La neumóloga Rosario Menéndez hace un repaso sobre cómo ha evolucionado el abordaje de esta infección

"La neumonía tiene efectos a largo plazo, aunque muchos lo desconocen"
Rosario Menéndez, jefa del Servicio de Neumología del Hospital La Fe y coordinadora del año Separ de las infecciones respiratorias.


11 nov. 2019 16:40H
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POR MARÍA GARCÍA
El Instituto Nacional de Estadística (INE) cifra en 10.222 los fallecimientos que ha habido en España por neumonía en 2017. La mortalidad global cuando un paciente ingresa en el hospital es del cinco por ciento. En el caso de que lo haga en la unidad de cuidados intensivos, la cifra asciende hasta el 25 por ciento o más. 

Rosario Menéndez, jefa del Servicio de Neumología del Hospital La Fe y coordinadora del año Separ de las infecciones respiratorias, señala todos estos datos para incidir, ante el Día Mundial de la Neumonía que se celebra el 12 de noviembre, que esta infección respiratoria continúa siendo un problema importante en España. Aunque, en los últimos años, se le haya ido perdiendo el miedo. 

¿Sigue siendo la neumonía, a día de hoy, un problema importante de salud entre la población española?

La neumonía sigue siendo un problema importante. De hecho nos gusta recordar un dato: que es la primera causa de muerte por infección en España y en el mundo. Y esto es algo que se nos olvida. Además, es la décima causa de muerte de forma global.

Dicen que ni la opinión pública ni los profesionales sanitarios colocan a la neumonía como una enfermedad prioritaria dentro del ámbito de salud. ¿Por qué? 

Sí es cierto que no toda la comunidad científica, o incluso la ciudadanía, tiene el mismo sentimiento o concienciación con respecto a que la neumonía es una enfermedad grave. Ahí tenemos mucha labor que hacer.

Tampoco se sabe algo sobre lo que estamos muy pendientes en el entorno investigador, y es que la neumonía tiene consecuencias no solo en el momento agudo, sino también a largo plazo. Se han publicado varias editoriales [en revistas científicas] tratando de poner sobre el tapete esta enfermedad, que es importante pero que está olvidada. 

Es decir, que se ha perdido un poco el miedo a la neumonía.

"La población general no sabe que la neumonía aún mata".

Se ha perdido un poco el miedo. Creo que la población sabe que tenemos antibióticos y buenos hospitales. Confía en la sanidad pública mucho y, en ese sentido, piensan a veces que somos infalibles. Pero hay infecciones que matan y dan problemas. Y la neumonía es una de ellas.

¿Faltan campañas de información en la población en las que se incida, por ejemplo, que la neumonía tiene consecuencias a largo plazo?

Es posible. En este sentido, la iniciativa que tiene Separ del año de las infecciones respiratorias tiene mucho que ver con esto. La iniciativa se va a centrar específicamente en mandar tanto a los profesionales sanitarios como a la ciudadanía en general y a los pacientes la información sobre la importancia que tienen las infecciones respiratorias, y la neumonía en particular, en la evolución de su propia enfermedad y de su vida.

Desde Separ también han incidido mucho estos días en que hay que vacunarse de la gripe para evitar neumonías. ¿Aún encuentran problemas para que la población de riesgo siga esta recomendación?

Con las vacunaciones tenemos una sensación agridulce. Porque todavía no llegamos a los porcentajes que deberíamos llegar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el porcentaje de población vacunada frente a la gripe en la población de riesgo sea un 75 por ciento y, según los datos que de los que dispongo, estamos en aproximadamente un 55 por ciento. 

Un dato que nos debe hacer reflexionar, sobre todo a los profesionales sanitarios, es que poco más de un 30 por ciento de estos está vacunado de la gripe, cuando deberíamos  estarlo todos. Tenemos que trabajar también dentro de nuestro propio grupo.

¿Se encuentran reticencias dentro del propio sector para vacunarse?


