Más peso a la reducción de daños en el abordaje sanitario de las adicciones

La Fundación de Educación para la Salud (Fundadeps) reivindica una mayor apuesta por terapias antiadicciones basadas en la empatía y la compasión hacia los afectados, frente a los modelos de tratamiento tradicionales. En la guía Modelos y estrategias de intervención 2023, elaborada en el marco del programa ActualizaT, se arguye que, aunque los modelos de “reducción de daños” al respecto cuentan con “cierta aceptación y desarrollo” a través de la Estrategia Nacional sobre adicciones 2017-2024, en España ese enfoque tiene “un menor peso” en comparación con los programas de abstinencia. De ahí que se considere necesaria esta guía, que no busca sino “reforzar” las buenas prácticas que ya existen en este sentido.

El documento, recientemente publicado, es el fruto de la compilación de algunas de las conclusiones obtenidas en el curso de formación online de Reducción de daños y disminución de riesgos en drogadicciones, impartido entre los pasados 8 de mayo y 30 de junio por Fundadeps con el apoyo de la Secretaría de Estado de Sanidad y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, ambas del Ministerio de Sanidad, y de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, del Ministerio del Interior. La guía incluye seis trabajos de aplicación práctica elaborados por participantes en dicho curso que se proponen como herramienta de trabajo para los profesionales sociosanitarios que ejerzan su labor en centros penitenciarios y que quieran implementar la perspectiva de reducción de daños y disminución de riesgos en sus terapias.

En definitiva, la guía surge de la necesidad de abordar el tratamiento de las adicciones desde “una visión interdisciplinar” y estableciendo medidas y metodologías “más allá de las abolicionistas”, en definitiva, apostando por “una formación actualizada, basada en la evidencia y de calidad”. Al respecto, se considera “esencial” la inclusión de la perspectiva de género a la hora de elaborar programas de intervención “reales y efectivos” para atajar el consumo de drogas y otras adicciones como “fenómeno complejo de abordar”. También se resalta el “efecto negativo” de la pandemia de coronavirus al respecto, dado que se ha impuesto como “factor o variable influyente” que, sumado a los que ya existían, “dificulta la atención y empeora la situación actual con relación al consumo de sustancias legales e ilegales”.

Modelos basados en las “singularidades” de los pacientes

Los seis trabajos prácticos que forman parte de la guía se dividen en dos modelos, uno propuesto por la docente María del Mar Sánchez Martín, basado en la reducción de daños en casos de ludopatía o juego patológico, y el segundo, del también docente Aurelio Gallo, que reflexiona sobre la efectividad del enfoque de reducción de daños en comparación con métodos tradicionales en casos de drogadicción y alcoholismo.

En ambos modelos se coincide en la idoneidad de abordar desde un “enfoque compasivo y empático” el abandono de las adicciones. También se considera “esencial” que, “en lugar de imponer juicios o estereotipos”, se tenga en cuenta “la singularidad de cada persona” para, así, “trabajar en conjunto” e “identificar las metas realistas y personalizadas”. En este sentido, se señala que las terapias no han de centrarse en la abstinencia en sí, sino también abordar “las causas subyacentes de la adicción” y promover “el desarrollo de estrategias de afrontamiento saludable y la mejora de la salud emocional”, para, de ese modo, proporcionar un ambiente terapéutico “seguro y de confianza, donde el individuo se siente escuchado, comprendido y respetado en su proceso de cambio”.

Carencia de estudios en reducción de daños

Sánchez critica que en España sea aún “infrecuente” hablar de terapias de reducción de daños “en el ámbito de los juegos de azar y de las adicciones comportamentales en general”. Aunque reconoce que “es algo que se está haciendo en centros públicos y ONGs que atienden a jugadores patológicos en diversas comunidades autónomas”, lamenta que simplemente se trate de “casos aislados” y que no haya “muchas investigaciones al respecto”.