Redacción Médica entrevista a nuevo vicepresidente 2º de la Comisión de Sanidad en el Congreso por Unidas Podemos

"No se pueden revertir los conciertos sanitarios de la noche a la mañana"
El vicepresidente segundo de la Comisión de Sanidad en el Congreso, José Luis Bueno.


13 oct. 2022 12:30H
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La Comisión de Sanidad en el Congreso de los Diputados estrena nuevo vicepresidente segundo. El diputado de Unidas Podemos, José Luis Bueno, se ha hecho con el cargo tras dar un salto procedente de la política municipal en Cádiz. En plena fase de “aterrizaje”, el parlamentario plantea en una entrevista con Redacción Médica su hoja de ruta política. La reversión “paulatina” de los conciertos en la Ley de Equidad o el desbloqueo de la Ley de Salud Mental son dos de sus principales apuestas en el año que resta de legislatura.

Entrevista a José Luis Bueno (Unidas Podemos) en Redacción Médica

Su llegada al puesto también supone un paso adelante para una de las voces de Izquierda Unida dentro del grupo parlamentario morado. En plena recta final hacia las elecciones, Bueno confiesa su validación de la nueva plataforma de Sumar que ha ideado Yolanda Díaz. Aunque no espera dar ningún paso adelante hasta que esté más avanzado el proceso. Y siempre que se lo pidan sus compañeros de militancia.

¿Cómo ha sido el aterrizaje en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados tras su paso por la política municipal?

El aterrizaje está siendo todavía. Estoy inmerso en la primera semana de trabajo. Más allá de la toma de posesión como vicepresidente segundo, no hemos iniciado nuevas comisiones de trabajo. De momento, estoy aprendiendo mucho de los compañeros y compañeras del grupo parlamentario sobre los temas que estamos tratando y por dónde van las cosas, cuestiones también de atención a colectivos sociales. Por ejemplo, ya han contactado conmigo algunos colectivos sanitarios de Andalucía para dar a conocer su problemática. Hemos atendido en el Congreso a la plataforma de la sanidad pública de Málaga.

Estamos empezando a desarrollar las líneas de trabajo. En lo que respecta a la Comisión de Sanidad, me estoy incorporando a esos trabajos que ya están iniciados. Dentro de la línea política que está llevando el grupo parlamentario de Unidas Podemos, la sanidad pública es una de las patas fundamentales de nuestro proyecto. 

Estamos iniciando el camino con muchas ganas de que mi llegada pueda suponer un avance en cuestiones importantes porque es un área que nos afecta a toda la población del país. Entonces, esperemos que los meses que quedan hasta final de mandato puedan servir de revulsivo en algunas de las cuestiones que están pendientes.

Se ha incorporado con la legislatura ya en su tramo final ¿Qué metas se ha marcado para conseguir antes de que finalice?

Hay varias cuestiones encima de la mesa. Los Presupuestos Generales, por ejemplo, ya se han encauzado. En cuestión de sanitaria que tienen que ver con la Comisión de Sanidad una es la Ley de Equidad, que sigue su trámite. Ahora están en enmiendas parciales y ya hemos hablado los compañeros del equipo sobre cómo desarrollar el trabajo que nos viene por delante. Esa es una meta: que termine el proceso legislativo para poder aprobar la Ley de Equidad, que creemos que tiene que suponer un avance en la defensa de la sanidad pública.

Una segunda meta que también estaría muy bien es terminar el proceso de la Ley de Salud Mental que se inició hace mucho tiempo y está todavía en periodo de enmiendas desde hace bastante. Yo creo que esos dos objetivos, junto con la aprobación de los Presupuestos Generales y el desarrollo de las partidas que corresponden a la sanidad, son los tres fundamentales.

También es cierto que es un Ministerio de Sanidad que no depende de Unidas Podemos, sino de nuestro socio de Gobierno. Tenemos vía directa con ellos pero no somos nosotros los que gestionamos directamente la temática. Si cumplimos esos dos objetivos legales, la Ley de Equidad y la Ley de Salud Mental, yo creo que está más que cumplido en estos meses que quedan hasta el final del mandato.

Unidas Podemos facilitó la tramitación de la Ley de Equidad pero presentó hasta 11 enmiendas ¿Qué posibilidades hay de que el PSOE acceda a estos criterios? ¿Están ustedes dispuestos a flexibilizar también su postura?

