El nuevo presidente de la Sempspgs asume el cargo con el objetivo de potenciar la visibilidad de la especialidad

Manuel García, presidente de la Sempspgs afirma que los preventivistas necesitan tener más voz en las instituciones
Manuel García, nuevo presidente de la Sociedad de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria.


27 sept. 2023 7:00H
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El estallido de la pandemia de coronavirus puso de manifiesto las debilidades que a nivel nacional e internacional tenían los sistemas sanitarios para afrontar una crisis de magnitud tan grande como aquella. Esa situación obligó a dirigir el foco a los especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública, cuya labor, aunque ya existía con anterioridad, recibió el reconocimiento social del que en otras épocas se les había privado. En plena etapa de transición post-covid, la Sociedad de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (Sempspgs) afronta uno de sus retos más complicados: lograr que la conciencia preventiva en materia sanitaria surgida de la era pandémica no se diluya con el regreso a la ‘normalidad’. Y para conseguirlo, la organización cuenta, desde hace una semana, con un nuevo nombre para capitanear la nave, Manuel García de la Vega.

¿Con qué objetivos asume la presidencia de la Sempspgs?

Lo primero que quiero destacar es que, aunque mi Junta Directiva y yo fuimos elegidos el pasado día 21 en el XXII Congreso Nacional y XI Internacional que celebramos en Palma de Mallorca, ya llevamos trabajando como grupo siete meses, de los cuales los últimos cuatro fueron intensos, a pesar de que cabía la posibilidad de que no saliéramos elegidos. Queremos contribuir a que la Sempspgs siga mejorando, con todo lo que ello conlleva. Es un reto de responsabilidad, pero también de ilusión sin límites. Queremos que todos los socios participen de forma activa y que se sientan representados por todos nosotros.

Nuestro objetivo principal es mejorar la calidad científico-técnica de nuestra especialidad en todos los ámbitos, frente a la interferencia de otros colectivos y de las compañías privadas. Y es que, a pesar de que la pandemia de coronavirus ha puesto el foco en la Medicina Preventiva, aún hay espacios en los que sigue sin exigirse la especialidad para trabajar en Salud Pública, es decir, nos encontramos con situaciones en las que otros profesionales no especializados quieren ejercer la labor que nos corresponde a los médicos preventivistas. Pero somos los especialistas, y no otros, los que tenemos que desempeñar ese trabajo.

¿En qué aspectos se notará más su sello al frente de la Sempspgs?

Nuestro sello será el mismo que ya tenemos en nuestros genes todos los que nos dedicamos a la Salud Pública, no solo los médicos, también los enfermeros. Contamos con unos valores fundamentales e intrínsecos de nuestra especialidad como la ética, la responsabilidad, la formación, la docencia, la investigación y el desarrollo profesional. En este sentido, queremos conseguir que la especialidad tenga más visibilidad y cuente con un mayor reconocimiento, tanto por parte de la ciudadanía como de nuestros propios responsables. Buscamos ser el mejor referente en materia de prevención del Sistema Nacional de Salud (SNS) y, así, contribuir a la eficiencia y la calidad de este. El primer paso para ello ya se ha dado: antes de la pandemia nadie sabía en qué consistía la Medicina Preventiva, pero ahora ya sí se nos conoce y se nos escuche. El segundo paso es reforzar los mecanismos de Salud Pública.

¿Qué relación espera tener con las administraciones públicas, en especial con el Ministerio de Sanidad?

Al día siguiente de mi elección ya tuve los primeros contactos con responsables del Ministerio, a los que les trasladé algunas de nuestras propuestas. Hay buenas intenciones en principio, pero eso se tendrá que materializar en medidas concretas. El Ministerio tiene que contar con nosotros, pero en esa mayor visibilidad que buscamos no sólo están las administraciones públicas, sino también otras asociaciones y sociedades científicas y el sistema universitario, con los que será necesario establecer alianzas a nivel tanto nacional como internacional.

¿Se invierte lo suficiente en España en Medicina Preventiva y en Salud Pública?

No. Esto que se dice de que más vale prevenir que curar, son palabras que se lleva el viento. El ejemplo claro ha sido la propia pandemia de coronavirus. Gracias a la profesionalidad de los sanitarios, que hemos estado tres años y medio haciendo guardias mañana, tarde y noche, sin descansar y sin vacaciones, hemos salido adelante, pero, evidentemente, no se tendría que haber llegado a ese punto, y lo malo es que aún hay aspectos que no se han corregido y que tendrían que corregirse para que no vuelva a repetirse lo mismo. En el Ministerio de Sanidad, llevamos más de un año sin subdirectora de Promoción de la Salud y Prevención. Además, la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención del SNS no se renueva desde el año 2012. Por eso, la reciente situación que hemos vivido nos tiene que servir de empujón para renovar todas estas estructuras y medidas. De hecho, eso será lo primero que lleve a mi primera reunión con el Ministerio.


"Hay cosas que aún no se han corregido: llevamos más de un año sin subdirectora de Promoción de la Salud y Prevención



¿Hay suficientes especialistas en Medicina Preventiva?

Es verdad que las plazas del examen MIR se han incrementado, pero creemos que el número es todavía insuficiente. Otra de las cosas que han salido a reducir fruto de la pandemia ha sido que hay unidades sin médico de Preventiva y Salud Pública, y que sólo tienen un enfermero y poco más. El sistema de vigilancia español es muy bueno, gracias al trabajo que hacemos todos los días es difícil que se nos escape algo y, en caso de que se detecte un posible brote de algún virus, actuamos en el menor tiempo posible para atajarlo. En el siglo XXI ha habido ya 16 alertas sanitarias, y la gente sólo recuerda la covid, el ébola o la listeriosis. El resto de alertas sanitarias no suele salir a la luz porque actuamos a tiempo para contenerlas. Pero eso, con los pocos especialistas que somos, se hace cada vez más difícil.

