José María Mostaza, jefe de Sección en La Paz, considera que el internista debe figurar como "política de salud"

 José María Mostaza, jefe de la Sección de Medicina Interna en La Paz habla de nuevos medicamentos contra el colesterol y formación en Primaria
José María Mostaza, jefe de la Sección de Medicina Interna en La Paz


1 dic. 2023 12:00H
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José María Mostaza debe concienciar cada día a sus pacientes de la Unidad de Riesgo Cardiovascular sobre la importancia de la prevención y de un estilo de vida sano, pese a que a no hayan sufrido aún ninguna patología grave. Una labor complicada, ya que muchas de las personas que pasan por su consulta son escépticas ante algo que aún no ha ocurrido. Esta tarea se enmarca en el día a día de la Sección de Medicina Interna del Hospital La Paz, que encabeza el mismo especialista.

Para él, este centro es mucho más que un lugar de trabajo, algo que intenta transmitir diariamente al resto de su equipo. Entre sus prioridades, al dirigir destaca una buena convivencia y actitud por parte de toda la Unidad que haga posible mantener el liderazgo que la caracteriza. Este internista llevó las riendas de la Sociedad Española de Arteriosclerosis durante dos años, en los que logró un aumento significativo de las Unidades de Lípidos en nuestro país, aunque dejó como tarea pendiente una mayor concienciación social sobre patologías concretas tan acuciantes como la propia enfermedad cardiovascular, tal y como revela en esta entrevista realizada para el pódcast 'Jefatura de Servicio'.

Su nombramiento como jefe de Sección coincidía con los momentos más críticos de la pandemia. Hablamos de marzo de 2020. ¿Cómo fue llegar y tener que hacerse cargo de una crisis de este calibre? ¿Qué fue lo más complicado?
 
Sin duda ha sido la parte más dura de toda mi carrera profesional, donde se mezclaba la ignorancia, la incertidumbre y el miedo. En cualquier caso, de todo ello me quedo con el esfuerzo que hicimos para aliviar a los pacientes y con la fraternidad que hubo entre todos los profesionales de diferentes especialidades, ya que todos estaban dispuestos a colaborar.
 
Como ventaja, conocía hasta el último rincón de este hospital después de casi 34 años ejerciendo como médico en el área de Medicina Interna. ¿Qué es lo que le mantiene unido a este centro?
 
Por supuesto, la gente. La gente es la que hace el hospital y es un privilegio acercarte todos los días a trabajar y encontrarte gente a la que aprecias. Cada vez más gente habla o se refiere a su hospital como el hospital donde trabaja. Yo, en lugar de decir donde trabajo, digo que es 'mi' hospital. Lo vivo así, lo siento así.
 
Si miramos desde el otro lado, ¿cuáles cree que son sus mayores aportaciones a esta Sección?
 
Creo que el talante, si es que el talante puede aplicarse a una Sección. Yo creo que nuestra Sección tiene una excelente convivencia y crea muy buen ambiente de trabajo, no solamente dentro del Servicio sino también en todo el hospital. Obviamente, también, desde el punto de vista clínico, la asistencia cubre una parte muy importante de las altas hospitalarias. La Unidad de Riesgo Vascular es una de las más reconocidas del país.
 
En más de una ocasión se ha señalado a esta Sección de la Paz como una de las mejores en toda España. ¿Cuáles diría que son los activos más valiosos y sus señas distintivas?
 
Creo que tiene mucho que ver con la trayectoria y la actividad docente e investigadora de cada uno de los profesionales. Tenemos excelentes Unidades clínicas con un reconocimiento nacional e internacional, como son la unidad de VPH, la de enfermedades tropicales, la de autoinmunes, la de enfermedades tromboembólica y por supuesto la nuestra, la de riesgo vascular, que tiene un alto reconocimiento por parte de nuestros compañeros y eso hace que el servicio de Medicina Interna sea muy apreciado fuera de de este hospital.


"Yo, en lugar de decir donde trabajo, digo que es 'mi' hospital"


 
Su responsabilidad, como comentábamos, se extiende también a la Unidad de Riesgo Vascular. ¿Hacia qué metas se orienta esta área? Teniendo en cuenta que las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de muerte en todo el mundo.
 
Pues efectivamente, a pesar de ser la primera causa de muerte en los países industrializados, es difícil que una persona entienda la importancia de una Unidad de Prevención Vascular o de Riesgo Vascular. Yo les digo, a las personas que acuden, que lo hacen para vivir más tiempo y con mayor calidad. Sin embargo, la prevención cardiovascular, como otras medidas de prevención, no solamente la cardiovascular, difícilmente entendible por ellos. Hasta que no se instaure el día del infarto que nunca tuve, pues no entenderán que prevenir es fundamental para no tener enfermedades.
 
