El individuo con poca vida social tiene un 60% más de probabilidades de sufrir prediabetes y un 112% de diabetes tipo 2

Las personas que se aíslan socialmente son más propensas a sufrir diabetes
El trabajo ha encuestado a cerca de 3.000 participantes.


19 dic. 2017 9:20H
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Acabar con el aislamiento social puede reducir el riesgo de diabetes. Así consta en los últimos hallazgos del Centro Médico de la Universidad de Maastricht (Países Bajos) y publicados en ‘BMC Public Health’, donde se constató que los individuos socialmente aislados eran diagnosticados con diabetes tipo 2 más a menudo que las personas con mayor presencia en redes sociales.

Se descubrió que la participación social en clubes y grupos era beneficiosa. La falta de participación en clubes u otros grupos sociales se vinculó con un 60 por ciento más de probabilidades de prediabetes y un 112 por ciento más de probabilidades de diabetes tipo 2 en mujeres en comparación con aquellas con un metabolismo de glucosa normal. En los hombres, la falta de participación social se asoció con 42 por ciento más de probabilidades de diabetes tipo 2.

Al observar las redes sociales de los participantes, el estudio encontró que cada caída en un miembro de la red se asoció con una probabilidad del 5 al 12 por ciento más alta de diabetes tipo 2 recién diagnosticada o diagnosticada previamente, en comparación con aquellos con metabolismo de glucosa normal, según los resultados de los 2.861 participantes encuestados. 

Un 90% más de riesgo de diabetes en hombres que viven solos

Cada descenso del 10 por ciento en los miembros de la red (un miembro en un tamaño de red promedio de 10 miembros) que viven a poca distancia se relacionó con entre un 9 y un 21 por ciento más de probabilidades de diabetes tipo 2 recientemente diagnosticada en mujeres. En los hombres, vivir solo se asoció con una probabilidad un 94 por ciento mayor de diabetes tipo 2.

Los autores utilizaron los datos de 2.861 participantes en 'The Maastricht Study', un estudio de cohorte observacional de hombres y mujeres de 40 a 75 años de la parte sur de Países Bajos. Del total de participantes, 1.623 (56,7 por ciento) tenían un metabolismo de glucosa normal, 430 (15 por ciento) padecían prediabetes, 111 (3,9 por ciento) presentaban diabetes tipo 2 recientemente diagnosticada y 697 (24,4 por ciento) tenían diabetes tipo 2 al ingresar al estudio.

Los investigadores advierten que los cambios tempranos en el metabolismo de la glucosa pueden causar molestias no específicas, como cansancio y malestar, lo que puede explicar por qué los individuos limitan su participación social. El diseño observacional de corte transversal del estudio no permite descartar este tipo de causalidad inversa, ni permite establecer conclusiones sobre causa y efecto.

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