La ministra de Sanidad, Mónica García y la comisionada de Salud Mental, Belén González
La ministra de Sanidad,
Mónica García y la comisionada de Salud Mental,
Belén González han presentado este martes la campaña
'¿Qué nos pasa?', un proyecto que pone el foco en los factores sociales que impactan en la salud mental de toda la población .”Necesitamos poner el foco en los determinantes sociales de la salud mental”, ha afirmado la ministra. Ante esto, los problemas de acceso a la vivienda, la precariedad laboral o la violencia de género son causas comunes que están detrás de muchas
consultas a psiquiatría. Por ello, González señala la importancia “sacar de las consultas las historias que estamos viendo”. “Podemos acompañar en este sufrimiento, que es una tarea esencial. Pero no basta con aumentar los
recursos en salud mental, sino que es necesario aprobar políticas transversales”, explica. En este sentido, la visión estructural de los problemas de salud mental atraviesa tanto
El plan de prevención del Suicidio, como el
Plan de Salud Mental “Tenemos que poner el foco en lo colectivo”, remarcan. De este modo, subrayan que todas las políticas públicas que se han aprobado desde el Gobierno son "estabilizadores de la salud mental".
De esta forma,
Belén González insiste en que, durante su trayectoria profesional, ha podido ver cómo los problemas de tipo estructural llegan a las consultas psiquiátricas y generan problemáticas de otra índole. Por un lado, la medicalización de los problemas y la psicologización de los mismos. Es decir, que cada persona se piense incapaz de adaptarse a un problema individual cuando “son circunstancias a las que no nos tendríamos que adaptar y que deberíamos cambiar” y, que además, se haga uso de
psicofármacos para tratar el malestar.
En este punto, enuncia algunas estadísticas. “El consumo de antidepresivos es
cuatro veces superior en rentas bajas”, comenta. “El hecho de ser mujer duplica el consumo de psicofármacos”, agrega.
La importancia de las políticas públicas en la salud mental
A esto hay que sumarle
el desgaste de los profesionales. “Hay una gran frustración por no poder resolver los problemas de los pacientes”, asegura. Por su parte, Juan Antequera,
psicólogo clínico de la zona sur de Madrid, ilustra esta situación a partir de lo que ha visto este martes en consulta. “He atendido a cinco pacientes de los cuales tres o cuatro tenían un sufrimiento psíquico que tenía que ver con algunas de las cuestiones estructurales que hemos comentado”, cuenta. Desde su punto de vista, la
s consultas de salud mental se están convirtiendo en el único reducto en el que las personas pueden hablar.
Por ello, “si pudiéramos hablar en otros sitios,
la demanda en salud mental probablemente se reduciría” reflexiona. En consecuencia, y aunque subraya la necesidad de seguir aumentando el número de
psicólogos clínicos en la sanidad pública, asegura que este, “no es el único sitio en el que tenemos que mirar”. A día de hoy, tiene en consulta pacientes que comparten un piso de sesenta metros cuadrados y dos habitaciones con otras dos personas. “No puedo intervenir cuando no hay unas mínimas condiciones para hacerlo”, sentencia. En este punto, desde el Ministerio vuelven a destacar la importancia de trabajar en
políticas públicas.
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