Aunque nazcan sanos, los bebés que vienen al mundo entre la semana 34 y 37 tienen más hospitalizaciones

El riesgo de mortalidad se multiplica por cinco en los prematuros tardíos
Manuel Sánchez Luna.


13 mar. 2018 11:50H
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Completar el ciclo gestacional condiciona en gran medida la salud de los bebés recién nacidos, incluso cuando se trata de las últimas semanas de gestación y nacen sanos. Un estudio publicado en Acta Pediatrica con datos de las altas hospitalarias de los años 2012-2013 de los niños y niñas recién nacidos sanos en España muestra que aquellos que nacieron entre la semana 34 y la 37 (prematuros tardíos) tuvieron más hospitalizaciones y más riesgo de mortalidad en el primer año de vida que los que nacieron a término.

En este estudio liderado por el Manuel Sánchez Luna, jefe del Servicio de Neonatología del Hospital Gregorio Marañón, y realizado con el apoyo de la Fundación IMAS, se analizaron un total de 95.011 nacimientos de los cuales 2.940 fueron prematuros sanos tardíos y 18.197 fueron bebés sanos que habían nacido a término.

La estancia hospitalaria al nacer fue mucho mayor en los nacidos pretérmino: 6,5 días de media en comparación con 2,8 días para los que habían completado las 37 semanas de gestación. Las readmisiones hospitalarias también fueron mayores para los bebés prematuros a los 30 días (9 por ciento en comparación con el 4,4 por ciento) y al año de vida (22 por ciento frente al 12,4 por ciento). Asimismo, el riesgo de mortalidad fue significativamente mayor en los bebés que nacieron hasta 3 semanas antes de tiempo.

La comparación de los principales diagnósticos entre los prematuros tardíos y los bebés nacidos a término muestran que el primer grupo tuvo notablemente más problemas relacionados con la inmadurez (84,3 por ciento vs. 0,4  por ciento) y la malnutrición (2,9 por ciento vs. 1,1 por ciento).

La ictericia perinatal, más frecuentes en nacidos a término

Sin embargo, se encontraron, en un primer estadio, otros problemas que afectaron más a los bebés nacidos a término como la ictericia perinatal (20,2 por ciento vs. 3,8 por ciento), alteraciones metabólicas del feto y del recién nacido (4,7 por ciento vs. 2,4 por ciento) o problemas respiratorios (5,8 por ciento vs. 1,8 por ciento), que fueron invirtiéndose con el tiempo. En los diagnósticos a los 30 días sólo se encontraron diferencias significativas relacionadas con la ictericia perinatal, que seguía siendo más frecuente en los bebés nacidos a término (23 por ciento vs. 14 por ciento).

Los diagnósticos al año de nacer mostraron que los bebés nacidos de manera prematura sufrieron de manera notable un mayor número de ingresos hospitalarios en todas las patologías neonatales más frecuentes: bronquitis aguda, bronquiolitis, muy especialmente las provocadas por virus respiratorio sincitial, ictericia perinatal y hernia inguinal. En este grupo, hubo 947 episodios de ingreso hospitalario de un total de 673 bebés (22,9 por ciento), mientras que los bebés que habían nacido a término sufrieron 2.926 episodios de ingreso hospitalario de un total 2.260 bebés (12,4 por ciento). La mortalidad al año fue de 1 por 1.000 nacidos prematuros y 3 por 10.000 en neonatos nacidos a término, por lo que el riesgo relativo de mortalidad en bebés nacidos pretérmino fue de 4,9 veces mayor.
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