Hacia la cima del Everest para visibilizar el cáncer de próstata

Son centenares de personas las que todos los años se atreven a intentar escalar los más de 8.800 metros del monte Everest por distintos motivos. En el caso de Slavi Nestorov, un trabajador de Boston Scientific aficionado al alpinismo, es por uno claro: visibilizar el cáncer de próstata. 

La idea surge a través de Boston Scientific, interesada en dar visibilidad a la iniciativa de su empleado. Es entonces cuando la Fundación Más Que Ideas y la Asociación Española de Pacientes de Cáncer de Próstata (AEsPCaP) unen fuerzas, con la colaboración de la compañía, para elevar a Slavi a lo más alto.

“Desde España hemos querido apoyar este reto que además tiene una dificultad máxima. Slavi está demostrando ser muy valiente, además de solidario, al querer realizar este reto a favor del cáncer de próstata”, asegura Natalia Bermúdez, cofundadora de la Fundación Más Que Ideas.

Una enfermedad silenciada

No es la primera vez que está fundación se implica en la visibilización del cáncer de próstata y en mejorar la vida de este colectivo. En el 2017 presentaron el informe “Cáncer de próstata en primera persona', realizado a través de un gruop de pacientes cuyo objetivo fue dar a conocer sus necesidades, y en el que colaboraron diferentes sociedades científicas.

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Cada año se diagnostican en España 32.000 casos de cáncer de próstata

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Porque, tal y como explica Bermúdez, el cáncer de próstata es un enfermedad silenciosa. "Creo que todos conocemos a un padre, un abuelo, o un tío que lo tiene. Pero, aún siendo el tumor masculino de mayor incidencia en España, está invisibilizado. Existe ese silencio masculino. Es algo de lo que los hombres no hablan", reflexiona. 

Diez euros por cada tuit de apoyo

La campaña, que se está siguiendo sobre todo en Twitter, donde el martes 17 de abril pudimos ver cómo Nestorov alcanzaba la base 1, destinará 10 euros por cada tuit lanzado con los hashtags #Escalamosjuntos y #MountEverestChallenge.

En total, busca alcanzar los 8.848 euros -tantos como metros tiene el Everest- que irán destinados a ayudar a los  pacientes; para que este cáncer, en el que cada año se diagnostican a 32.000 personas en España, deje de ser silencioso.