"Estamos desarrollando campañas para que cale la importancia de vacunarse de la gripe"


Es curioso cómo en los niños tenemos el concepto de que las vacunas son muy importantes. También tenemos esa idea cuando vamos a viajar a un país extranjero y acudimos al centro de vacunación internacional. Estamos muy preocupados por el paludismo o por la fiebre amarilla, que es una enfermedad rarísima, y por la gripe y la neumonía que matan todos los años a lo mejor se nos olvida por tenerlo tan cerca.

Esto hay que recordarlo; hay que hacerle llegar este mensaje a la población. Por eso insisto que desde Separ en este momento estamos desarrollando campañas, haciendo infografías, enviando información de diversa índole, también por redes sociales, para que llegue y cale este mensaje.

En este sentido, ¿qué valoración hace de las vacunas antineumocócicas que hay en España y que se están poniendo ahora mismo?

Tenemos la última vacuna, que es la conjugada tridecavalente. Se trata de una vacuna más moderna y más potente que la anterior, la polisacárida. En este sentido, la vacuna conjugada es la que se está recomendando ahora en población adulta entre quienes son pacientes mayores de 65 años o inmunodeprimidos, que son personas con trasplantes, con tratamientos de quimioterapia, biológicos, etc. Y también personas con patologías crónicas, también respiratorias. Ahí Separ tiene una iniciativa importante, que incluye también como grupo de riesgo a los fumadores.

La vacuna polisacárida, que es la antigua, también se puede añadir pero siempre se da dos meses como mínimo después de la conjugada en todos estos grupos de riesgo.

Rosario Menéndez, en un momento de la entrevista.


¿Se incluyen a todos los fumadores dentro de estos grupos de riesgo o deben cumplir alguna característica, como fumar un determinado número de cajetillas en un tiempo?

Los que miden la cantidad de tabaco lo van haciendo de forma gradual. Cuanto más fumen, peor, evidentemente. El tabaquismo aumenta las infecciones respiratorias, no solamente las enfermedades por neumococo. También hace más agresivas las neumonías por legionela. Lo que es curioso es que cuando dejas de fumar todavía han de pasar unos cuantos años hasta que tu riesgo se reduce.

En este momento también hay mucho interés por los nuevos cigarrillos electrónicos y el vapeo. Aunque todavía hay pocas evidencias científicas, porque son hábitos más nuevos y menos frecuentes, sí que empieza a haber evidencias en algunos animales de que tanto el vapor de los cigarrillos electrónicos como el vapeo aumentan la adherencia de microorganismos, en concreto del neumococo, en la vía aérea y reducen las defensas del epitelio de la vía aérea. Por tanto, los cigarrillos electrónicos también facilitan la aparición de neumonías.

Entonces ¿los vapeadores también entrarían dentro de ese grupo de riesgo?


"El cigarrillo electrónico es perjudicial para la vía aérea y las infecciones respiratorias"


Cuando se hicieron las recomendaciones de Separ no existía este problema, se hablaba de fumadores de cigarrillo convencional. Pero ahora las evidencias están encontrándose que sí, que también este tipo de nuevo cigarrillo es perjudicial para la vía aérea y las infecciones.

¿Y qué puede implicar una neumonía a las personas de más de 65 años o a las personas que están inmunodeprimidas?

La neumonía puede ser que en algunos casos se trate de forma extrahospitalaria y tiene una buena respuesta. Por tanto, a lo mejor el paciente no le da importancia, aunque debe hacerlo. Pero el mayor peligro es la neumonía grave que requiere hospitalización. En 2018 hubo unos 100.000 casos de ingresos por neumonía en España. Son cifras importantes. ¿Y qué ocurre? Pues que al menos un tercio de las que ingresan ya tienen un cuadro de sepsis, un fallo de órgano. En ese caso hay un riesgo para la vida.

Otro aspecto que se empieza a conocer en la actualidad es que la neumonía no solamente tiene consecuencias durante el momento agudo, sino que el organismo no se recupera lo suficiente y hay repercusiones a largo plazo. Se ha visto que tras haber padecido una neumonía aumenta el riesgo cardiovascular de los pacientes hasta entre uno y 10 años después de la neumonía.

Y aunque sea en menor grado, también puede suceder en las neumonías no hospitalizadas, aunque sea de menor grado y se han estudiado menos.