Pese a ese gran nivel de incidencia, la enfermedad vascular aterosclerotica sigue siendo una gran desconocida entre los españoles. Si preguntamos por ella, ocho de cada diez nos dirán que no saben casi nada y la mitad no serían incapaces de identificar sus síntomas. ¿A qué se debe? ¿Qué porcentaje de ictus o infarto se podrían evitar con una prevención adecuada?
 
Bueno, la verdad es que la prevención cardiovascular es lo que ha permitido que actualmente en nuestro país hayamos aumentado la esperanza de vida. No solamente en nuestro país sino en todos los países industrializados. Numerosos estudios demuestran la enorme eficacia de las medidas preventivas de las que disponemos para vivir durante más tiempo y con calidad. Pero en realidad, el problema, es que la gente, insisto, y vuelvo a lo de antes, no entiende muy bien que debe hacer una dieta adecuada, ejercicio físico, dejar de fumar, llevar el peso a lo ideal y tomar una medicación a lo largo de toda su vida si quiere vivir más tiempo y no tener una complicación cardiovascular. Y eso es, yo creo, uno de los retos que tenemos que intentar transmitir a la población. 

Precisamente aumentar la concienciación y dar visibilidad a la Sociedad Española de Arteriosclerosis, la SEA eran algunos de sus grandes objetivos como presidente de dicha entidad. Entre sus propósitos también figuraba el aumento de las unidades de lípidos en nuestro país. ¿Hasta qué punto se ha completado este objetivo?
 
La verdad es que estoy muy orgulloso de los dos años que he estado como presidente de la SEA, de la Sociedad Española de Arteriosclerosis. Uno de mis objetivos, efectivamente, era intentar que el manejo de las dislipemias graves fuera homogéneo en todo el territorio español, cosa que no podía ser porque hay muchas comunidades autónomas que no disponen de Unidades de Lípidos de excelencia. Y mi intención era disponer de Unidades de Lípidos más amplias y en todo el territorio nacional. Y en este sentido, durante mi estancia como presidente, hemos aumentado a diez las Unidades de Lípidos, lo que significa un incremento del 15 por ciento de estas unidades. Y estoy muy orgulloso en ese sentido. Y la otra cosa que quería hacer era incrementar el número de personas jóvenes, que se incorporasen los jóvenes a la sociedad. Y también ha habido un número muy importante de socios, la mayoría de ellos jóvenes, que se han incorporado en nuestra sociedad. Por tanto, globalmente yo creo que estoy muy orgulloso de lo que hemos hecho.
 
Durante esos dos años de mandato, también habló de entrelazar aún más la parte investigadora y la parte clínica dentro de esta sociedad. ¿Cómo se ha conseguido favorecer la unión entre ambos frentes?
 
Creo que eso sigue siendo un talón de Aquiles en nuestra sociedad y en muchas sociedades. Existen grupos muy importantes, de básicos y de clínicos, en nuestra sociedad. Cada uno trabaja en su burbuja y no existe una relación entre ellos. Yo creo que hay que promover la investigación traslacional y, si en las sociedades científicas no somos capaces, más dificultad tendrá fuera de estas. Yo creo que tenemos que promover becas para proyectos traslacionales, hacer reuniones científicas donde se junten básicos y clínicos... Creo que queda un largo trecho. Desgraciadamente no ha habido esa implementación en nuestra sociedad durante el tiempo que he estado. Yo espero que, los que vengan en un futuro, lo puedan conseguir.
 
¿Qué esperanzas abren los nuevos tratamientos para bajar el colesterol?
 
Creo que que estamos en un momento dulce en relación a la prevención cardiovascular, sobre todo en el campo de las dislipemias. Cada vez existen más fármacos disponibles, no solamente para bajar el colesterol y favorecer la adherencia terapéutica, sino también dirigidos a otras nuevas dianas terapéuticas que pueden reducir todavía más la arteriosclerosis. En el Congreso de la SEA hablamos de nuevos fármacos que van a venir en el futuro pero, paradójicamente, también repasamos muchos registros que demuestran que la atención y el tratamiento de los pacientes con factor de riesgo sigue siendo subóptimo. Y a pesar de tener muchos fármacos nuevos, todavía no estamos utilizando adecuadamente los antiguos que tenemos. 


"A pesar de tener muchos fármacos nuevos, todavía no estamos utilizando adecuadamente los antiguos."


