Consolida un modelo pionero de innovación clínica, apoyo emocional y rehabilitación para mejorar la calidad asistencial

Equipo del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña (CHUAC).


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El Hospital Universitario de A Coruña (CHUAC) se ha convertido en uno de los referentes nacionales en el tratamiento del cáncer de pulmón, gracias a un modelo que combina innovación, excelencia asistencial y una mirada profundamente humana hacia el paciente. El centro es uno de los ocho seleccionados para protagonizar la primera edición de 'Diferenciales', una serie de videorreportajes de Redacción Médica, en colaboración con BeOne Medicines. En ella se mostrará cómo distintos hospitales del Sistema Nacional de Salud abordan esta enfermedad de manera única e innovadora. Entre ellos, el coruñés CHUAC que nos ocupa.

Hospital Universitario de A Coruña (CHUAC).


La jefa del Servicio de Oncología Médica, Rosario García Campelo, destaca que el objetivo del hospital es “ofrecer el mejor cuidado a los pacientes a través de la innovación, la excelencia clínica y la atención integral”. En su Servicio, la cooperación multidisciplinar es la base: “Trabajamos en la coordinación de equipos muy transversales, integrando la innovación terapéutica, el ensayo clínico y la investigación en la práctica clínica, con un foco claro en los procesos de humanización”.

En el caso concreto del cáncer de pulmón, el CHUAC cuenta con un comité de tumores torácicos y una vía rápida de diagnóstico, además de circuitos complementarios que atienden necesidades no solo médicas, sino también emocionales y funcionales. “Colaboramos con Rehabilitación y Reumatología en una unidad de ejercicio físico, con Cardiología en la consulta de Cardio-Oncología y con Psicooncología para dar respuesta a las necesidades psicosociales del paciente y su familia”, señala García Campelo. A todo ello se suma el trabajo del equipo de Enfermería “en educación sanitaria, acompañamiento y administración subcutánea, y con hospitalización a domicilio”.

Investigación y trabajo en red


La oncología que se practica en A Coruña no entiende de fronteras. García Campelo subraya que “no entiende la oncología sin investigación clínica y básica asociada”. En la actualidad, el Servicio cuenta con más de 200 ensayos clínicos activos, un laboratorio de investigación básica y colaboraciones con grupos cooperativos nacionales e internacionales.

Rosario García Campelo, jefa del Servicio de Oncología.


“Uno cuando camina solo quizás llegue, pero va a llegar más tarde seguro”, reflexiona. “El trabajo en redes, tanto a nivel nacional como internacional, es clave”. En esa misma línea, el Servicio trabaja para conocer la experiencia real del paciente: “Estamos midiendo la percepción de enfermedad, toxicidad y calidad de cuidado mediante prompts y prempt. Sin la opinión del paciente, lo que hacemos no tiene ningún sentido”.

Una zona del Hospital de Día del CHUAC.


El oncólogo médico Manuel Fernández Bruno, coordinador de la Unidad de Ensayos Clínicos en Fases Tempranas, explica que esta iniciativa “ofrece una oportunidad terapéutica dentro de un grupo concreto de ensayos, los que se hacen por primera vez en pacientes tras la fase preclínica”.

Según el especialista, estos ensayos suelen dirigirse a personas que ya han agotado las estrategias terapéuticas convencionales: “Es dar una oportunidad para poder tener una nueva posibilidad de tratamiento”. El CHUAC, añade, se ha convertido en referente en Galicia al acreditar esta unidad el año pasado. “Esto hace pionero al CHUAC porque ofrece este tipo de ensayos que no se hacen en todas partes”, asegura.

Fernández Bruno también subraya el valor del paciente voluntario: “Lo más importante es el voluntario, la persona que se ofrece para participar. No solo porque pueda beneficiarse, sino porque también tiene un gesto altruista. Está ayudando a lo que va a pasar con los pacientes en el futuro”.

La salud mental y física, pilares del tratamiento


La psicóloga clínica Sabela Maceda García, del Servicio de Oncología, recuerda que “es importante que los pacientes puedan tener acceso a un acompañamiento a lo largo de todas las etapas de la enfermedad”. En su consulta, el foco está en el manejo de la incertidumbre que genera un diagnóstico de cáncer. “Hay gente que lo lleva bien, pero hay otras personas a las que les cuesta más”, explica. Desde la pandemia, afirma, “hay una mayor conciencia social y profesional sobre la importancia de preguntar al paciente cómo está y si necesita ayuda”.

