Mª Luisa López Díaz-Ufano, gerente de Primaria en Madrid, cree en una elección de especialidad basada en aptitudes

Mª Luisa López Díaz-Ufano, gerente de Primaria en Madrid, cree en una elección de especialidad basada en aptitudes
María Luisa López Díaz-Ufano.


16 sept. 2023 16:20H
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María Luisa López Díaz-Ufano siempre creyó en la Medicina como un aprendizaje continuo que no terminaba con el diploma universitario ni con la residencia. Ahora agradece esa constante inquietud que le llevaría a formarse en áreas como la telemedicina o la nutrición y a enriquecer su currículum de forma notoria durante las cuatro décadas que lleva ejerciendo como médica de Familia. Tanto, como para hacerla merecedora de uno de los máximos reconocimientos de Medicina a nivel nacional, el premio de la Real Academia Nacional de Medicina (RANME) en su especialidad. La facultativa cree en otro tipo de relación sanitaria en la que ha sido su casa durante todos estos años, la Atención Primaria, a la que dedica con orgullo y pasión sus horas y conocimientos como parte del Centro de Salud Reyes Católicos en San Sebastián de los Reyes.

Además, López está de estreno. Hace tan solo unas semanas que se anunció su nombramiento desde el Sermas como responsable de la Gerencia Asistencial de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid, un puesto que no desempeñaba hace unos meses, cuando realizó esta entrevista para el pódcast 'Líderes Sanitarias'.

Terminó 2022  siendo galardonada con el Premio de Medicina General y de Familia de la Real Academia Nacional de Medicina de España, el Premio RANME. ¿Qué cualidades profesionales considera que le han hecho destacar y ser la ganadora? 

Presenté mi curriculum, y posteriormente supe que la valoración de mi perfil respecto a los otros siete que estaban conmigo fue muy superior, y que el veredicto fue por unanimidad. Es el desarrollo de todos los trabajos de investigación, de formación de clases, estudiantes, residentes... La trayectoria de mi asistencia en la Consejería de Madrid

¿Qué significa un reconocimiento de este tipo en la actualidad?

Para mí es un honor, porque es el reconocimiento a un gran esfuerzo, porque la mayor parte de todo lo que he comentado antes se hace mayoritariamente fuera de horarios de tu trabajo: los cursos, los másteres... Es verdad que siempre me ha gustado, he hecho muchas cosas por poder seguir formándome y mejorando porque soy bastante inquieta. Pero bueno, el reconocimiento a nivel nacional pues no sé cómo describirlo.

Visto ese esfuerzo, ¿se debería incorporar esa formación continuada dentro del horario laboral?

En todas las empresas debería ser así. Hay formación, tenemos un horario dentro de lo que es nuestra asistencia de formación continuada, pero esa formación continuada no te permite nada más que ponerte al día en determinados campos de lo que es tu atención sanitaria, pero no te deja por tiempo adquirir unos nuevos conocimientos o una formación complementaria a lo que estás haciendo. 

Volviendo a ese premio, ¿en quién pensó cuando recogía el galardón? ¿A quién se lo agradece? 

Sobre todo a mi padre, porque es a quien más echaba de menos. De alguna manera, cuando se fue de su pueblo intentó que sus hijos fuéramos lo que él no había podido ser de joven. Él empezó siendo carpintero, luego hizo Interiorismo a base de estudiar después de trabajar, y de alguna manera lo que nos hizo ver a los hijos era pues que tenemos que sacar adelante una formación, una especialidad para poder ser, no digo que mejores, pero por lo menos tener otras opciones que él no pudo tener. 

Con lo cual cuando le dijo que iba a ser médico, fue una gran noticia... 

Sí, porque además en mi familia no hay nadie de Medicina, ni tampoco sanitarios ni farmacéuticos. No sé en qué me fijaría, antes de terminar COU ya tenía muy claro que quería ya ser médico. También es verdad que me tocó vivir en una generación en la que cambió todo lo que es la especialidad de Medicina de Familia, porque empecé a estudiar en 1977 y el Alma-Ata  se firma un año más tarde. Fuimos la segunda generación o promoción de medicina de Familia, porque no había dado tiempo todavía que aquello se empezara a pedir como se está pidiendo ahora, de una manera habitual. He convivido con gente de, anteriormente, de Medicina General y luego con gente que terminábamos y que hacíamos la especialidad.

