"Si consigues integrarlo en el paciente, estás cambiando su estilo de vida", señala Francisco Vicente Martínez

Recetar ejercicio físico no implica una carga más para el médico
Gualberto Rodrigo (izquierda) y Francisco Vicente Martínez.


20 oct. 2018 11:30H
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POR MARCOS DOMÍNGUEZ
La prescripción de ejercicio físico en la consulta del médico de Familia va más allá de un "consejo mínimo sistematizado" pero no va a suponer una carga en su quehacer diario: integrado en sus recomendaciones va a repercutir muy positivamente en el paciente.

Así lo ha demostrado Francisco Vicente Martínez, coordinador del Grupo de Trabajo de Aparato Locomotor de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que ha impartido un taller sobre este tipo de prescripción en el marco del 40 congreso nacional de la sociedad.

Francisco Vicente Martinez habla de qué ejercicio físico recomendar en consulta.

"Lo primero que hay que decir al médico es que se forme, que recopile información. Lo segundo, que los pacientes son receptivos", explica a Redación Médica. "Hay que convencerles de la potencia del consejo sanitario, es mucho más potente de lo que creemos".

Martínez recomienda que el médico vea esta posibilidad como "una herramienta que pueda utilizar en algunos casos, incorporándola con tranquilidad al quehacer diario sin verlo como una carga".

No obstante, admite que el médico "no está acostumbrado a prescribir ejercicio físico en consulta más allá de un consejo mínimo sistematizado". Es decir, dar unas normas higiénico-dietéticas y recomendar, de forma general, hacer actividad física, "como parte de una batería de consejos".


Correr, nadar o bailar, todo ejercicio físico vale


Recetar ejercicio físico va más allá, "hacerlo de una manera programada, con una dosis, que es la cantidad de ejercicio, y una intensidad determinada". Recomienda un mínimo de tres días a la semana y, si pueden ser más, mejor.


"Estamos hablando de cambiar hábitos. Por eso es muy necesario ir reforzándolo"


En cuanto al tipo de ejercicio, "lo más recomendable son ejercicios de tipo aeróbico, en el que los pacientes mueven grandes masas musculares". Andar, correr, ir en bicicleta, bailar... todas son actividades sencillas que un paciente puede realizar fácilmente. "Incluso nadar; si no ha aprendido a hacerlo, puede hacer otros ejercicios en la piscina, como andar".

Martínez es consciente de la posible falta de adherencia a estos consejos: "Es muy complicada, estamos hablando de cambiar hábitos. Por eso es muy necesario irlo reforzando. De ahí que es bueno que, en consultas periódicas, revisemos si se está haciendo no, y potenciarlo".

No obstante, en cuanto el paciente perciba el beneficio su implantación será sólida. Sobre todo porque puede reducir el tratamiento farmacológico: "A lo mejor se está tratando una diabetes, empieza a hacer ejercicio y nota que necesita menos cantidad de insulina". "Si consigues modificar algo en el paciente, estás modificando el estilo de vida", concluye.

Francisco Vicente Martínez en un momento del taller.


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