Los farmacéuticos diseñan su plan de solvencia y transformación hasta 2030

El papel del farmacéutico a nivel mundial avanza hacia una nueva concepción de sus funciones y del sector en sí mismo. Así lo pone de manifiesto la Federación Internacional Farmacéutica (FIP), que ha publicado su Plan Estratégico 2025-2030, en el que define una “hoja de ruta” a nivel global para adaptar la atención farmacéutica a las necesidades y demandas de la época en la que vivimos. El plan a cinco años pretende un avance en el marco de la salud global, así como mejorar los resultados sanitarios. Paul Sinclair, presidente de la FIP, afirma que “trabajando juntos a través de esta estrategia, la FIP y sus miembros mejorarán el impacto global de la profesión, darán forma a políticas de salud progresistas y construirán sistemas de atención médica más sólidos para el futuro”. En el documento introducen el concepto "ONE FIP" (Una Sola FIP), promoviendo la colaboración e integración de la práctica, la ciencia y la educación, para contribuir activamente a la Cobertura Sanitaria Universal (CSU) y el bienestar general, en línea con la Agenda 2030 de la ONU.

Los principales desafíos de los farmacéuticos

El análisis realizado por la Federación arroja luz sobre los retos que están marcando a los profesionales de la Farmacia a día de hoy y, estiman, que seguirán siendo motivo de preocupación a cinco años vista, en el 2030. El informe identifica varios desafíos clave que requieren una respuesta estratégica de la profesión, principalmente marcada por la escasez de profesionales y la necesidad de formación y desarrollo de liderazgo. Otro de los puntos que señalan desde la FIP son las presiones sobre la viabilidad económica de los servicios farmacéuticos, cuyo mantenimiento es necesario para dar una buena atención a la sociedad.

Otro aspecto que gana protagonismo es el reto que supone la transformación digital, con la inteligencia artificial y la telemedicina, que afecta a la interacción que tiene el farmacéutico con los pacientes, o la escasez de medicamentos, por lo que la necesidad de acceso y equidad en la atención se vuelven prioritarios. Aunque desde la Federación también inciden en la crisis climática, que requiere que los profesionales de la Farmacia integren la sostenibilidad en sus operaciones, incluyendo la construcción de cadenas de suministro resilientes y la adopción de prácticas ecológicas, como una función esencial de salud pública, afirman.

Vacunación e inmunización, pilares estratégicos

Para abordar estos retos, el plan establece unos pilares de acción, siendo el primero de estos el que concierne al avance en Atención Primaria y Salud Pública, en el sentido de promover que se amplíen los roles del farmacéutico en la gestión de la salud poblacional, destacando la vacunación e inmunización. Un segundo pilar es la lucha contra la resistencia antimicrobiana (RAM), en el que la FIP quiere que la Farmacia tenga un papel activo a nivel global, siendo el farmacéutico el que promueva el uso sostenible de medicamentos.

El tema principal de la era actual es, sin duda, la integración Digital y Formación en IA, algo que también señalan como un elemento al que darle prioridad en el documento. La FIP afirma que se centrará en apoyar al sector para que esté preparado ante este cambio de paradigma, asegurando que las innovaciones como la telefarmacia mejoren el acceso y la equidad en la atención. También ocupa un lugar destacado la educación farmacéutica, buscando un fortalecimiento de los planes de estudio y las vías de especialización para garantizar que las generaciones futuras de farmacéuticos y científicos farmacéuticos posean las competencias necesarias para trabajar en los nuevos entornos sanitarios. Sinclair destaca que el enfoque con el que han hecho la hoja de ruta “aúna la práctica, la ciencia y la educación para impulsar la innovación, fortalecer las plantillas y garantizar un acceso equitativo a una atención de calidad”.