Los ópticos defienden que pueden detectar patologías para los oftalmólogos en este nivel asistencial

Rafael J. Pérez Cambrodí, coordinador clínico Sociedad Española de Optometría, habla sobre la posible inclusión de la figura de los ópticos en Atención Primaria.
Rafael J. Pérez Cambrodí, coordinador clínico Sociedad Española de Optometría.


9 may. 2024 7:00H
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La figura del óptico dentro de la Atención Primaria lleva años siendo un foco de debate. Mientras que desde este colectivo defienden que su labor de prevención y detección puede ser una herramienta fundamental para la mejora de la atención de los pacientes, las sociedades científicas de médicos oftalmólogos se inclinan por el rechazo a esta inclusión, argumentando que "la puerta de entrada al sistema sanitario debe ser un médico".

Rafael J. Pérez Cambrodí, coordinador clínico Sociedad Española de Optometría, doctor y Profesor Universidad de Alicante, defiende en Redacción Médica que los ópticos, en la labor que realizan en las ópticas, "aplican sus conocimientos y experiencias en funciones de Atención Primaria". "Un profesional con esta formación es capaz de evaluar y reconocer sintomatología y signos clínicos que sean susceptibles de corresponder a una condición patológica y por lo tanto puede derivar con rapidez, eficacia y criterio al médico oftalmólogo para un diagnóstico preciso", argumenta Pérez Cambrodí, que asegura que la población tendría gran beneficio si estas funciones "que realizan con asiduidad" tuvieran una traslación al ámbito de la sanidad pública. "Se podrían desarrollar de programas preventivos y cribados masivos que permitirían optimizar los escasos recursos disponibles", pone en valor.


Labor del óptico en Atención Primaria


Sobre el trabajo específico de esta figura dentro de Primaria, el coordinador clínico explica que además de lo que los ópticos ya realizan en las clínicas, podrían ser un vehículo para realizar los ya mencionados cribados masivos, con el fin de detectar problemas como "como la retinopatía diabética, la degeneración macular asociada a la edad o el glaucoma primario del ángulo abierto" siempre bajo la supervisión de un médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.

Además, desde la Sociedad Española de Optometría, su coordinador clínico reitera que en la actualidad ya hay una "relación fluida" entre los ópticos-optometristas que desarrollan su labor en los establecimientos sanitarios de óptica y los médicos especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria. “Se derivan con frecuencia aquellos pacientes que sufren patologías crónicas como hipertensión arterial o Diabetes Mellitus o sospecha de condiciones oculares que deban ser evaluadas de forma ordinaria o preferente por un médico oftalmólogo como  por ejemplo cataratas, glaucomas o patologías maculares ya diagnosticadas”, hace hincapié.

El pasado mes de abril la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) emitió un comunicado en el rechazaba la inclusión de los ópticos en el primer nivel del Sistema Nacional de Salud (SNS). Desde la organización apelaban a que un paciente siempre debe ser atendido por un médico en la puerta de nuestro sistema sanitario y que esta función "no puede ejercerla un óptico-optometrista que carece de los conocimientos, formación y capacitación necesarias para ello". Además, en el documento hacían hincapié en que, desde la sociedad la propuesta para por incorporar a estos profesionales a los equipos de Oftalmología en Atención Especializada, "siempre bajo la supervisión de los médicos oftalmólogos".


Experiencias conjuntas positivas


Pérez Cambrodí aprovecha para defender que, en el ámbito privado, "ha habido experiencias conjuntas muy positivas en los últimos 40 años", un plano en el que comenta que "oftalmólogos y optometristas comparten la actividad asistencial y se relacionan de una manera natural". "Trasladar este modelo a un ámbito asistencial jerarquizado como es el hospitalario puede ser más natural y sencillo, pero no lo es tanto en la Atención Primaria, donde se hace evidente la necesaria independencia de juicio y criterio profesional que toda profesión sanitaria está obligada a desarrollar", explica el coordinador clínico, en relación con el rechazo a la inclusión de la figura en Primaria.

Además, recuerda que los ópticos están avalados "por las capacitaciones que el grado universitario les proporciona a través de la Orden CIN/727/2009" e incide en que desde el sector de la Oftalmología se está rechazando "una medida que sería muy positiva, especialmente para los pacientes, los médicos en Atención Primaria y para los propios oftalmólogos puesto que aliviaría la pesada carga asistencial a la que están sometidos".


Choque de visiones en la puerta del SNS


Desde la SEO, en el comunicado enviado, argumentaron que esta incorporación no mejoraría las listas de espera, pues "al no ser profesionales cualificados, habría más demoras y retrasos diagnósticos".

Aun así, desde la Sociedad Española de Optometría defienden que "la mayor parte del colectivo oftalmológico no concibe al óptico-optometrista como una amenaza puesto que es incuestionable el liderazgo del médico oftalmólogo en la salud visual de la población" y confían en que ambas figuras puedan trabajar en Atención Primaria. "Afortunadamente, el médico oftalmólogo buen conocedor de las potenciales ventajas de contar con ópticos-optometristas en la sanidad pública, y estimula y promueve el desarrollo de su labor en funciones de Primaria sin considerar que deba necesariamente ser tutelado o supervisado constantemente", resume Rafael J. Pérez Cambrodí.
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