El oncólogo de Elena Huelva: "Su mensaje de pasarlo mal y vivir, ayudará"

La noticia de su muerte ha sobrecogido a toda España. La influencer Elena Huelva falleció el 3 de enero víctima de un sarcoma de Ewing, una enfermedad que es más frecuente en pacientes pediátricos y que afecta a los huesos o el tejido blanco que hay a su alrededor. La joven consiguió dar visibilidad a este tipo de cáncer y formó una auténtica comunidad bajo el lema "Mis ganas ganan". Su hazaña, la de haber mostrado al mundo este tipo de cáncer y sus conscuencias, es ya inmortal.

Ignacio Gutiérrez, oncólogo del Hospital Virgen del Rocío (Sevilla) que atendió a Elena Huelva durante su enfermedad, explica a Redacción Médica que la muerte de la joven ha sido difícil de asimilar, como sucede cada vez que pierden a un paciente. "Vivir la muerte de una persona es muy fuerte, más si es de una chica de 20 años con la que tienes un vínculo tan cercano. Han sido cuatro años viéndola casi cada día en la que has conocido a su familia, su vida... has vivido muchas cosas con ella", asegura.

"Nunca te acostumbras a la pérdida de un paciente, pero te tranquiliza saber que has hecho todo lo posible por buscar opciones y tratamientos. Te afecta y estás mal por un tiempo, es la vida. Hay que estar tristes y hacer el duelo, pero es nuestro trabajo y nos esforzamos para que esto pase lo menos frecuente posible", explica a este periódico mientras recuerda el cariño que ha recibido por parte de los familiares de Elena.

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"Nunca te acostumbras a la pérdida de un paciente, pero te tranquiliza saber que has hecho todo lo posible por buscar opciones y tratamientos"

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El impacto de mostrar el cáncer en redes sociales

El caso de esta joven influencer ha llegado a todos los hogares gracias a las redes sociales, algo que Gutiérrez cree que es muy positivo. "Que se conozca la enfermedad, que la gente sepa en qué consiste el tratamiento, cómo son los fármacos, cómo se administran, lo que conlleva este tipo de enfermedades... Todo es positivo para la gente que acaba de ser diagnosticada porque le sirve de guía. A veces el desconocimiento es lo que da más miedo", asegura y, a su vez, advierte que también hay un lado negativo: "Hay pacientes que ponen por bandera que hay que luchar y ser fuertes, pero por desgracia la enfermedad progresa y fallecen. Hay pacientes que lo vive con desesperanza".

En este sentido, el facultativo recuerda que el enfrentarse al cáncer con el ánimo de un guerrero en ocasiones es negativo porque no se trata de una batalla. "Hay que permitirse el enfadarse con la vida, estar triste. Una enfermedad oncológica tiene su tratamiento y sus consecuencias que no dependen de que tengas más o menos ánimo. Es un tratamiento intenso, una enfermedad con sus secuelas y sus problemas. No tenemos que ser superhéroes". Aunque, aclara, "la resiliencia es importante, como todo en la vida".

El exceso de felicidad que se vive en redes sociales también tiene su cara y su cruz porque se suele ocultar lo negativo de la vida. Sin embargo, el oncólogo recuerda que en el caso de Elena Huelva no todo fueron sonrisas. "También hubo momentos de dolor y de tristeza y eso lo reflejó en sus redes. Se ha mostrado enferma, triste y con miedo. La lectura debe ser doble: la parte alegre, por un lado, y entender también que no ha sido fácil ese camino. Su mensaje de 'lo estoy pasando mal, pero quiero aprovechar la vida y vivirlo al máximo' es muy bonito y puede ayudar". Sobre todo en una enfermedad como el cáncer que tiene mucho peso emocional porque es una enfermedad muy visible sobre la que todavía existe cierto estigma.

"Se cae el pelo y hay pacientes que no quieren salir a la calle. A pesar de eso, Elena decidió que se la viera y que lo hicera toda España para entender que esta enfermedad no solo se da en ancianos o personas mayores que también existe el cáncer infantil. Tiene su tratamiento, pero es necesario seguir avanzando y crear medicamentos nuevos, para mejorar el pronóstico y también para que se tolere mejor y no tenga tantos efectos secundarios", reivindica el facultativo.

Dar visibilidad a este tipo de enfermedades, como hizo Elena Huelva poniendo su cara al sarcoma de Ewing, resulta vital para que se tome conciencia y se consiga mayor financiación para más investigación que logre que en un futuro otros pacientes puedan superar este cáncer.