Al respecto de ello entra otro factor en juego: que la Medicina Preventiva sea una especialidad atractiva para los futuros especialistas. ¿Qué medidas plantea para conseguirlo?

Precisamente esa es una de las líneas estratégicas de desarrollo profesional e innovación que tenemos en nuestra cartera de servicios de Junta Directiva. Nuestra propuesta comienza en las propias facultades de Medicina, en las que vamos a potenciar la mejora de la especialidad para hacerla, como usted dice, más atractiva. Lo que queremos es hacernos visibles de cara al futuro profesional y, así, que se incremente la demanda en las próximas convocatorias de Formación Sanitaria Especializada, lo cual es una prioridad para nosotros. La especialidad de Medicina Preventiva y de Salud Pública es muy bonita, el que la conoce se queda y le engancha, te deja atrapado. Tenemos un lema, y es que la prevención es la mejor medicina, y, además, es costoeficiente. La curación es incierta, pero la prevención siempre es segura y eficaz.

Me decía usted antes que lo de “prevenir antes que curar” suele llevárselo el viento. ¿Podemos decir entonces que, en general, somos más de prevenir o de curar?

En realidad, hay de todo. En cuanto a la reducción de hábitos como el consumo de alcohol y tabaco, en España estamos estancados, mientras que en otros países vecinos se ve una caída progresiva desde los noventa. También somos el cuarto país más sedentario de todo el mundo, y esto es fruto del cambio de hábitos en la sociedad: hay muchas cuestiones que anteponemos a hacer ejercicio físico. El 51 por ciento de hombres y el 65 por ciento de las mujeres no hace deporte nunca o raramente. En definitiva, se trata de factores que se van sumando y que, a la larga, favorecen la aparición de cánceres y enfermedades cardiovasculares.

¿Era 'necesaria' una pandemia como la del coronavirus para que creciera nuestra conciencia preventiva?

Lo primero, ojalá que no hubiera habido pandemia. Lo que ha pasado son cosas que estudiábamos en la facultad, pensando que no iban a ocurrir nunca. La pandemia lo ha cambiado todo, y la mayoría de consecuencias que ha traído son malas: la mortalidad y la morbilidad actual, con personas que padecen covid persistente, por ejemplo.

Pero, por otro lado, se ha avanzado mucho en investigación de vacunas. No hay que olvidar que, gracias al trabajo de los compañeros, en siete meses se logró sacar la primera contra la covid, cuando lo normal es que se tarden unos cuatro años. Eso va a revolucionar el ámbito de la vacunación, incluso a la hora de tratar cánceres. La pandemia también ha tenido una cosa buena para los médicos preventivistas. Nos ha dado a conocer, aunque en realidad nosotros siempre hemos estado ahí, haciendo encuestas de contacto y controles, pero era una labor desconocida para la gente.

A pesar de las consecuencias negativas de las que me habla, ¿se nos ha olvidado demasiado pronto la pandemia?

Sí, demasiado pronto. En un principio la gente tenía miedo, pero hoy en día ese temor se ha olvidado a pesar de que aún seguimos teniendo brotes. Hemos de seguir inculcando la educación sanitaria que se difundió en 2020, con el lavado de manos y otras medidas preventivas. Pero no ya por nosotros, sino para proteger a personas enfermas y vulnerables. Yo, cuando me ponía la mascarilla, no lo hacía para protegerme a mí mismo, sino a esas personas. Así que es fundamental incluir esa educación sanitaria ya en los colegios, medidas preventivas básicas no ya contra el coronavirus, sino contra cualquier virus. Por ejemplo, con el simple lavado de manos podemos evitar muchas enfermedades respiratorias y digestivas, entre otras.


"Se nos ha olvidado demasiado pronto lo que pasó con la pandemia, hemos de seguir inculcando educación sanitaria desde el colegio"



¿Tiene la sensación de que se ha empezado a hacer menos caso a la Sempspgs una vez decretada oficialmente la ‘normalidad’ postcovid?

En efecto. Lo que yo veo es que, como le digo, la gente se está relajando, pero la covid no se ha ido. Por eso los preventivistas hemos de tener más presencia y voz en las instituciones para que se escuche qué es lo que proponemos a la hora de evitar males mayores cuando se detecta algún brote. Durante la pandemia ha habido muchos errores en muchos países. Pero estamos aquí para tratar de no cometerlos en el futuro.

¿Hay indicios de una nueva pandemia de similar magnitud? En caso de que sí, ¿estamos preparados para afrontarla?

Yo no creo que pueda haber otra pandemia igual a la del coronavirus. Aprendemos rápido y somos eficaces y eficientes a la hora de evitar pandemias, aunque de vez en cuando tengamos sustos. Pero hay cuestiones que no dependen de nosotros, como el cambio climático, fruto de lo cual cada vez hay más mosquitos que transmiten fiebre del Nilo. En el futuro vendrán cosas, pero estamos preparados para afrontarlas. La población tiene que estar segura y tranquila con los profesionales que desempeñamos la labor de vigilancia activa. Estamos muy coordinados con otros especialistas y la red funciona a la perfección. Pero no tenemos que olvidar las recomendaciones que damos a nivel institucional para establecer cortafuegos y elaborar planes estratégicos como el One Health, que funciona muy bien. En definitiva, el de la prevención es un trabajo constante que nos ayuda a cortar a tiempo cualquier fuego que se pueda originar.
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