¿Y qué fue lo que le empujó en esa dirección, hacia Medicina de Familia? ¿Qué fue lo que le atrajo de esa nueva especialidad? 

Cuando en 4.º, 5.º y 6.º de Medicina tuvimos que hacer prácticas en la Fundación Jiménez Díaz, me fijé en un profesor que no era mi tutor, pero era el médico internista. Según nos iba enseñando, queríamos hacer lo que él hacía porque era una persona que se motivaba y se mezclaba bastante con los estudiantes. Sin embargo yo en aquel momento no me veía en un hospital. No es que no me guste, yo lo que le veía en él era la cercanía que tenía con los pacientes, que incluso hacía cosas que no hacía la gente del hospital. no todos tenemos que hacer lo mismo, pero él sí que era un reflejo de alguna forma de lo que era el trato más cercano, de acercarse a ver a personas ancianas, a personas oncológicas, a sus domicilios... Pero lo hacía él por su cuenta. 

¿Y es lo que le sigue enamorando a día de hoy, de esta profesión? 

Claro, sí. 

¿Cómo ha cambiado su concepción de la Atención Pimaria desde que elegió esta especialidad? 

Como comentábamos, he estado en la transición de lo que era el modelo antiguo, tradicional e incluso lo rural, y de estar pasando consultas en dos horas, a tener un modelo de más amplitud en el horario para poder llegar y hacer todo lo que se firma en Alma-Ata: la prevención, promoción de la salud... La primera diferencia que yo veo de en estos 40 años es que la pirámide poblacional ha cambiado. Segundo, que las patologías crónicas hoy en día están más o menos controladas, con lo cual la edad de supervivencia de los pacientes es mayor, es más, son más longevos y eso hace que ahora tengamos un patrón en  Atención Primaria de gente con enfermedad crónica y enfermedades oncológicas que antes fallecían, pero que ahora cuanta con un tratamiento y un seguimiento, que son octogenarios, nonagenarios  e incluso centenarios. Antes veíamos más patologías agudas y ahora la mayor parte de nuestra consulta gente más mayor con enfermedades crónicas, a los que estamos haciendo un seguimiento de esa enfermedad.

¿Ahora mismo el sistema tiene la suficiente capacidad para adaptarse a estos cambios, como lo hace la pirámide de población?

En este momento toda la sanidad se tiene que adaptar, tiene que cambiar. No podemos dar cobertura a todos los pacientes que tenemos con la misma intensidad que se hacía antes, pero también tenemos que cambiar el estilo. No podemos hacerlo todo en consultas, tenemos que abrirnos a ver cómo se hace en Europa cuando se manejan nuevas tecnologías en el seguimiento, de presiones arteriales, de glucemias...Y que un paciente no necesariamente tiene que venir a consulta solamente para medir o no medir esos parámetros. Estamos aquí, estamos cerca, pero a lo mejor no tienen que estar viniendo de un sitio todas las semanas o cada 20 días si lo tiene controlado. 


"No podemos dar cobertura a todos los pacientes que tenemos con la misma intensidad que se hacía antes".



Después de 30 años ejerciendo como médica de Familia, entendemos que le vendrán a la mente muchas peticiones para este nivel asistencial...

Todo es mejorable ahora mismo, pero también lo era cuando en el año 78 se hizo una mejora para dar una cobertura. Ahora el perfil ha cambiado y tenemos que poner otro tipo de ordenación sanitaria, con Enfermería o con telemedicina, o todos a la vez, o con Farmacia, o con Geriatría... Y no solamente ser de Medicina de Familia, a lo mejor tenemos que hacer conjunto. Hay compañeros para los que la asistencia no es como ellos lo han vivido cuando terminaron el MIR, y eso les hace estar más cansados. Pero también es verdad que si uno busca una zona positiva, que es la formación de alumnos o la formación de residentes, y buscas un espíritu de seguir adelante, lo puedes llevar a cabo. Lo que estamos haciendo es una mala praxis, se tenía que haber hecho mucho antes. Si de verdad consideramos que estamos haciéndolo mal y no se debe hacer así, eso se llama mala praxis. Entonces, si yo me consideraba que lo que estoy haciendo no le beneficia a mi paciente, tendría que haberlo hecho desde el inicio. Vamos mejorando, vamos añadiendo cosas y vamos juntando ideas, o cambiando de la noche a la mañana, que a veces también es necesario. 

