"Hay que implementar la acción europea frente al cáncer adaptada a España"

Mejorar las políticas y estrategias para la prevención de cáncer en un futuro cercano es una de las prioridades de José María Martín-Moreno, catedrático de Medicina Preventiva y profesor en la Universidad de Valencia. De esta forma, una de las claves para conseguirlo es incluyendo a los pacientes con esta patología en las sesiones científicas y discusiones que se organicen sobre información, planes o situación de cáncer en tiempos de crisis, entre otros temas, y que ocupen el rol de ponentes para aportar sus propias experiencias.

Tras finalizar su conferencia en ESMO 2023 sobre intervenciones estructurales frente a conductuales en la prevención del cáncer, Martín-Moreno, quien forma parte del comité científico del Congreso y que preside la sección relacionada con las políticas y estrategias para la prevención de esta patología, ha dedicado unos minutos a Redacción Médica para ofrecer una visión global sobre cómo está la situación actual oncológica, tanto en España como en la Unión Europea.

¿Creé que la actual estrategia Nacional del Cáncer del Sistema Nacional de Salud (SNS) es la correcta? ¿Qué cambios deberían realizarse para mejorarla?

Bueno, tiene muchos aspectos positivos. El hecho de que exista una estrategia, de forma escrita, ya expresa una voluntad. Principalmente de prevención, de diagnóstico, de atención integral e, incluso, de cuidados paliativos cuando son necesarios, y eso está reflejado en la estrategia. ¿Qué es lo que menos me convence de ella? Pues precisamente que es una estrategia. No llega a ser un gran operativo y depende, un poco, de la voluntad de las propias comunidades autónomas y de la financiación que puedan encontrarse por las vías que cada una considere, dado que no existe un Presupuesto a nivel estatal para esto.

¿Debería mejorar España su papel dentro de las políticas y estrategias de prevención del cáncer?

Yo pienso que sí y, por supuesto, habrá quien opine que no ya que estamos viviendo en un estado descentralizado y, por tanto, que cada CCAA haga lo que crea oportuno. Yo en este aspecto discrepo. Hay que asegurar una acción común, incluso a nivel europeo, pero desde luego a nivel español, porque eso es lo único que puede asegurar una equidad y que se pueda implantar de manera correcta y factible con los recursos que tenemos en todos los rincones de España. Y, sobre todo, debería haber más intervención para este tipo de procesos y enfermedades, cuyos resultados no se ven inmediatamente, sino que tardan un tiempo y están sujetos a una menor comprensión desde el punto de vista político. Al final, los dirigentes no quieren intervenir en estrategias cuyos resultados pueden llegar cuando ya no están en la legislatura.

¿Y qué rol tendría que tomar la Unión Europea?

En Europa existe afortunadamente un plan que surgió junto antes de la pandemia y es una forma integrada de hacer salud en todas las políticas, con diferentes sectores, todos involucrados con cuatro pilares: prevención, detección precoz, diagnóstico y tratamiento más integrado y, por último, la calidad de vida de los pacientes y supervivientes de cáncer. Entonces, a partir de ahí, existen una serie de actividades y de acciones. Confieso también que con la pandemia, este plan sufrió tanto un retraso, como una reducción en los fondos, pero es una iniciativa muy útil. Además, este plan se ha compaginado con otro dirigido a la investigación, con el objetivo de que sea más sinérgica, los grupos se ayuden más y haya una mayor especialización y conexión entre ellos. Esta es la forma con la que realmente podamos avanzar.

¿Hasta qué punto es importante incluir el cribado de cáncer de pulmón?

Bueno, ahora mismo hay evidencia de que los grupos de riesgo que pueden haber tenido un daño, fundamentalmente por exposición al tabaco, se pueden beneficiar de una tomografía computarizada de baja dosis. Hay estudios que indican que da buenos resultados y que el coste-beneficio merece la pena. Pero, otros especialistas, sugieren que haya una mayor evidencia antes hacer esa inversión, porque al final, todo tiene un coste de oportunidad. Si se hace esto, se deja de hacer otras cosas porque los recursos no son ilimitados.

En España, ya se están haciendo estudios y se va avanzando para completar toda la información y conocer cuáles son las consecuencias de hacer un cribado para llegar a tomar una decisión. Porque cuando se hace un cribado, hay muchos factores que son necesarios. No solo basta con tener una enfermedad de alta magnitud e impacto como puede ser, en este caso, cáncer de pulmón. También hay que tener tener tests asequibles y razonablemente seguros, y que haya personas que se encuentren en una fase preclínica detectable, que aún sin tener síntomas, sea detectable para poder bloquearla antes que aparezca. Y luego hace falta que, ante esa alerta, el Sistema Nacional de Salud (SNS) reaccione con agilidad y con capacidad resolutiva.

En relación con el cribado de cáncer de mama, ¿cree que debería empezar a ser personalizado?

Bueno, actualmente existen cada vez más posibilidades tecnológicas, como la Inteligencia Artificial (IA) o los biomarcadores, que pueden facilitar este cribado y hacerlo más personalizado y preciso. Y en esa línea, en España sí se está avanzando, aunque hoy por hoy todos los cribados universales son la forma en la que se sabe que se va a obtener más beneficio social.

¿Qué importancia tiene la prescripción deportiva en la prevención del cáncer?

La actividad física es positiva para todas las personas, incluso para la prevención Primaria. Así lo señala uno de los puntos del Código Europeo que recuerda la importancia de la actividad física y que la necesidad de reducir el tiempo que pasamos sentados pegados a una pantalla porque se ha demostrado que esa situación, en exceso, es un factor de riesgo de cáncer.