Los menores siguen experimentando problemas de salud mental tres años después de una catástrofe natural

La salud futura de los niños que han sufrido el Harvey necesita vigilancia
Las consecuencias del Huracán Harvey también afecta a los más pequeños.


20 sept. 2017 9:15H
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POR REDACCIÓN
Aunque la atención sanitaria en los niños tras un desastre natural se suele centrar en el daño a corto plazo, los efectos físicos y mentales requeren una vigilancia a lo largo del tiempo. Así, el estrés postraumático después del reciente huracán Harvey también afecta a los niños a largo plazo. Aunque la mayoría de los síntomas mejoran con el tiempo, aproximadamente el 28 por ciento de los menores siguen experimentando significativos trastornos de salud mental incluso tres años después.

Por ejemplo, aquellos con enfermedades crónicas tienen mayor riesgo de sufrir problemas tras una catástrofe. En un estudio transversal de más de 500 jóvenes después del huracán Katrina, los que tenían condiciones preexistentes eran más propensos a que se quedaran desatendidos (58 por ciento frente al 38), no acudieran al psicólogo (49 frente a 38) o se quedaran sin medicamentos (34 por ciento frente al 8).

También eran más proclives a experimentar otras circunstancias que podrían acentuar sus problemas de salud. Por ejemplo, a vivir con daños por inundaciones (20 por ciento frente 11) y tener moho en sus hogares (24 por ciento frente a 16).

Las mujeres embarazadas y sus embriones están en riesgo. Una investigación analizó una cohorte de 301 progenitoras de Baton Rouge y Nueva Orleans (EE.UU.) para examinar los efectos potenciales del Huracán Katrina sobre el embarazo y el parto. Los científicos descubrieron que el bajo peso del bebé al nacer fue mucho más frecuente entre las madres que presentaron alta exposición al huracán (14 por ciento) frente a aquellas que no lo hicieron (4,7 por ciento). También hubo más partos prematuros entre las mujeres con alta exposición (14 por ciento) en comparación con quienes no estaban expuestas (6,3 por ciento). La diferencia fue tan llamativa que los investigadores sugirieron que, ante un desastre natural, se priorice con las mujeres embarazadas para una evacuación inmediata con el fin de minimizar su exposición a cambios climáticos severos.


Guía de actuación ante los desastres naturales

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) ha publicado una guía de actuación ante desastre naturales, en la que aconsejan a los padres, tutores y otros cuidadores a que mantengan la calma y la confianza, lo que ayudará a tranquilizar a los niños que son atendidos.

Además, recomiendan que las familias desarrollen un plan de desastres que incluya el montaje de suministros necesarios, como por ejemplo medicamentos de emergencia. En el caso de Harvey es tarde para una planificación a largo plazo, pero según el protocolo, para la próxima vez seguir este tipo de pautas protegerá a los menores ante potenciales problemas futuros y limitará los resultados adversos.
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