En paralelo, la rehabilitación oncológica se ha consolidado como otro de los pilares del abordaje integral. “Los pacientes con cáncer de pulmón que se benefician de un programa de ejercicio físico mejoran su calidad de vida y su capacidad funcional”, señala Miguel Alonso, jefe del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación. “Cada vez hay más pacientes, y los resultados son muy favorables”, destaca.

Zona B de Oncología del Hospital de Día del CHUAC.


Su compañero Víctor Sacristán Santos, médico adjunto de Oncología Médica y corresponsable de la Unidad de Rehabilitación Oncológica, añade que el CHUAC “ha sido de los primeros hospitales en España en realizar esta consulta”. “El ejercicio mejora la calidad de vida, la tolerancia a los tratamientos e incluso la supervivencia. Ser de los primeros es difícil, pero debemos ser un ejemplo para el resto”, afirma.

Enfermería: acompañar, educar y cuidar


En el Hospital de Día de Oncología, la supervisora Carmen María Pereira Rodríguez resume bien el papel clave de la enfermería: “El paciente viene a ponerse el tratamiento y muchas veces nos transmite inquietudes que no llega a comentar con el oncólogo”.

El equipo ha implementado una consulta específica para la primera toma de contacto con pacientes oncológicos, en la que se explican los cuidados generales y los efectos adversos de la quimioterapia. Además, el CHUAC ha desarrollado circuitos para la administración subcutánea de tratamientos, que reducen drásticamente el tiempo de espera: “El paciente pasa de esperar cuarenta minutos u ocho horas a estar listo en apenas cinco u ocho minutos”.

“También disponen de un teléfono para resolver dudas en cualquier momento, lo que les hace sentirse arropados”, añade Pereira Rodríguez. “Se sienten acompañados en todo el proceso”.

 Equipo del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña (CHUAC).


La fuerza de la colaboración multidisciplinar


El enfoque integral del CHUAC se sostiene sobre una estrecha coordinación entre servicios. En la Unidad de Cardio-Oncología, el cardiólogo Alejandro Rodríguez Vilela explica que su papel es “prevenir el desarrollo de toxicidades cardiovasculares derivadas de la quimioterapia o la inmunoterapia”. “Nuestro objetivo es que el paciente pueda recibir el mejor tratamiento sin tener que abandonarlo, porque eso impacta directamente en la supervivencia”, subraya.

El Servicio de Reumatología, liderado por Javier de Toro Santos, también contribuye a esa atención transversal. “Apoyamos la preservación de la masa ósea y atendemos enfermedades autoinmunes derivadas de la inmunoterapia”, detalla. “Esta atención multidisciplinar evita que el paciente tenga que peregrinar de una especialidad a otra y mejora su calidad de vida”.

Por su parte, la médica Lara Otero Plaza, del Servicio de Hospitalización a Domicilio y Cuidados Paliativos, destaca que el hospital ha logrado llevar tratamientos oncológicos al domicilio del paciente. “Desde 2021 atendemos en casa a pacientes con inmunoterapia, y cada vez son más. Esto evita desplazamientos innecesarios y empodera a los cuidadores”, explica.

El farmacéutico adjunto Fernando Busto Fernández, del Servicio de Farmacia, recuerda que su área es “clave en la elaboración, validación y control de los tratamientos citotóxicos y de soporte”, además de participar “en todos los ensayos clínicos de cáncer de pulmón”. “La investigación es fundamental porque permite a los pacientes acceder a fármacos que aún no están aprobados”, afirma. “Los ensayos clínicos son la vía para mejorar la supervivencia y reducir la toxicidad de los tratamientos”.

Muestras del Hospital de Día del CHUAC.


Ciencia, innovación y humanidad


El modelo del CHUAC es, volviendo a Rosario García Campelo, “una atención de vanguardia que combine ciencia, innovación y acompañamiento”. La oncóloga insiste en que el futuro pasa por “escuchar al paciente, a su familia y a los profesionales”. “Solo así”, concluye, “podremos seguir avanzando juntos, siendo uno contra el cáncer”.
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