¿Se encuentran muchos casos de neumonías en que dicen "esto se podría haber evitado"?

"El año pasado hubo unos 100.000 ingresos por neumonía".

Desde luego, porque si se usan vacunas, aunque no tengan una efectividad del cien por cien porque eso es imposible en Medicina, sí tienen una eficacia que puede estar entre un 30 o un 37 por ciento, lo cual significa que reduce todo ese número. Puede parecer pequeño, pero en valores absolutos significa miles de pacientes.

Y la vacuna del neumococo tiene una eficacia del 45 por ciento para la neumonía en general y del 75 por ciento para los episodios graves. 

¿Cómo ha ido evolucionando el diagnóstico de la neumonía en los últimos años?

Más lento de lo que nos gustaría. Pero sí que ha ido evolucionando. Seguimos haciendo una confirmación con una radiografía pero en cuanto a los test microbiológicos sí que están apareciendo plataformas de diagnóstico molecular que posiblemente nos van a facilitar la vida dentro de muy poco tiempo. Ese tipo de tecnología ya está disponible, aunque no del implantada en los hospitales porque es cara y se está empezando a utilizar, sobre todo, en los casos graves. 

Poco a poco, pero es seguro que nos va a cambiar la vida. Ahora, hacemos un diagnóstico microbiológico en un 30 o 40 por ciento de los casos. Utilizando estas plataformas podemos llegar a más del 80 por ciento. Esto significa utilizar mejor el tratamiento antibiótico y tener más conocimiento epidemiológico.

No todos los profesionales disponen en su práctica clínica diaria las suficientes técnicas de diagnóstico microbiológico.


"La evolución del diagnóstico de la neumonía ha ido más lenta de lo que nos gustaría"


Suficientes sí, pero las técnicas modernas aún están llegando. Todavía no están del todo implementadas, pero sí que en los últimos años es ya muy habitual determinar el virus de la gripe. Hace unos años esto no lo hacíamos de forma sistemática. Ahora, en la época de la gripe, sí.

¿En los próximos años se prevé que se implanten estas técnicas?

Yo creo que muy pronto, porque la tecnología está ahí.

En cuanto al tratamiento, la Separ ha alertado de que se está haciendo mal uso de los antibióticos en neumonía adquirida en la comunidad. ¿Qué se está haciendo mal?

El uso de antibióticos, en general. El mensaje que se trata de dar es que tiene que estar justificado. Una sospecha de una infección a lo mejor no requiere dar un tratamiento antibiótico, sino que lo que se intenta es confirmar que existe realmente una infección.

Por ejemplo, no podemos dar antibiótico para cuadros catarrales banales que muchas veces son provocados por virus, porque eso es un manejo inadecuado y va a provocar resistencias incluso para la propia persona que lo toma.

Sin embargo, cuando hay un diagnóstico sí que se debe utilizar un tratamiento antibiótico y ahí sí que creo que lo hacemos correctamente. Quizá lo que está variando en los últimos años es que antes estábamos perdidos en tratamientos antibióticos más largos y ahora nos estamos moviendo porque sabemos por los estudios, y algunos de ellos son españoles, que menos días son suficientes para tratar una neumonía y al mismo tiempo no somos tan agresivos con la propia flora del paciente.

Menéndez ha visitado el plató de Redacción Médica con motivo del Día Mundial de la Neumonía.


En su opinión, ¿se siguen recetando antibióticos de más?

Seguro que sí, pero creo que hemos mejorado. Ahora mismo uno entra en una farmacia y escucha cómo, si alguien pide un antibiótico al farmacéutico, este le dice que eso se lo tiene que recetar su  médico.

Quizá nos queda por trabajar más con los pacientes. Algunos de ellos aún exigen antibiótico y ahí hay que detenerse un rato para explicarles que no siempre es lo mejor. 

En cuanto al tratamiento, ¿se ha evolucionado también?

Sí. Los cambios ahora se dirigen a analizar, por un lado, la parte convencional, que es el tratamiento antibiótico. También están apareciendo algunos nuevos antibióticos para el caso de resistencias que de momento, en neumonía adquirida en la comunidad, no son altas en España. Por ahí estamos bien. En las neumonías adquiridas en el hospital es distinto. Depende de la ecología del propio centro.

