José López Miranda, facultativo del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Reina Sofía.
Los
médicos internistas avisan de que, más allá de medir los factores clásicos del perfil lipídico, se debe medir también la
lipoproteína A o LP(A), que es un
potente agente causal de la
enfermedad arterioesclerótica cardiovascular y que produce eventos cardiovasculares mayores, como los infartos de miocardio, los accidentes cerebrovasculares (ACV) y las muertes súbitas. En consecuencia, la LP(A) es un
marcador de riesgo cardiovascular y debería medirse al menos una vez en la vida, a todas las personas, para conocer si la tienen en niveles de riesgo bajo, medio o alto.
Los médicos internistas hacen esta advertencia con motivo de la Mesa Redonda 'Más allá del Colesterol. Lo que todo internista debe saber sobre la LP(A)', que tendrá lugar en el
46º Congreso de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y el 39º Congreso de la Sociedad Andaluza de Medicina Interna (Sademi). Moderará esta sesión José López Miranda, del Servicio de Medicina Interna, del Hospital Universitario Reina Sofía, de Córdoba, experto en esta área, al igual que los ponentes invitados José Luis Díaz, del Servicio de Medicina Interna, del Complejo Hospitalario A Coruña; Carlos Guijarro Herráix, del Servicio de Medician Interna del Hospital Universitario de Alcorcón (Madrid); y Javier Delgado Lista, del Servicio de Medicina Interna, del Hospital Universitario Reina Sofía, de Córdoba.
"La lipoproteína es la proteína más aterógena que se conoce. Es cinco veces más aterógena que la LDL, que es la lipoproteína 'mala'; la HDL la lipoproteína buena; la LPA es una lipoproteína 'supenociva'. Es una forma peculiar de LDL a la que se le une una proteína nueva más pequeña, la apolipoproteína B (ApoB), de la LDL, que hace que se metabolice esa LDL. Pues bien, la LP(A) actúa impidiendo que esa LDL se metabolice normalmente; sería como tomar la LDL y ponerle un capuchón para así impedir que se metabolice con normalidad”, explica López Miranda.
Riesgo en niveles de LP(A) elevados
La LDL es un
factor etiológico de la enfermedad arterioesclerótica cardiovascular, mientras que la LP(A) es un factor causal. “La LDL está involucrada patogénicamente en esta enfermedad, es decir, la causa y, además, hemos demostrado que, si la reducimos y conseguimos bajar sus niveles, se previene la enfermedad. En cambio, en el caso de la LPA hemos demostrado lo primero, es decir, que causa la enfermedad, pero nos falta demostrar que, bajándola, por medios de intervención, con
fármacos, no aparezca la enfermedad o que aparezca con menor probabilidad. Por eso es un factor causal y no es un factor etiológico todavía”, expone López Miranda.
Actualmente, hay
tres ensayos clínicos en marcha, cuyos resultados permitirán conocer si la LP(A) también es un factor etiológico, como la LDL. “No son factores de riesgo, son causa, lo que es mucho más importante”, puntualiza López Miranda.
Los niveles de LP(A) elevados (por encima de 100 mg/dl) son
causa de eventos cardiovasculares mayores, como los
infartos o los
ictus, que pueden aumentar significativamente, pasando de un riesgo de 20-25 por ciento a un 60 por ciento. Además de las enfermedades cardiovasculares, la LP(A) también está relacionada con
estenosis de la válvula aórtica, que puede requerir cirugía, y, en menor medida, con insuficiencia cardiaca.
Herencia genética
La LP(A) está determinada en un 90 por ciento genéticamente. "Cuando dispongamos de toda la evidencia científica necesaria, estimamos que, probablemente, será el trastorno genético más frecuente de la especie humana. Los síndromes de LP(A) en un 90 por ciento con trasfondo genético, de genes que se heredan uno del padre y otro de la madre, representan al 1 por ciento de la población", detalla López Miranda.
Según explica, el trastorno hasta ahora más frecuente era la hipercolesterolemia familiar, enfermedad autosómica dominante, ya que, si un padre tiene hijos, teniendo él hipercolesterolemia familiar, sus hijos tienen un 50 por ciento de probabilidad de heredar el gen defectuoso de la hipercolesterolemia familiar. Y eso que era el trastorno más frecuente, la hipercoleterolemia familiar, representa 1 de cada 250, y en el caso de la LP(A) estamos hablando de un trastorno mucho más frecuente que este”, detalla López Miranda.
Determinación del riesgo y recomendaciones
La medición de la lipoproteína LP(A) debería realizarse al menos una vez en la vida, ya que es un factor de riesgo cardiovascular importante. Esta prueba se puede incluir en
cualquier análisis de perfil lipídico, añadiendo la determinación de LP(A), y es muy accesible,
con un costo de solo 3 euros. Sin embargo, aún no se realiza de manera rutinaria en la mayoría de los sistemas sanitarios debido a que la ciencia avanza lentamente, y, hasta ahora, no se disponía de herramientas para tratarla. Aunque se descubrió hace décadas, el tratamiento de LP(A) no era posible, mientras que para el LDL (colesterol "malo") ya había terapias efectivas.
Hoy en día, existen
fármacos en fase avanzada de investigación que podrían reducir los niveles de LP(A) en un 90-95 por ciento. Los estudios clínicos en curso, como los ensayos Horizon, Ocean y Claim, podrían
ofrecer soluciones en los próximos 2-3 años para pacientes con niveles de LP(A) elevados (más de 100 mg/dl), reduciendo esos niveles a menos de 20 mg/dl.
El riesgo asociado a la LP(A) varía según sus
niveles en sangre. El objetivo es mantener los niveles por debajo de 30 mg/dl. Entre 30 y 50 mg/dl, el riesgo es intermedio; por encima de 180 mg/dl, el riesgo se considera muy alto. Se sabe que el 1 por ciento de la población tiene niveles superiores a 180 mg/dl y que, entre el 20-30 por ciento, tiene un riesgo intermedio.
Aunque la medicación específica para LP(A) está en desarrollo y en fases muy avanzadas, controlar los factores de riesgo es crucial. Una dieta saludable, aunque no reduzca directamente LP(A), puede
mejorar otros factores relacionados con la aterosclerosis. Además, es fundamental controlar el LDL, la hipertensión, la
diabetes y evitar el tabaquismo en pacientes con LP(A) elevada.
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