Son portadores de una mutación que hace que los niveles de miR-146a se reduzcan a la mitad

El 30% de los españoles tiene más riesgo de enfermedades inflamatorias
El grupo de trabajo de Hematología del IMIB.


24 nov. 2020 13:50H
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POR BORJA NEGRETE
Investigadores del grupo de Hematología y Oncología Médica Clínico-Experimental del Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB) han descrito una variante genética que afecta al 30 por ciento de los españoles y que podría ser la causante de complicaciones en la recuperación de determinadas enfermedades inflamatorias, tales como la neumonía adquirida en la comunidad o la sepsis.

Dicha variante genética se encuentra en miR-146a, una molécula presente en todos los seres vivos. Casi un tercio de la población porta esta alteración genética que puede reducir sus niveles de expresión hasta un 50 por ciento. miR-146a es capaz de controlar en parte la inflamación en el organismo.

“Hay gente que tiene el 100 por cien y otras personas que solo tienen un 50 por ciento. Es como tener un coche con la mitad de los frenos. Si vas cuesta abajo, tienes más posibilidades de tener un accidente”, explica Rocío González-Conejero, una de las investigadores responsables del estudio, que se ha publicado en la revista Haematologica.

Aunque en condiciones normales, esta alteración no supone ningún riesgo para la salud, ante ciertos estímulos o enfermedades dicha deficiencia sí puede suponer un problema.

Los pacientes con niveles más bajos de miR-146a presentarán síntomas más severos, tendrán mayores complicaciones cardiovasculares y la terapia que se les administre durante los primeros días tendrá más posibilidades de ser ineficaz. En general, se enfrentarán a una recuperación más compleja y lenta.

Este descubrimiento podría tener grandes implicaciones en el futuro. “Muchos grupos están estudiando el papel de este pequeño elemento. Si se consiguen aumentar los niveles de este micrRNA en el organismo, quizás sirva como arma terapéutica y los pacientes respondan mejor a los tratamientos”, explica Constantino Martínez, miembro del grupo de Hematología y Oncología Médica Clínico-Experimental del IMIB, que dirige Vicente Vicente.


Neumonía adquirida en la comunidad y trombosis


La relevancia clínica de este hallazgo se mostró en un estudio realizado en pacientes con neumonía adquirida en la comunidad en colaboración con el Servicio de Neumología del Hospital La Fe (Valencia).

Esta investigación detectó que los pacientes con menores niveles de miR-146a tenían mayor tasa de eventos cardiovasculares, es decir, mayor riesgo de trombosis.

La deficiencia de esta molécula aumenta el riesgo de sufrir episodios trombóticos tanto ante enfermedades infecciosas, como la neumonía, así como en afecciones no infecciosas, como la fibrilación auricular.


Papel de los neutrófilos en la trombosis


Aquí entra en juego el papel de los neutrófilos, células encargadas de eliminar los gérmenes de la sangre. Para hacerlo, expulsan una especie de tela de araña denominada NET, que atrapa y destruye las bacterias. Sin embargo, lo que en un principio parece ventajoso podría derivar en una trombosis.

Esto se debe a que una alteración de este sistema podría activar en exceso la coagulación en la sangre y, con ello, provocar trombos. En este caso, la presencia de la alteración genética en miR-146a puede facilitar la formación de NET en la sangre, incrementando la tasa de eventos cardiovasculares durante la enfermedad.

No es el único factor de riesgo que propicia la formación de esta red. También otros estímulos como el tabaco o el colesterol pueden aumentar los riesgos.

A partir de estos resultados, los investigadores confían en que se pueda identificar esta molécula como una posible diana en la que intervenir para evitar o mitigar los episodios trombóticos.
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