Pero quizá un cambio que está habiendo en el paradigma de la neumonía es que nos estamos fijando en otro tema: los estudios de investigación se dirigen no solamente a ver las respuestas del tratamiento antibiótico, sino también a evaluar cómo responde el huésped. Es decir, cuál es la respuesta del propio paciente en cuanto a sus propias células de las defensas, los leucocitos, los linfocitos, sus proteínas, sus inmunoglobulinas... De esta forma creemos que vamos a ver por completo la imagen de respuesta del paciente; por un lado los antibióticos y, por otro lado, las defensas. Porque caminaríamos hacia poder tratar, además de con antibióticos, con algo que ayude a las defensas del propio paciente.

¿Falta investigación en neumonía?

Creemos que sí. Los que estamos interesados en neumonía nos gustaría que los políticos incluyesen en sus campañas o en sus debates el tema de la investigación. Primero en general, porque se habla poco. Y, segundo, en particular, porque la neumonía últimamente ha estado un poquito olvidada. Nos gustaría que ascendiera unos escalones en cuanto a la importancia y prioridad de investigación, porque así lo están reconociendo muchas autoridades científicas internacionales: que esto es necesario. Ha habido varias editoriales en revistas prestigiosas como la UNCP. Ahora se va a publicar una en la revista española Archivos de Bronconeumología...

Los expertos están tratando de trasladar a las autoridades que se necesita más investigación en neumonía, una enfermedad que se puede tratar y que tiene efectos a largo plazo.

Este es el año Separ de las infecciones respiratorias. Como coordinadora ¿nos podría hacer un balance de lo que está suponiendo? De las actividades que se han hecho y que aún quedan por hacer. 


"En Separ hemos hecho varias actividades dirigidas a los propios profesionales"


Hay varias actividades que hemos hecho dirigidas a los propios profesionales. También hemos actualizado la normativa del tratamiento de la neumonía adquirida en la comunidad y de la neumonía nosocomial. Están en este momento en nuestra revista Archivos de Bronconeumología. Y otras patologías, como tuberculosis y bronquiectasias, que también tienen muchas infecciones, se acababan de actualizar.

Hemos abierto una página web de la Separ en la que damos cuenta de las actividades que tenemos y se van a colgar materiales divulgativos tanto para los pacientes como para la ciudadanía. Son infografías y documentos que uno se puede descargar libremente y en los cuales, de manera muy sencilla, se dan mensajes de salud para prevención de neumonía y otras infecciones respiratorias. 

Ahora vamos a presentar un vídeo divulgativo para las redes sociales. En él participan pacientes y médicos, que lanzan  mensajes muy sencillos y claros para prevenir y tratar la neumonía.

Así que esperan que después de este año a la población y a los profesionales sanitarios les quede claro que la neumonía hay que tenerla en cuenta.

Ese es el objetivo final que a mí me gustaría conseguir: que hubiera más concienciación sobre la neumonía por todos. Y que la población general se vacune y recuerde que puede preguntar a su médico si tiene alguna duda, porque la vacuna de la gripe sí que tiene un periodo para ponérsela, pero la del neumococo se puede administrar en cualquier momento.

Hay otros mensajes de salud que no son las vacunas, pero que son importantes y fáciles, como abstenerse del tabaco en todas sus formas y evitar el exceso de alcohol. Y lógicamente, cuando hay una persona con alguna infección respiratoria, el mantener una serie de cuidados higiénicos, como estornudar en el codo y no en la mano, que se usen pañuelos desechables, lavarse mucho las manos y evitar las zonas de más contacto con personas.

Algo que quizás es menos conocido es que hay que tener una adecuada higiene bucodental, porque se ha visto que el microorganismo está dentro de la boca, sobre todo en fumadores, que facilitan las neumonías y las infecciones respiratorias.

Eso se conoce menos.

Los dentistas también nos podrían ayudar, porque tenemos que decirles a los pacientes que tengan una buena higiene bucodental, porque si no es adecuada hay más probabilidad de tener una neumonía.

Menéndez, durante la entrevista realizada en el plató de Redacción Médica.


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