O sea que tiene que haber cierta proactividad, ¿no? Ese cambio tiene que venir desde dentro, por parte de los propios profesionales... 

Para mí sí. Si se impone una forma concreta de hacer, muchos diremos que a lo mejor lo que  no debe de ser así. Yo creo que tiene que salir de todos, no digo que solamente desde el interior, pero sí que de alguna manera, sobre todo del propio profesional, eso está claro. 

Hablamos de la formación a esas nuevas generaciones como tutora MIR. ¿Qué hay que hacer para que esta especialidad figure entre las favoritas de los nuevos médicos residentes a la hora de elegir plaza? 

Pues darle el valor que es necesario, enfocarlo como se hace en otros sitios, en el sentido de que si no se tiene una buena Atención Primaria, todos los demás escalones van a fallar. Y no solamente hablo en términos económicos, sino en resultados posteriores gracias a la prevención. A lo mejor cuando a ti se te diagnostique un problema oncológico o una neurodegeneración, es mucho más tarde que si lo hubiéramos hecho bien desde Primaria

¿Y qué lecciones fundamentales les transmite a los residentes? 

La primera es la la vocación. Luego sería el contacto, la ética, la empatía... No solamente hay que pedirles un currículum de competencias, que sí, que son necesarias, tenemos que aprender una serie de habilidades y unos conocimientos. Pero Atención Primaria y Medicina de Familia son saber identificarse en muchas ocasiones con el paciente que tiene uno delante. Cada paciente es una persona diferente y cada enfermedad en ese paciente va a ser o va a evolucionar de manera muy distinta que otra persona con la misma patología. Cada persona responde de manera distinta a las infecciones más simples, como a los cánceres más complejos, como a los tratamientos. Entonces, a los residentes lo que hay que enseñarles es primero habilidades, sus competencias, pero también a relacionarse, porque a lo mejor emocionalmente la persona que tiene enfrente no lo sabe llevar bien por razones laborales, por razones personales y eso hace que se complique o la evolución sea completamente distinta.


"Atención Primaria y Medicina de Familia son muchas veces saber identificarse con el paciente que tiene uno delante".



O sea, hay una parte técnica, pero también igual de importante es la parte emocional... 

Sí, sí. En Primaria sí. Lo tengo muy claro.

Modificar el sistema MIR, como piden algunas comunidades autónomas para paliar ese déficit de profesionales que aqueja este área sanitaria, ¿es una solución?

Si modificar significa aumentar el número de plazas, no sabría decirlo. Creo que sí, que lo que hay que hacer es lo que se está orientando en otros países y que desde hace tiempo se está valorando en la Comisión Nacional de de la especialidad, pero que todavía no está aprobada, que es una transversalidad. Cuando hablamos de transversalidad creemos que se debería  convocar el MIR para todas las especialidades por igual y haber unos primeros años en los que de alguna manera se supiera elegir y saber quién puede valer mejor para una especialidad o para otra. Por ejemplo: yo puedo estar encantada y quiero ser cirujana y a lo mejor soy tan sumamente estudiosa que saco un número de MIR estupendísimo y cojo mi plaza de cirujana. Pero luego igual no tengo habilidades en mis manos o no sé llevarlo a cabo. Y he puesto cirujana porque es muy técnico, pero si hablamos de otras especialidades en las que tiene que haber otra serie de relaciones emocionales o no emocionales, habrá algunas que tienen que tener mucha integración con los niveles de conocimiento, de Fisiopatología, de multi enfermedad y eso lo va a ver el tutor que te vaya siguiendo y es el que te puede orientar. No digo como seleccionar, pero sí que si tú necesitas tener más experiencia para el manejo y habilidades de una técnica quirúrgica y a lo mejor no lo puedes hacer bien, pues igual puedes hacer otra cosa que no esa técnica quirúrgica que tú te estabas encantando. 

