la planificación como el seguimiento postoperatorio: "Probablemente con modelos de inteligencia artificial personalizados podemos planificar el seguimiento del paciente y, por ejemplo, hacer solo un TAC al año en vez de dos o más que haríamos de forma estándar”.

Martín Pérez añade que incluso en tiempo real, durante la cirugía, podrían activarse alertas basadas en experiencias anteriores: "Algún algoritmo podría, cuando estés en el robot, decirte 'por aquí no', basándose en experiencias previas".

La inteligencia artificial entra en el quirófano

La inteligencia artificial entra en el quirófano.


Momentos críticos: ¿puede decidir la IA?

El debate abordó también los escenarios más delicados: los momentos críticos durante la cirugía y si la Inteligencia Artificial podría llegar a decidir por el cirujano en dichos instantes. Alonso es claro: "Al final es el cirujano basado en su experiencia y en su habilidad técnica, el que va o no a resolver esa situación". Sí reconoció que "puede haber modelos de inteligencia artificial que también nos puedan ayudar a interpretar matices".

Barrera, sin embargo, se mostró más escéptico respecto a su implantación inmediata: "Yo creo que para llegar a eso falta tiempo. Todavía falta mucho tiempo". Mientras que Martín Pérez es tajante: "Yo creo que no lo reemplaza, está claro que la inteligencia artificial ahora mismo no reemplaza al cirujano, él posee el juicio clínico".

Alonso Casado concluye con esta reflexión: "Estamos aprendiendo nosotros y la inteligencia artificial también tiene que aprender".

"Estamos aprendiendo nosotros y la inteligencia artificial también tiene que aprender".


El cirujano del futuro: tecnología y anatomía

En el último bloque del encuentro, los ponentes reflexionan sobre las habilidades necesarias en la próxima generación de cirujanos. Barrera Gómez aboga por un aprendizaje progresivo: "Empezar por operaciones más fáciles. Ir ganando en complejidad. Siempre tutorizado".

Martín Pérez por su parte insiste en una formación integral: "Formarse en cirugía robótica, laparoscópica y en imagen avanzada. Hay que estructurar bien desde las comisiones nacionales de las especialidades un programa para que la gente se forme".

Alonso recuerda que "lo primero que hay que conocer es la anatomía y ahora probablemente pueda haber modelos de realidad virtual" que sirvan para un aprendizaje más interactivo y profundo.

"Formarse en cirugía robótica, laparoscópica y en imagen avanzada. Hay que estructurar bien desde las comisiones nacionales de las especialidades un programa para que la gente se forme".


Conclusión: retos técnicos, formación y simulación


A modo de cierre, los tres especialistas ofrecen una reflexión final sobre el momento actual y los desafíos venideros. Martín Pérez lo sintetiza en que: "la cirugía mínimamente invasiva, la robótica, la laparoscópica es un reto, nos aporta muchos beneficios, pero tenemos que abordar retos que son, por una parte, técnicos y logísticos".

Alonso Casado pone el foco en la simulación: "yo hablaría de la selección de pacientes, del desarrollo y expansión de la cirugía robótica, y de la simulación". Señala también la diversidad tecnológica: “En España hay ya cuatro modelos de robot en hospitales diferentes, de manera que los cirujanos necesitarán formación específica en el modelo de robot que vayan a tener en su hospital. Por ejemplo, todos los pilotos antes de montarse en un avión han estado en el simulador correspondiente a ese modelo”.

Barrera Gómez concluye con una reivindicación: "esta tecnología facilita el aprendizaje de cirugías complejas por parte de más cirujanos, necesitamos que nos apoyen y necesitamos que los costes se abaraten de alguna forma".
 
Aspecto de la sala durante el debate sobre los Avances en Cirugía de Ala Complejidad.

Aspecto de la sala durante el debate sobre los Avances en Cirugía de Alta Complejidad.

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