Estamos en plenas negociaciones tanto con el Partido Socialista como con el resto de socios parlamentarios porque yo sí que pienso que la Ley de Equidad tiene que suponer un avance en determinadas cuestiones del sistema público de salud. Si hacemos una ley que o se quede corta o sea simplemente maquillar lo que ya tenemos en cuanto a las cuestiones de los conciertos o al desarrollo de la Atención Primaria, no habrá valido tanto la pena todo este trabajo que estamos haciendo. Nosotros sí que estamos dando la batalla en ese sentido. 

Con la cuestión de los conciertos, veremos si hay posibilidades de alcanzar un punto de entendimiento pero para nosotros es un tema fundamental porque llevamos con ello muchísimos años. Desde todas las administraciones, tanto del PP como del PSOE, han tenido muy buena relación con el modelo de concierto sanitario. En mi provincia, Cádiz, prácticamente el 80 por ciento de la atención se da en el centro privado concertado. Eso es un modelo que viene de muy atrás y que hay que revertir. Y yo creo que la Ley de Equidad tiene que suponer un punto y aparte. Este es el modelo que hemos tenido hasta ahora y queremos avanzar hacia uno donde la sanidad pública sea la preponderante. 

"Si hacemos una ley que maquilla los conciertos sanitarios, no habá valido la pena el trabajo"



La Atención Primaria hemos visto en estos meses atrás lo que supone en plena pandemia, incluso el modelo sanitario público en su conjunto. Entonces, no podemos perder la oportunidad. Tenemos la ley encima de la mesa, tenemos que hacer que sea la mejor ley posible, sabiendo cuáles son las dinámicas parlamentarias y cuál es la composición política del hemiciclo pero lo tenemos que hacer. Si creemos en el sistema de salud público y es verdad lo que decimos de puertas hacia fuera de que queremos reforzar la sanidad pública, eso tiene que verse reflejado en la ley. No puede ser puro maquillaje, y ahí nosotros sí vamos a dar la batalla frente al socio de gobierno y frente al resto del grupos porque queremos que esta ley sea útil.

¿Han planteado alguna estrategia para ir abandonando poco a poco los conciertos? ¿Es necesaria una inversión en infraestructura o un presupuesto adicional? 

Yo entiendo que no se puede pasar de un modelo donde se privilegie la atención en la sanidad concertada a uno público de la noche a la mañana. Habrá que establecer mecanismos donde los conciertos se vayan reduciendo de manera paulatina y también al mismo tiempo hay que aumentar el presupuesto en la atención sanitaria pública. Hablamos de personal, de equipamiento. Hablamos básicamente de todos los apartados presupuestarios porque las dos cosas van aparejadas y también entendemos que no podemos eliminar conciertos si no reforzamos la atención sanitaria pública.

Un modelo que puede ser aceptable por las fuerzas progresistas puede ser ese. Es decir, marcarnos un hito donde los conciertos se vayan a ir reduciendo paulatinamente y a la vez vamos reforzando la financiación del sector público en un tiempo de 'x' años. Entiendo que no se puede hacer de la noche a la mañana porque la sanidad pública sí que viene de décadas de infrafinanciación, de agotamiento incluso de personal, de debilidad estructural y con unas políticas a nivel de las comunidades autónomas, que al final son las que tienen la gestión, que han ido encaminadas precisamente a debilitar la atención pública para privilegiar la concertada.

Ese modelo hay que revertirlo pero vuelvo a la idea inicial: si no ponemos un punto y aparte, nunca vamos a iniciar ese camino. Yo, francamente, desconozco qué horizonte temporal puede tener ahí. Tienen que jugar un papel también los expertos en el ámbito de la gestión pública y los sindicatos para establecer un calendario de años. A lo mejor hablamos de décadas incluso. Pero si creemos que ese modelo hay que cambiarlo, no podemos dejar pasar esta ley. Y es otras de las prioridades cuando hablamos de reducir los conciertos.

Esta ley es importante que no deje puertas abiertas en su articulado para que después determinadas comunidades autónomas, como puede ser Andalucía que es la que mejor conozco, puedan seguir fomentando los conciertos o simplemente reduciendo la financiación de la sanidad pública. Yo creo que es un momento muy importante. Quizás porque estamos al final de mandato es todavía más importante. Es un momento crucial para hacer una buena ley y si no la hacemos quizá nos arrepintamos durante muchos años o décadas.

¿Qué valoración hace del proyecto de los Presupuestos Generales del Estado que ha presentado el Gobierno en el Congreso? ¿Cubre sus expectativas en materia sanitaria para paliar algunos de los déficits del sistema?

