Ignacio Jesús Dávila, presidente de la Seaic.
Ya sea durante la
formación de Grado o al cursar la especialidad,
Alergología tiene claro que su presencia debe ser aún más notable y significativa en la profesión médica. Es por ello que, además de solicitar un aumento de los conocimientos referidos a esta rama en la
carrera de Medicina, también requería al Ministerio de Sanidad la
actualización de su programa formativo -a falta de recibir las últimas pinceladas- y la ampliación del
MIR a 5 años.
En una primera toma de contacto, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) trasladaba al departamento de Mónica García una retahíla de propuestas prioritarias de cara a mejorar el papel de la especialidad en el seno del Sistema Nacional de Salud (SNS), centradas en el proceso de aprendizaje de los futuros alergólogos y en la
formación continuada de aquellos en ejercicio.
Así, Alergología se sumaba a la cada vez más abultada lista de especialidades partidarias de sumar un año más a la formación de sus
médicos internos residentes. Conseguirlo, dependerá de la "predisposición o del presupuesto, mejor dicho", de las comunidades autónomas, encargadas de financiar dichos programas, tal y como recuerda Ignacio Jesús Dávila como presidente de la Seaic, en el marco de la "necesaria"
actualización del programa de Alergología.
De momento, la sociedad cuenta con una
propuesta de renovación "bastante avanzada" -que sustituiría a la última versión aprobada en septiembre de 2006-, a la espera de que Sanidad active la maquinaria e inicie de forma oficial el proceso de tramitación, como ya está haciendo en otras 7 especialidades.
Acreditación oficial de Unidades de Alergología
Las demandas de Seaic también se extienden al periodo universitario, teniendo en cuenta que solo un tercio de las
facultades de Medicina españolas integran conocimientos en esta rama en sus planes docentes, de los cuales, solo el 12 por ciento son impartidos por especialistas en Alergología. "Hay muchos alumnos que salen de la carrera sin conocer para nada, o en absoluto, muchos de los aspectos de las enfermedades alérgicas", lamenta Dávila, que trabaja para que esta área se convierta en una especialidad de conocimiento.
Y si en el Grado lo que se demanda es el reconocimiento de una
asignatura propia, en la formación continuada lo que se pide es "mayor respaldo económico", en aras de ampliar la oferta de planes de
Desarrollo Profesional Continuado (DPC) para los profesionales en ejercicio de esta rama médica. Sociedad y ministerio coinciden en que resulta "imprescindible" buscar sistemas de financiación pública y modelos de acreditación que aúpen este tipo de programas.
Aunque sin acuerdos en firme, Alergología también transmitía al ministerio su intención de poner en marcha
programas de acreditación de Unidades en
asma grave, inmunoterapia en distintos grados,
alergia grave a los alimentos y a los fármacos, sensibilización y mastocitosis, con la intención y el deseo de que estas sean reconocidas oficialmente a nivel nacional por parte de Sanidad, y no solamente por las sociedades científicas implicadas en su creación.
De ello, nace así mismo la necesidad derivada de crear
Diplomas de Acreditación Avanzada que confirmen la capacidad de los profesionales para trabajar dentro de estas unidades especializadas en ciertos campos de la especialidad, como la alergia a fármacos. Las
Áreas de Capacitación Específica (ACE) son harina de otro costal, matiza Dávila, ya que la cantidad de áreas comunes con otras especialidades podría dar lugar a ciertos
conflictos.
El actual jefe del Servicio de Alergología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca señala, en este sentido, posibles puntos de choque con ramas como la
Pediatría, en caso de crear una ACE relacionada con la alergia infantil, a diferencia de
Neonatología o Psiquiatría infantil, donde el camino estaría mucho más claro y acotado. Por ello, se muestran partidarios de regular este tipo de titulaciones en conjunto, con un documento consensuado, "donde las sociedades implicadas estén de acuerdo". Ya en 2014, cuando se gestaron las primeras ACE, ya se detectaron ciertos problemas, afirma, al haber "aspectos de la troncalidad que no quedaban claramente definidos".
Formación multidisciplinar
Este es uno de los motivos por el que la sociedad defiende una
formación multidisciplinar que permita minimizar este tipo de colisiones entre especialidades y consolide la figura del alergólogo en aquellas áreas donde aporte valor y conocimiento en las decisiones clínicas. El reto ahora es averiguar "la mejor forma de hacerlo", contestando así a la solicitud del ministerio. Entre las alternativas, una
ACE a la que pudieran acceder distintos especialistas.
Otra de las preocupaciones trasladadas a la cartera de Mónica García tiene que ver con "las d
esigualdades que existen entre regiones" en cuanto a número de alergólogos, puesto que, en algunas comunidades autónomas, hasta el año pasado, la cifra de especialistas "era cero". En este sentido, tal y como hicieran con otras ramas como Inmunología, el ministerio pedía que se le facilitara el recuento de profesionales que alberga la sociedad, para sumarlo al obtenido por parte de los distintos sistemas regionales.
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