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Carlos Cristóbal / Imagen: Adrián Conde. Madrid La sanidad privada vive un momento dulce en lo que a calidad clínica se refiere. Esa es la principal idea que se puede sacar del Estudio RESA, realizado por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Calidad (IDIS). Un trabajo en el que han participado 87 hospitales privados cuya creación tiene por objeto “situar al paciente y la calidad asistencial en el eje central del sistema sanitario”, según ha explicado su presidente, José Ramón Rubio. Para la creación de este estudio, que según Rubio se actualizará anualmente, se ha formado un Comité de Estudio formado por 13 expertos y 3 asesores externos que se han encargado de establecer 14 indicadores a través de los cuales alcanzar unos resultados que el presidente del Foro Español de Pacientes, Albert Jovell “específicos y significativos”. “Sin evaluar no se puede decir que las cosas se han hecho bien”, ha aclarado Ángel de Benito, vocal del IDIS.
El secretario general del IDIS, Juan Abarca Cidón, ha explicado durante su intervención que este estudio pretende “mostrar a profesionales y ciudadanos los resultados y niveles de calidad asistencial del conjunto de los hospitales privados”. Abarca Cidón, que ha calificado de “necesario” el cambio del modelo sanitario para el mantenimiento de su sostenibilidad y ha lamentado las “tropelías que se dicen sobre la sanidad privada”, se ha mostrado convencido del éxito que supone este estudio. “Los datos obtenidos permiten confirmar que el modelo de gestión privada es eficiente y accesible en tiempos de atención y respuesta, así como en la implantación de políticas de calidad y seguridad para mejorar el proceso asistencial del paciente”, ha asegurado. En términos parecidos se ha mostrado Manuel Vilches, director del Hospital Nisa Pardo de Aravaca (Madrid) y vocal del IDIS, que ha querido destacar el “excelente nivel de gestión” y la obtención de unos resultados “a la altura de los países más potentes de Europa”. Los 14 indicadores con que cuenta el estudio RESA se apoya en cuatro pilares fundamentales: eficiencia, accesibilidad, resolución y calidad. A través de ellos se ha podido comprobar los parámetros de eficiencia del sector, que ha salido muy bien parado. Así, el estudio revela que la privada comienza a tratar un cáncer de mama 12,5 días después de ser diagnosticado por las 8-10 de demora estándar; que el tiempo de espera en la citación para una mamografía es de 14, 1; que la estancia media de hospitalización es de algo más de tres días; y que el tiempo de espera desde que se llega a urgencias hasta que comienza el tratamiento es de 25 minutos entre el triage o evaluación y la atención. |
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