Yo creo que sí que hay algunas cuestiones que se pueden poner en valor. De hecho, el presupuesto en sanidad crece en un 1,4 por ciento. Creo que es el segundo ministerio que más aumenta en inversión. Eso es positivo, denota que hay interés en lo que hablamos antes de priorizar, privilegiar y fomentar el modelo sanitario público.

Luego hay una cuestión también que ha sido muy afortunadamente puesta en debate en los últimos meses, que es el tema de la salud mental que también recibe muchísimo. Crece un 67 por ciento. Eso es fundamental porque también hemos visto que hay una realidad que ha estado oculta durante mucho tiempo, un estigma, incluso, de las personas que necesitan atención sanitaria en materia de salud mental. Que se aumente la financiación y que se tome como una prioridad sí que es positivo. Es una realidad que está ahí, que debemos sacar a la luz y que las personas que necesiten acudir a esos recursos tienen que tener garantía de que van a ser atendidos como se merecen. Al final todo el recorrido acaba en recursos públicos. Y recursos públicos es presupuesto. Esa tranquilidad de que en los Presupuestos Generales se vaya a aumentar la partida, también me parece positivo.

"Me costaría entender que haya grupos políticos que se opongan a aumentar el gasto en sanidad"



Luego hay otras cosas que necesitamos ver un poco más en detalle pero que también nos parece que son positivas como el aumento de plazas públicas en las universidades que anunció la ministra Montero. Es una parte fundamental también si queremos reducir los conciertos y aumentar la sanidad pública. Eso necesita personal público y formación. Tenemos que tener una visión global de todo. Implica formar nuevos médicos, nuevos enfermeros y nuevas enfermeras. Nuevo personal sanitario. Es fundamental esa pata educativa universitaria en todo el camino, esa visión global de reversión del modelo privado concertado al modelo público. También he visto priorizar también la salud bucodental o la Atención Primaria que hemos estado hablando.

Yo creo que en líneas generales, en materia de sanidad, es un proyecto de presupuesto positivo, y yo en esa materia creo que sí va a contar con el apoyo del resto del grupos de la cámara porque es que en la sanidad hay una cierta tendencia de los grupos conservadores de privilegiar la privada o la concertada. Pero la sanidad es una cuestión a la que acudimos todos y todas a lo largo de nuestra vida.

No creo que haya ningún partido político que voluntariamente quiera degradar la sanidad, a no ser que sea con un fin mercantil cuando degradamos la pública para favorecer la privada, pero la atención sanitaria es fundamental y me costaría entender mucho que haya grupos políticos que se opongan al aumento de gasto en sanidad, porque es que además venimos de una pandemia donde ha sido la sanidad pública la que nos han salvado las castañas del fuego.

El diputado de Unidas Podemos, José Luis Bueno. 


Uno de los temas que sí que sigue encallado es la Ley de Salud Mental ¿Sienten que ha quedado relegado en las negociaciones frente aspectos como la vivienda, la familia o la política fiscal que sí que se han vinculado a los grandes acuerdos?

Ahí está la cuestión presupuestaria y qué percibe ese aumento presupuestario. Es verdad que la Ley de Salud Mental lleva un año, si no más, en periodo de enmienda y para nosotros sí que es prioritario. Para otros grupos de la cámara también es prioritaria, por lo que hemos hablado anteriormente de que es una realidad que siempre ha estado ahí. La salud mental ha estado oculta por determinados estigmas sociales, pero es una realidad a la que hay que hacer frente.

Sinceramente, yo creo que al Partido Socialista no tiene entre sus prioridades avanzar y que esta Ley de Salud Mental vea la luz al final del mandato porque no se entiende que otros proyectos legales vayan avanzando y este en concreto siga relegado a periodos de enmienda. Para nosotros es una prioridad y me consta que en cada comparecencia, en cada negociación de cuestiones sanitarias, nosotros lo ponemos encima de la mesa, pero es cierto que yo creo que al Partido Socialista le interesan otras cosas antes que hacer avanzar esta ley.

Otro de los puntos que se planteó en la negociación presupuestaria era qué hacer con el modelo de mutualidades de los funcionarios que Unidas Podemos aboga por eliminar ¿Ha quedado finamente aparcada esta propuesta?

Esta es otra cuestión que tampoco le interesa a nuestros socios de gobierno. Nosotros sí tenemos claro cómo ir a un modelo o cómo acabar con el modelo de mutualidades y creo que es una opción muy lógica y que no supone ningún trauma para nadie que esté actualmente adscrito. Nosotros proponemos que el modelo siga vigente para las personas que forman parte de estas mutualidades pero que las nuevas personas que vayan accediendo, como los nuevos médicos que vayan llegando al Sistema Nacional de Salud, pasen a formar parte del sistema público.