 
Dice usted además, que el grado de formación en arteriosclerosis es más que discutible en España...
 
Efectivamente, cuando miramos los registros, vemos que muchos pacientes están infratratados o no consiguen los objetivos terapéuticos adecuados según las guías. Y en este sentido, yo creo que es un problema de formación. La mayoría del tratamiento de los factores de riesgo se realiza en Atención Primaria y a mí me sigue llamando mucho la atención que la mayoría de médicos de este nivel asistencial no hagan una formación específica, no roten por Unidades de Riesgo Cardiovascular especializadas. Y eso que el 80 por ciento de sus pacientes van a necesitar un tratamiento para la tensión o para el colesterol. Y eso se aprende en las Unidades especializadas.
 
Sin embargo, hay que decir que esa vertiente investigadora es una de las cosas que más atrae a los médicos jóvenes hacia esta especialidad tan amplia, junto con la atención integral del paciente. ¿Qué vías deberían ser prioritarias en el estudio clínico?
 
No tengo muy claro que la gente joven tenga demasiado interés por la investigación. En cualquier caso, aquellos que tienen interés sí que les recomendaría que trabajaran mucho con aquello a lo que he hecho referencia previamente como es la investigación traslacional y, después, que intenten hacer una investigación de calidad. Cuando todos los que hemos publicado cosas miramos hacia atrás, nos damos cuenta de que la mayoría de las cosas que publicamos tienen un escaso valor. Y yo creo que hay que pensar en publicar, pero con valor en el futuro y por eso, animo a la gente joven que quiere investigar a que piense que la investigación que haga pueda ser relevante en el futuro.
 
Sin embargo, comentaba hace un momento que cada vez son más médicos jóvenes los que pasan a formar parte de la SEA. ¿Qué cree que les puede brindar este organismo de cara a su formación y a su especialización?
 
Estamos haciendo un esfuerzo para que se incorporen porque espontáneamente es difícil, fundamentalmente porque los jóvenes quieren ver el éxito inmediato en su asistencia diaria. Ellos quieren tratar pacientes que están muy graves para que se curen al día siguiente y no se dan cuenta de que la prevención cardiovascular es como una carrera a largo plazo. Y estoy seguro que nosotros, desde nuestra Unidad de Riesgo Vascular, salvamos más vidas que los médicos que atienden a pacientes más agudos. Eso es difícil de entender por parte de la gente joven. Y ahí está la idea: irles transmitiendo la importancia que tiene la prevención cardiovascular si queremos salvar la vida de nuestros pacientes. 


"Estoy seguro que nosotros, desde nuestra Unidad de Riesgo Vascular, salvamos más vidas que los médicos que atienden a pacientes más agudos."


 
Como profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. ¿Qué cambiaría en el sistema de formación de los futuros médicos?
 
La verdad es que es una pregunta muy complicada. Personalmente, reduciría la carga de muchas asignaturas transversales, integraría muchas de ellas en la parte clínica y probablemente aumentaría la autonomía del alumno. No tengo muy claro que los alumnos que terminan Medicina salgan con una formación adecuada para empezar a tratar al paciente desde ese mismo momento. Yo creo que la autonomía, como ocurre en otros muchos países, debe de aumentar y deben de salir con una formación más práctica.
 
Las enfermedades minoritarias también figuran en la lista de tareas investigadoras de los internistas. ¿Qué novedades podemos encontrar en los tratamientos para esas patologías? ¿Qué beneficios pueden llegar a ofrecer dianas innovadoras como las terapias génicas?
 
La utilización de tratamientos biológicos, inicialmente desarrollados para las enfermedades que eran huérfanas o minoritarias, está abarcando todo el mundo de la Medicina, permitiendo un avance importante en la investigación que yo creo que era impensable hasta hace unos años. No me cabe duda que este avance permitirá el diagnóstico precoz y el tratamiento temprano de muchas enfermedades que hasta ahora se creían incurables.
 
Entre esas enfermedades podría figurar la obesidad. ¿Confía en que se reconozca como una enfermedad crónica a corto plazo?
 
