¿Por qué hacer el MIR en la privada? La respuesta está en estas tres claves

Más de 13.000 personas han marcado en rojo en su calendario el próximo 20 de enero. Esa ha sido la fecha asignada para la realización del examen de Médico Interno Residente (MIR) para alzarse con alguna de las 8.772 plazas que se ofertan en esta convocatoria. Del total, 252 pertenecen a centros de titularidad privada. Estas vacantes cada vez se llenan antes y los motivos son varios: supervisión más cercana, acceso a la última tecnología e innovación y posibilidad de estudiar un doctorado.

Esas son las ventajas que ofrece realizar la residencia en la privada, tal y como ha defendido José María Castellano, director científico de la Fundación de Investigación de HM Hospitales. "Igual que buscamos la excelencia para nuestros pacientes, la buscamos para nuestros estudiantes", ha detallado. En el grupo hospitalario ofrecen plazas para nueve especialidades distintas y con un contexto sociopolítico "en contra": "Somos el único grupo hospitalario privado en el que pagamos de nuestro bolsillo a todo los residentes que tenemos, muchos durante cinco años. Los formamos y luego obviamente pueden optar por trabajar en otros lugares".

Pese a las ‘adversidades’, Castellano observa que se están eligiendo "más que nunca" plazas en este sector. Este tipo de formación, en su opinión, difiere en parte con las ofrecidas en otro tipo de centros.

Las razones para elegir hacer el MIR en la privada

"Ofrecemos que los residentes tengan una supervisión bastante más cercana que la que se puede ofrecer en un gran hospital", ha detallado.

Además, se pone a disposición la tecnología más puntera: "Con las capacidades de innovación que tenemos en pruebas de imagen, cirugía robótica, tratamientos de radioterapia… Cualquier médico que se forme, por ejemplo, en Oncología en HM Sanchinarro probablemente salga con una capacitación muchísimo más superior que en cualquier centro de Europa", ha defendido en un encuentro de IDIS con Marta Villanueva, directora general de la fundación.

La última ‘pata’ diferenciadora es la parte investigadora con la que ofrecen a los residentes el poder realizar el doctorado con ellos. "Con todo ese ecosistema de investigación creo que estamos cambiando también para ser atractivos, ya no solo para el médico adjunto, sino también para el periodo de formación de la especialidad", ha detallado.