Esto va a hacer que en 5, 10, 15, 20 o 30 años ese modelo haya desaparecido de manera natural, sin forzar a nadie, sin acabar con un hachazo con él, al tiempo que vamos incrementando el otro. Es cierto que en esta cuestión, como la salud mental, tampoco se avanza porque el Partido Socialista sí muestra una cierta reticencia a ponerle fin a este modelo. Pero a nosotros nos parece fundamental también porque sigue estando la misma base de priorizar y de poner en valor el sistema público de salud.

Creo que tanto en la salud mental como en las mutualidades, el Partido Socialista tiene que decir a las claras si quiere o no quiere. Y si no quiere, nosotros actuaremos como consideremos como grupo parlamentario. Somos socios de Gobierno pero somos grupos diferentes, partidos políticos diferentes y no pasa nada por tener puntos de vista diferentes. Son cuestiones que en el final del mandato tenemos que saber qué va a pasar. No podemos acabar el mandato y dejar temas encima de la mesa.

Nosotros tenemos claro cuál es nuestra salida, no conocemos qué pretende el Partido Socialista. Como has apuntado, en los Presupuestos Generales no se ha dado ninguna clave, con lo cual entendemos que el Partido Socialista no va a tocar o no quiere tocar este modelo.

El diputado de Unidas Podemos, José Luis Bueno. 


La plataforma Sumar ha presentado a Rafael Cofiño como su coordinador del área sanitaria ¿Qué opinión le merece? ¿Lo ve como un futuro líder de esta cartera en el espacio político para la próxima legislatura? 

Yo creo que es muy buen perfil. Tanto Rafael como otras personas que han dado un paso al frente para poner un poco la cara y los grupos de trabajo son perfiles de mucha solvencia profesional, con una trayectoria reconocible. Creo que en todo esto que hemos venido hablando nos puede ayudar mucho. Yo en este caso hablo ya casi no como miembro de un grupo parlamentario, sino como una persona que considero que es un buen proyecto, el de Sumar. Es positivo para la izquierda española y para la sociedad española.

Es un acierto por la solvencia a la hora de demostrar que también es muy importante cuando se construye un proyecto político tener la capacidad de ser claro, de trasladar a la gente cuál es nuestro modelo, en dónde estamos y qué proponemos para llegar al modelo que queremos. Yo estaría encantado, si él en concreto quisiera. Pero son cosas que no me corresponde a mí decir. Le corresponde a él y fundamentalmente a las personas que están llevando adelante el proyecto de Sumar. Pero estoy muy por la labor de que se vayan manchando las manos, como solemos decir de manera coloquial, en cuestiones como estas. Es necesaria la implicación de personas así de perfiles que vengan del ámbito sanitario público, sea de asistencia o sea de la Atención Primaria, porque son los que nos dan claves a los políticos. Los políticos no tenemos por qué ser profesionales de 'x' ámbito laboral. Entonces, necesitamos gente que tenga esa capacidad de decir cuál debería ser el horizonte. 

¿Como integrante de Izquierda Unida, se ve incorporado a unas listas de Sumar que dejen las siglas y colores de Unidas Podemos al margen?

Yo entiendo la participación política en clave individual pero también en clave colectiva. Entonces, yo creo que es importante que el proyecto de Sumar se vaya desarrollando al margen de estructuras políticas establecidas, al margen de los partidos. Creo que tiene que contar con los partidos en algún momento del proceso porque articulamos también la sociedad y articulamos también la participación política. 

Por ejemplo, como integrante de mi formación, me he considerado siempre un militante al servicio de lo que mis compañeros y compañeras quieran. Si llegado el proceso de Sumar, mis compañeros de la provincia de Cádiz creen que yo puedo representar el sentido de la organización, estaré para lo que ellos y ellas me pidan. Pero de momento no lo tengo pensado. Acabo de llegar, yo sé que queda poco tiempo y mis objetivos ahora mismo son terminar de encauzar los temas que tenemos pendientes. En eso me centro y ya llegará el tema de hablar de posibles candidaturas, listas, etc.

En el momento en que estamos ahora le corresponde más bien a Sumar, a la gente que está trabajando, a la gente que va a empezar a montar los grupos. Cuando todo eso se acabe, las personas después nos incorporaremos a un proyecto político en el que podremos tener también afinidad más o menos en función del programa, etc. Cuando todo eso madure y se le dé forma, entonces yo creo que ese debate a nivel de Izquierda Unida lo tendremos que tener también con nuestros compañeros y compañeras. Deberemos decidir el camino a tomar.
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