Respecto al número del MIR, creo que lleva muchas veces a personas que estarían encantadas de haber sido neurólogos o neurocirujanos y que por el número le ha tocado ser cardiólogo o digestivo. A lo mejor hay gente a la que le hubiera gustado ser de una especialidad y que al final, bueno, por el número que le ha tocado no se siente a gusto a la hora de desarrollar su especialidad. 

O sea, estaríamos hablando de unos años de rotación, ¿no? Y a partir de ahí evaluar las capacidades o las aptitudes de cada candidato y habilidades para elegir la especialidad. Es decir, invertir un poco el orden. 

Efectivamente.

Desde su posición como profesora en la Universidad Europea, ¿considera que hacen falta más asignaturas dedicadas a Primaria en esos itinerarios formativos de Medicina? 

En pregrado con tener como tiene reconocida la Universidad Europea la asignatura de Atención Primaria desde su inicio, con seis créditos, creo que es suficiente, porque también al estudiante no solamente le tengo que focalizar hacia un tema, tenemos que darle las nociones básicas de todo lo que básico. Y luego que tenga también contacto con las especialidades para saber si le gusta, que haga su rotación perfectamente por todas y también por la Atención Primaria.Creo que ahora hay más universidades que lo hacen, pero en origen fue por lo que primero apostó  la Universidad Europea, fijándose muchas veces en lo que se está haciendo fuera. 

¿Qué mensaje motivador le daría a sus estudiantes desde tu puesto como médica de Familia y su dilatada trayectoria en Atención Primaria? 

Que no pierdan la ilusión, que sigan estudiando y que  hagan lo que más les guste, que se dediquen a hacer y a ejercer en el campo que más les guste y les motive y que luego a través de su tutor formen ese camino para el conjunto. 

Como decíamos antes, hace cuatro décadas que se probó la bata por primera vez. ¿Cuánto hemos mejorado en igualdad de género en todo este tiempo?

Cuando yo empecé a estudiar Medicina es verdad que el número mayoritario de compañeros eran chicos, pero yo nunca me he sentido discriminada. A mí nunca me han mirado peor ni me han puesto ni un punto más, ni un punto menos por ser mujer. Creo que esa es la primera reivindicación que tenemos que hacer las mujeres: que no nos ponga ni un punto más ni un punto menos por ser mujer. La valía no es porque sea mujer, la valía es tu capacidad para hacer, en este caso, un doctorado, una tesis de investigación. Yo tengo compañeras que conozco desde los 16 años y creo que nosotras, por lo menos en aquel momento, no nos hemos sentido de esa manera. 


"Que no se nos ponga ni un punto más ni un punto menos por ser mujer".



Y entonces, ¿qué es lo que sigue fallando para que las mujeres todavía encuentren obstáculos a la hora de acceder a altos cargos a puestos de responsabilidad en España?

En el Sistema Nacional de Salud, si vas a la Consejería son todo mujeres.  Nuestra gerente es una mujer, la de Atención Primaria es una mujer... Es verdad que el consejero es un varón, pero  el resto de son mujeres. El tema está en lo que a lo mejor lleva la conciliación familiar. Si yo para poder hacer un máster tengo que hacerlo después de haber hecho mis guardias si estoy en un hospital o estoy haciendo la residencia, tengo que o no ser madre, o dejarlo para  un poco más tarde, o si no que mis niños crezcan sin que yo los conozca. Y muchas veces eso puede ser que nos limite a la hora de tener, digamos, una serie de titulaciones o de formación para optar a cargos directivos. Por otro lado, yo he reconocido que a mí me han dado el premio por mi trayectoria sin conocer a nadie, pero muchas veces aquí en España se manejan ciertas influencias y a lo mejor no te miran un currículum, te miran si eres origen o vienes de cierto sitio. Pero bueno, de alguna manera no hay técnicos dentro de lo que son los cargos superiores. Normalmente los cargos más superiores son elegidos por los gobiernos, me da igual autonómicos, nacionales...

