Solo en Europa, se contabilizan 125.000 muertes anuales por infecciones nosocomiales



9 sept. 2015 16:48H
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Redacción. Santander
En Europa se registran cada año 25.000 muertes a causa de infecciones nosocomiales y resistencias a los antibióticos, según ha dado a conocer Rafael Cantón, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, en el curso que se celebra en Santander con el lema Antibióticos y resistencias: un reto recurrente, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo junto con la compañía farmacéutica MSD.

Emilio Bouza, jefe del Servicio de Microbiología Clínica del Gregorio Marañón.

Este experto ha advertido, además, de que existen estudios que demuestran que se “duplica y triplica el gasto por paciente cuando éste sufre una infección por bacterias multirresistentes”.

Si se toma en consideración este problema desde una perspectiva más global, sumando a los datos europeos los de Estados Unidos, las muertes se duplican, y otros muchos cientos de miles más se están muriendo en otras zonas del mundo, como ha recordado Najy Alsayed, director del área de Acute Care Hospital Global Medical Affairs de MSD, quien también ha apuntado que, si no se toman medidas para abordar este importante problema mundial, “se estima que las resistencias a los antibióticos podrían costarle al mundo diez millones de vidas al año en 2050”.

En cuanto a España, Emilio Bouza, jefe del Servicio de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Gregorio Marañón, y coordinador del curso junto con Cantón, coincide con éste en destacar que, ante este problema, se trata de uno de los países que determina y sigue mejor las tasas de resistencia a meticilina en Staphylococcus aureus.

Tal y como ha explicado Cantón, las jornadas Antibióticos y resistencias: un reto recurrente  van a servir para analizar el conocimiento actual del desarrollo de la resistencias a los antimicrobianos, tanto en su vertiente más básica como clínica.

“Se revisarán los problemas actuales y las posibles soluciones como el uso de nuevos antimicrobianos bajo una nueva perspectiva que limite el desarrollo de futuras resistencias”, ha concluido.

Este curso forma parte de la Cátedra Extraordinaria UIMP-MSD de Salud, Crecimiento y Sostenibilidad, creada entre ambas entidades hace dos años con el objetivo de establecer un foro en el que analizar la incorporación de medicamentos innovadores de manera sostenible. Se trata de un ágora que permita a España posicionarse como referente de pensamiento sobre políticas y sistemas de salud.

Alternativas terapéuticas

Para César Nombela, rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, “los antibióticos han salvado muchas vidas y hecho posible el combate eficaz frente a las infecciones que afectan al hombre y a los animales”. Además, considera, “ello gracias a la producción de millones de toneladas de estos fármacos que han pasado a formar parte del arsenal terapéutico”.

“Sin embargo –ha argumentado Nombela–, su presencia en el medio ambiente en niveles elevados ha supuesto la selección de microorganismos resistentes. Muchas bacterias y otros microbios, de los que causan infecciones epidémicas en humanos, han evolucionado a formas multirresistentes que hacen difícil la selección de tratamientos eficaces”, ha argumentado, y también ha advertido: “La extensión del problema amenaza con reducir las posibilidades de tratamiento de muchas de esas patologías”.

De izq. a dcha.:  Joaquín Mateos, director médico de MSD en España; César Nombela, rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo; Rafael Cantón, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, y Emilio Bouza, jefe del Servicio de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Gregorio Marañón.


Por ello es tan importante, como han destacado organismos nacionales e internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o el Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos del Ministerio de Sanidad, “fomentar la innovación y la investigación y desarrollo de nuevas vacunas, pruebas diagnósticas, opciones terapéuticas para las infecciones y otros instrumentos”.

Como ha señalado Ángel Fernández, director general de MSD en España, “desarrollar nuevos antibióticos es crítico, pero el proceso de descubrimiento de nuevos medicamentos para combatir las bacterias resistentes es difícil y complejo, de alto riesgo y con altas tasas de fracaso”.

“MSD es de las pocas compañías biofarmacéuticas que todavía tiene un programa de I+D activo para el descubrimiento antibacteriano. Pero se hace necesario que se incluyan mejoras en la ordenación normativa, así como incentivos económicos que apoyen, estimulen y aceleren la investigación básica y la innovación en el descubrimiento y desarrollo de nuevos antibióticos. Solo así podremos entre todos frenar la expansión de la resistencia a los antimicrobianos”, ha añadido.

Importancia de la investigación

Los datos indican que las implicaciones clínicas, de mortalidad y económicas actuales y futuras de las resistencias a antibióticos “ilustran claramente el valor y la importancia del desarrollo de nuevos antibióticos para ayudar a recuperar el control y la gestión de este tipo de amenazas críticas”, recalca el doctor Alsayed. Además, agrega, “se ha producido una significativa disminución continua en el número de antibióticos desarrollados en casi un 90% entre el período de 1980-1984 (19 antibióticos) y 2005-2009 (3 antibióticos)”.

Por su parte, el doctor Cantón cree que el panorama actual de las resistencias hace que sea “imprescindible” el desarrollo de nuevas moléculas y destaca que existen nuevas estrategias antibióticas para hacer frente a infecciones por Staphylococcus aureus resistente a meticilina y a las producidas por enterococos resistentes a vancomicina. “Existen nuevas alternativas a las opciones anteriores que podrían beneficiar no solo desde un punto de vista individual a los pacientes infectados por microorganismos Gram-positivos multirresistentes, sino también a nivel colectivo en la incidencia de las resistencias”, destaca el experto.

Claves futuras

Para Bouza, el problema de los antibióticos tiene un alcance global. “Se ha abusado del uso de antibióticos y nos ha terminado causando importantes problemas”, señala. Y es que, a su juicio, la población tiene la creencia de que la utilización de estos fármacos “sólo tiene beneficios”. Además, recalca que “hay que trasmitir bien este problema a los políticos, ya que son los que pueden tomar medidas a la larga. Es necesario, como ha ocurrido de forma ejemplar en Reino Unido, que intervengan de forma activa, ya que se trata de un problema social potencialmente gravísimo”.

Así, el doctor Alsayed apunta como claves para el futuro: “el desarrollo de nuevos antibióticos que cubran lagunas actuales; la aplicación de medidas para optimizar el uso de las alternativas farmacológicas existentes y recientemente desarrolladas; mejorar la comprensión de la situación local de las resistencias; el desarrollo de las pruebas rápidas de diagnóstico; promover la dosificación baja, la menor duración del tratamiento siempre que sea posible, y el alta hospitalaria temprana, son medidas clave en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos”.
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