Evidentemente la obesidad es un problema de Salud Pública que afecta a todos los países industrializados y, fundamentalmente, a los países en vías de desarrollo. Efectivamente, yo creo que hay que hacer políticas de salud dirigidas a reducir la obesidad de forma más intensa de lo que se ha hecho hasta ahora. Yo creo que los estados o el Gobierno debe fomentar una alimentación saludable y debe impedir que salgan al mercado determinados alimentos que tengan una carga calórica muy importante o ricos en ácidos grasos 'trans', que son perjudiciales para la salud. Pero también debe de fomentar el ejercicio físico, no solamente en el colegio, sino también dando ayudas para que la gente que no tiene recursos pueda ir a gimnasios, etcétera. Yo creo que se necesita una política de salud importante, más intensa de la que se está haciendo. Y los fármacos de los que hemos hablado previamente son un complemento, pero, desde luego, no puede ser lo principal.

En otros países ocurre exactamente lo mismo. Lo que pasa es que, en algunos países muy concretos, sobre todo en los países nórdicos, se está haciendo un enorme esfuerzo por fomentar una alimentación sana y la realización de ejercicio físico, y eso exige una política sanitaria dirigido a ello. No basta con que el médico diga a su paciente que tiene que hacer más ejercicio o que tiene que comer mejor, sino que tiene que implicarse el Gobierno, como por ejemplo se implicó con el tabaquismo, lo cual fue un auténtico éxito en nuestro país.
 
¿Qué ventajas tiene la dieta mediterránea frente a otro tipo de alimentación?
 
Ventajas objetivas: la gente que sigue esta dieta tiene una presión arterial más baja y tiene menos complicaciones cardiovasculares. Es una dieta, como todo el mundo sabemos, que se fundamenta en verduras, en pescado, en aceite de oliva virgen, en la toma de frutos secos... Es una dieta que ha demostrado, insisto, en numerosos estudios, que es muy saludable y que se asocia con una mayor supervivencia y una menor tasa de complicaciones cardiovasculares. 


"No tengo muy claro que los alumnos que terminan Medicina salgan con una formación adecuada para empezar a tratar al paciente desde ese mismo momento"


 
¿Cree que la figura del internista está lo suficientemente valorada por la Administración pública?
 

No creo que estemos especialmente valorados. Yo creo que el internista debe de estar ahí como política de salud. Yo creo que los internistas somos imprescindibles, sobre todo en hospitales pequeños, donde el resto de especialistas deben de ser consultores. El problema fundamental que yo veo actualmente en la Medicina Interna es que cada vez nos están vaciando más de contenido. Se están disgregando nuevas especialidades de Medicina Interna y al final se hace poco atractiva para los médicos futuros. Nadie va a querer ser internista. Cuando no haya internistas, no sé cómo van a funcionar los hospitales. Especialistas aislados y ninguno tendrá esa visión global del paciente que yo creo que es fundamental.
 
¿Y que ayudaría en este caso?
 
Política sanitaria. Creo que tiene que haber una idea muy clara del papel del internista dentro del hospital, debe haber una persona que se encargue de ver globalmente al paciente. Cada vez que se va especializando más la Medicina, cada vez tenemos más dudas. Si tiene dudas, que haga consultas a otros compañeros que sean especialistas. Pero no puede verse un paciente de forma aislada por siete médicos distintos. Cada uno lo ve desde su perspectiva y nadie lo ve de forma integral y eso es el papel del internista.
 
De cara a los próximos años, ¿qué retos vislumbra?
 
Creo que el Servicio de Medicina Interna de la Paz tiene que seguir siendo uno de los Servicios más importantes de este país. No me cabe la menor duda. Debe de seguir haciendo la actividad clínica hospitalaria que realiza hasta ahora y que es extraordinariamente importante. Tiene muchísimo peso dentro de toda la carga asistencial del hospital y creo también que debe seguir potenciando y aumentando, cada vez más, las Unidades específicas, las Unidades clínicas, que son las que realmente, desde mi punto de vista, dan prestigio al hospital. También permiten la investigación y que otros profesionales se fijen en el hospital. He dicho antes que toda la parte de Infecciosas es extraordinariamente importante. Yo creo que se puede incrementar el número de Unidades en enfermedades minoritarias. Se debe de potenciar todo este tipo de Unidades para que sigamos siendo el referente que actualmente somos para todos nuestros compañeros del país.
 
Y de forma individual, ¿qué retos tiene usted por delante como jefe de Sección?
 
Como jefe de Sección y como responsable, junto con Carlos Lahoz, de la Unidad de Riesgo Cardiovascular, seguir intentando que nuestro hospital o la Sección que yo llevo en el Carlos III, siga con la actividad asistencial que mantiene en el momento actual y desde el punto de vista de riesgo cardiovascular. Incorporar a los residentes a esta Unidad, incrementar el número de tesis doctorales realizadas, aumentar la investigación y el número de ensayos clínicos, y, en definitiva, hacer que todavía sea mejor.  

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