¿Cómo está España a nivel de conciliación? Le queda todavía camino para para estar al ritmo del resto de países europeos? 

Depende del país, pero cierto, sí. Yo tengo una hija de 40 años que vive en París, y para más remate es científica, Ingeniera Superior de Telecomunicación. Yo recuerdo cuando tenía que estar con mi hija y cuidarla, no había a veces ni guarderías que daban de comer, y en cambio uno miraba fuera y daba lo mismo que fueras sanitario o de otra empresa, ponían la guardería en donde tú trabajabas para que te sintieras a gusto y pudieras ver a tu bebé o tu niños mientras estabas ejerciendo tu trabajo. Y no estoy hablando de Estados Unidos,  me estoy refiriendo a Alemania, Francia, Holanda, Dinamarca, Suecia... No me estoy yendo a otros extremos, que es completamente distinto. 

Aquí todavía no hay tanto apoyo para la conciliación. Es verdad que ahora sí que hay un permiso para que el papá se quede también conel niño o niña en ese momento, pero son cosas que están en rodaje. Ahora sanitariamente yo no puedo decirte que se puedan quejar mis compañeras, porque a lo mejor hay un poco más de cuidados en sanidad que en otras profesiones, por los riesgos inherentes que puede suponer para una embarazada, por ejemplo. Creo que hay empresas que cuidan más todavía a la mujer que la sanidad, pero si me comparo con otros países europeos, todavía nos faltan unos cuantos añitos. 

Hablábamos también de ese nutrido currículum que le ha hecho merecedora de este premio con reconocimiento a nivel nacional. Ese currículum en el que figuran nada menos que cinco másteres en diversas disciplinas médicas como cuidados paliativos, telemedicina o nutrición. ¿Qué papel debe jugar la e-Medicina en este nivel asistencial? 

Yo hice el primer máster de Telemedicina de 1998 con fondos europeos en la Escuela de Ingeniería Superior de Telecomunicación de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid. En aquel momento, su uso se estaba iniciando fuera de España. Ahora, dependiendo de dónde estemos, el que es cirujano a lo mejor usa un robot para que la ayude en la precisión a la hora de la intervención. Nosotros con la Atención Primaria, para aquellas zonasmuy despobladas en las que no es sostenible tener un médico, una enfermera, un centro de salud, podemos poner un sistema de tal forma que si es necesario salte el dispositivo y acude un helicóptero, por ejemplo, para que el médico o la persona que sea necesaria que acuda. En zonas más urbanas, nosotros aquí en Primaria, podemos evitar algunas visitas al centro de salud, por ejemplo, en pacientes crónicos con un seguimiento constante y datos normales. No lo estoy echando sino hacerle venir cuando de verdad tengamos una alteración o un problema, o una duda personal. Yo soy la primera que digo que no hay que separarse del paciente, pero si me tengo que poner a hacer todos los avisos de todos los pacientes que son mayores y acompañados de las enfermeras, y si somos en rural, no damos abasto. 

¿Se ha notado esa mayor apuesta por la Telemedicina con la pandemia?

Evidentemente estábamos a años luz. A ver, yo no quiero comparar con nada, pero sigo diciendo que mi hija está fuera de España y estaba haciendo sus prácticas. Eran cables submarinos y estoy hablando desde el año 2009. No quiero decir que eso sea lo mejor, insisto en que cada país es de una manera, pero claro, las tecnologías que se estaban usando allí, y no hace falta irse a Sillicon Valley. A lo mejor hace diez años el que te trajeran un reloj que te iba a medir la frecuencia, la presión te iba a registrar, icluso el ritmo cardíaco, parecía imposible. Y ahora lo lleva casi todo el mundo.

Sí, que ha sido un salto cuantitativo. 

Eso es. 

Como actual vocal de nutrición en el Ministerio de Sanidad, ¿qué nota le pondría a nuestro país en materia de educación y prevención, sobre todo de malos hábitos alimenticios? 

La nutrición hasta hace muy poquito no se había tenido en cuenta. Solamente se pensaba en personas obesas, sobrepeso, pero lo que se está cada vez demostrando más es que dependiendo que alimentación tengamos y en función de nuestra predisposición y de nuestro microbioma, porque también influyen bacterias intestinales,  podemos desarrollar alguna enfermedad o la evolución de una enfermedad que a lo mejor se nos ha diagnosticado sea más lenta o más rápida. En España se está introduciendo, se empiezan a estudiar ahora más los compañeros, o a entenderlos más a nivel médico y sanitario para que podamos dar una información.

Luego, hay que tener mucho cuidado con la información que aparece por redes sociales. No podemos poner ni que un alimento es el mejor, ni que otro alimento es el peor. Eso hay que personalizarlo y tenemos que quitar a todos estos 'chamanes', por no poner otro apellido, que nos dicen que solamente bebiendo o tomando un determinado alimento vamos a resolver un problema. Yo puedo estar delgada y no tomar ni alimentos grasos y tener una hipercolesterolemia porque mi metabolismo no lo gestiona bien, y la inversa, hay gente que tiene patologías cardiovasculares que le quitamos todo y sigue pesando más, y pensamos que es un tema de kilos y están con proteínas y hacen una hiperglucemia. Tengo yo pacientes con ataques de gota por dedicarse a tener comida más vegetariana con las espinacas o las legumbres. Y no estoy diciendo que sean malas. No, no, por favor. La legumbre es buena, el tomate es bueno y todos los alimentos en sí son buenos, pero no particularmente unos más mejores y otros malos. Tengo que hablar con el paciente. Tenemos que saber lo que le gusta y qué patología tiene y lo que vamos a prevenir. Eso es lo que le damos a nivel de la orientación del alimento. 

Así que no todo vale para todos...

Y ni siquiera para adelgazar, porque habrá gente que te dirá: "yo he hecho esta dieta y no he perdido ni un kilo". Sí, es cierto, porque tu metabolismo lo mejor no va por ahí. Y si tiras un poco hacia atrás, cuando estamos estudiando y somos muy nerviosos, había gente que estando muy estresada, muy nerviosa, se quedaba delgada y otros que muy estresados engordaban sin comer. Hay gente de Nutrición de Murcia que está en Harvard, que está cogiendo todo lo que es el circadiano, el dormir, cuando tenemos que comer, el cortisol... No solamente es la naranja ni el limón, pero es que luego además soy yo. Entonces a lo mejor a mí me das todo el día naranjas y limones y no pierdas ni un gramo, con perdón. 

La obesidad relacionada o la pérdida de peso relacionada con esos múltiples factores, ¿no?

Hay que hacer ejercicio, no hay que estar sedentario... Vamos a ver, partiendo de todo eso, que sí, que es básico. Vale, nos tenemos que mover, tenemos que calcular bien las calorías que ingerimos en función de nuestra actividad y nuestro ritmo de vida. 

Si tuviera una varita mágica, María Luisa, ¿qué Atención Primaria le gustaría que vivieran esas nuevas generaciones? 

Quizás el hecho de poder abordar todas las patologías que hemos dicho crónicas de una manera con el tiempo suficiente, con todos los matices de la ética de lo que es la empatía. Porque una persona mayor tiene, digamos, un trato distinto que una persona adulta. Yo no cambiaría nada más. ¿Que hay que mejorar la Atención Primaria? Claro que sí, que tenemos que poner mejores tecnologías que nos ayuden, sí que tenemos que aumentar o reforzar con personal también. Pero no todo es solo fomentarlo con personal, con sanitarios o con médicos, sino en global, todo. Entonces yo no perdería la línea que hemos venido trabajando en estos últimos años, desde lo que se forma Medicina de Familia, cuando he dicho lo de Alma-Ata para dar todo, la prevención, promoción de la salud, para dar toda la educación, todo lo que necesitemos. En cuanto al uso de la tecnología, en cada lugar necesitaremos algo distinto, pero el resto es hacer lo que estamos haciendo ahora con todos nuestros pacientes, viéndoles desde bebés hasta que son ancianitos.  

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